SANDALIAS

Sandalias que protegieron 
ese dulce andar templado, 
del Maestro al dirigirse 
buscando a quien dar su pan.

Sandalias que imprimieron 
como con fuego en la tierra, 
las huellas de algún sendero 
camino de salvación.

Sandalias que recorrieron 
con gozo aquella distancia, 
impuesta por el camino 
que lo acercaba al Jordán.

Sandalias que envolvieron 
y como en amor cubrieron, 
pies divinos por la tierra 
hartos de peregrinar.

Sandalias de mi Maestro...

... Si pudieran hoy contar 
y hablar de lo recorrido, 
dirían que aquí anduvieron 
cuanto había por amar.

Leticia Giovacchini