RUEGO MATINAL

El sol, al despuntar, abrió el tesoro 
de su cofre de luz: un nuevo día; 
cada hora ha de ser ánfora de oro 
liberando dolores y alegrías.

¡Oh, Señor!, hoy también sé tú mi guía, 
no desdeñes mi ruego, te lo imploro; 
mañana, no ha llegado todavía, 
ayer pasó, con risas o con lloros.

Te pido que me brindes la sonrisa 
que perfume mi hogar y mi vereda, 
y el trabajar sin pausas y sin prisas.

Tu fuerza, yo te ruego me concedas; 
dame de amor y paz la dulce brisa 
y la certeza de que aquí te quedas.

NORMA BRUNETTI DE MAMANI