Pero el tiempo de la Belle Époque acabó con la Gran Guerra (1914-18). Un conflicto bélico global que al provocar tal matanza, puso también en duda el sistema racional burgués que la había alentado. En cambio la máquina no había defraudado sus expectativas, y la generación superviviente, que confundía la relatividad de Einstein con el relativismo moral, adoró con locura los nuevos aparatos que prometían una vida más frenética.