SIEMPRE DANDO
Se ha asomado el sol a las altas cumbres
y extiende sus brazos
que dan el calor a tierra y humanos.
¿Qué haré en este día?
¿Vivirlo podré como el sol que brilla
para bueno o malo?
¿En nuestros afanes Iremos dejando
alguna sonrisa que sea cuaL rayo
de amor para el alma que vive penando?
¿Podremos hoy día mirar compasivos
a todas las almas que haya a nuestro paso?
¡Divino Maestro! ¡Qué ejemplo has dejado!
Hemos de seguirlo de cerca muy cerca
como lo has mandado.
¡Qué bella es la vida cuando la vivimos
siempre, siempre dando!
Felisa G. de Pérez Marcio
MADRE
¡Madre del alma!
Fuiste el perfume
tan escogido
que para hacerlo
el Dios del cielo
mezcló la esencia
de toda flor.
Los picaflores
la recogieron
al dar sus besos
a cada flor.
En su embeleso
ellos descubrieron
que esa fragancia
envuelta en mieles
divina gota
que era amor.
Toda tu vida
fuiste el perfume
que roe Lado
en el corazón
curaba heridas
y su dolor.
Mágica esencia
de Los jardines
del. Creador
fuente de vida
que es amor.
ESE VIENTO
Esos cerros que rodean
la comarca de mi encierro
siempre cubiertos de brumas
por las mañanas los veo.
Más cuando el sol aparece
e ilumina esos cerros
los velos imaginarios
vanse despareciendo.
¡Cuántas veces las tristezas
que Las almas llevan dentro
esfumarse bien podrían
como brumas de los cerros!
Una palabra amorosa
un consejo a su tiempo
a las almas solitarias
traído por algún viento...
Como los rayos del sol
alejarían tristezas
brindando luz, alegría
por el amor de ese viento.
JUVENTUD DEL AYER
¡Juventud del ayer! Ya te acercas
al ocaso inflexible de la vida.
Cuánto gozas el roce de tus pasos
con la lozana juventud airosa
que le da un nuevo impacto a tus días!
La jornada caminas meditando
y el vacío que dejas vas contando...
¡Cómo anhelas el vigor que antes tenías!
¡ALÉGRATE! El tronco ha retoñado
y cubre la huella envejecida.