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Tanto
en la costa fronteriza del rio Uruguay, como lejos, de ella y
ya en el corazon de la provincia de Corrientes (Sud America),
como en toda la cuenca de la laguna Ibera, por ejemplo, se extiende
y rige la creencia sobre la maravillosa existencia de Isi o la
Madre del Agua.
En el bejuco, llana o enredadera silvestre que se llama isipo,
el sabio Ambrosetti creyo encontrar el origen del mito de Caa
Pora o fantasma del Bosque. La palabra guarani isipo significa
'mano de la madre del agua' No sera esta planta tan util al hombre
la que origino la creencia en esa objetivacion casi homonima?
Sera acaso su nombre un derivado desprendido del mismo tronco
fundamental de ella?.
Segun cuentan, Isi, es una mujer encantadora de perfectas formas
esculturales, que solo llegan a conocer y a poseer algunos. Son
los que la maga elige para el placer y la desgracia. Se afirma
que estos quedan locos o que mueren despues repentinamente, atacados
de un mal desconocido, algo asi como de una infinita tristeza
o de un desgano completo y progresivo para seguir viviendo sobre
la tierra. A pesar de estas amargas noticias que la vinculan en
cierto modo a los hechizos fatales de la Circe griega, los hombres
del agro litoraleño que se bañan con frecuencia en los rios, arroyos
y lagunas de nuestro predio, no la temen en absoluto. Al contrario,
sueñan siempre con ella y quisieran poder contemplar su gran belleza
y disfrutar alguna vez de sus dulces caricas embriagadoras y alucinantes...
Solo a los niños les causa horror y no quieren bañarse nunca sin
la compañia guardiana de sus padres. Para ellos, seguramente,
la madre del agua es como una bruja terrible y fea.
Principalmente los nadadores, los balseros y pescadores que son
los que mas andan y se introducen en sus vastos dominios, la buscan
y la desean con entusiasmo. Tal es la influencia que ejerce sobre
el vulgo la objetivacion de Isi, la deslumbrante mujer Madre del
Agua, que atrae y pierde para siempre a todos los fascinados que
llegan a poseerla. Nada les importa el peligro que trae agregado
el deleitoso conocimiento de su misterio... La ilusion de semejante
connubio, la tentacion de ese placer supremo, es superior a todas
las amenazas que rigen al respecto del amor con ella. El hombre
rudo que vive en pleno contacto con la naturaleza, es mucho mas
sensual y apasionado que el hombre "culto de la ciudad" avido
onanista de imagenes impresas, de engaños habil y de copulas ralas.
El sombrio final del poetico idilio con la Madre del Agua, es
algo que se parece al destino alado del zangano que muere al poseer
la abeja reina. Igual cosa le sucede al Mamboreta y a otros galanes
irracionales. La hembra, despues del acto, les devora las entrañas...
Hay una leyenda que se identifica en mucho con la objetivacion
de Isi, por la triste muerte que tuvo el joven indio protagonista
de ella.
Es la leyenda de la hermosa Iyara, que nada tiene que ver con
la del monstruo enano del mismo nombre que era el dueño y señor
de la laguna Ibera cuando llegaron al Plata los primeros heraldos
de San Ignacio de Loyola.
Para tentar a sus pobres aunque ilusionadas victimas, la Madre
del Agua se muestra primeramente a ellas en toda su esplendida
desnudez, a una distancia aproximada de veinte a treinta metros.
Desaparece luego, vuelve a mostrarse ya mas lejos o ya mas cerca,
continua haciendo lo mismo hacia la orilla en una sonriente y
callada invitacion. A veces tambien se presenta de improviso en
el monte, saltando y corriendo como una ninfa perseguida que busca
amparo.
La encantadora Madre del Agua no mata enseguida a sus amantes.
Solo los condena a desaparecer despues de locura o de tristeza.
Informante: Milciades Montenegro, 69 años. Estancia San Marcos,
Colonia Galarza, Santo Tome, Corrientes.
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