SIEMBRA ETERNA

Sembremos en los campos eternos de la vida; 
sin pensar en el fruto, sin soñar en la flor; 
cada semilla humilde que germina escondida, 
guarda para otros hombres un mensaje de amor.

La vida es todo fruto de una espiga primera 
que por surcos ignotos, desde la eternidad, 
va rodando, rodando, de una era a otra era; 
va rodando, rodando, de una edad a otra edad.

Somos los segadores de esa herencia divina; 
una deuda remota nos apremia al nacer. 
Enterremos el germen de la futura encina 
para gozar la sombra de la encina de ayer.

Román de Saavedra