VICTORIA
En el silencio de la tumba fría
reposas quieto la postrer jornada,
donde la muerte cruda y despiadada
te empujó mansamente aciago día.
Fuiste soldado que luchó a porfía
dispuesto siempre a la corazonada;
y tu palabra al alma desdichada
fue cual rumor de suave letanía.
Ya sonará en el cielo la trompeta,
y a la potente voz del Salvador
verás que tu victoria fue completa.
Terminará el imperio del dolor,
removerás la losa fría y quieta
y juntos subiremos al Señor.
-B. Pérez Marcio.