Para superar la Gran Depresión, los nuevos diseñadores industriales norteamericanos inventan el estilo aerodinámico (Streamline Moderne). Siguiendo esta premisa, todos los objetos de uso cotidiano son diseñados con formas alargadas y funcionales, usando materiales artificiales cromados y de aspecto limpio y brillante. Explotando la imagen externa se quiere incentivar el consumo y al mismo tiempo ofrecer una huída hacia un futuro mejor.