Sociedad
y cultura.
Los únicos portadores de cultura son los hombres ya que son los que poseen las propiedades para crear y para sustentar una cultura. Estas propiedades únicas son el lenguaje (uso de símbolos) y un sistema nervioso complejo con funciones elevadas como la memoria amplia para detalles, el raciocinio, etc. Pero si bien todos poseemos cultura, tenemos que hablar de culturas diferentes ya que cada uno, como miembro de una sociedad determinada detenta una cultura específica. Por lo tanto no hay hombre sin cultura ni cultura sin hombres. Existen ambos en un interjuego dialéctico de ida y vuelta, ambos necesarios entre sí.
Nuestras conductas nos parecen las más "lógicas", las más "aceptables" y "normales" y miramos con extrañamiento el accionar ajeno, calificándolo de ridículo, de bárbaro, de incivilizado. Esto es así porque nacimos en una cultura, incorporamos esta cultura y vemos el mundo según aprendimos a ver guiados por ella. Por esto nos resulta extraña la acción de los habitantes de las islas Andaman, los cuales lloran profusamente ante el arribo de un pariente o amigo, ya sea hombre o mujer. Nosotros estamos "acostumbrados", y es común la frase "los hombres no lloran...". Incluso más de uno se podría sentir incómodo ante tal manifestación. Este hecho se relaciona con otro concepto básico en antropología que es el de etnocentrismo.
Estas conductas compartidas por aquellos que comparten una cultura, cumple una función de brindar seguridad, cohesión y de reconstituir los nexos entre ellos. De tal manera el individuo se asegura una cierta seguridad ya que ante una situación determinada tiene una serie de conductas que le indican cómo actuar, lo que brinda una estabilidad.
Si bien podemos leer en la definición de Tylor (definición clásica en la antropología cuando hablamos de cultura): "cultura es todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, el derecho, las costumbres ..." Sin embargo la cultura no es una colección de rasgos y piezas sueltas. Si lo fuera sería muy fácil para el antropólogo su trabajo ya que podría perfectamente ir a un determinado pueblo y "juntar los rasgos de su cultura": vasijas, vestimenta, ritos, oraciones, armas, etc. Pero el trabajo antropológico no es tan fácil ya que la cultura no es una mera colección de objetos y costumbres varias sino que hay que considerarla como un sistema. Recordemos la definición de sistema. Sistema es algo más que la suma de las partes, son elementos interrelacionados de tal manera que forman una estructura particular y un todo. Dos sistemas pueden tener los mismos elementos, pero al estar relacionados de diferente manera, resultan ser totálmente distinos. Así si quiero dar cuenta de un sistema, por ejemplo si quiero estudiarlo, no tengo que solamente enumerar los elementos sino que explicar cómo estar relacionados entre sí. De lo anterior se desprende que la cultura es una manera particular de interrelación de los elementos integrantes. Por este motivo el trabajo antropológico tiene su dificultad ya que tiene de encontrar la manera precisa en que se unen, integran, oponen, ocultan, los elementos de una cultura precisa. Por lo tanto la cultura puede ser también definida como la suma total integrada de rasgos de conducta aprendida que son manifestados y compartidos por los miembros de una sociedad (Adamson Hoeble E. 1993).
Como se mencionó anteriormente, el hombre es el único en poseer cultura, la cual se hereda socialmente. El niño desde el primer momento que llega al mundo entra en contacto con su cultura. Imaginemos en nuestra sociedad un parto y todos los aspectos que giran en torno a él y los primeros meses de vida de un niño: el bautizo, el contacto con la madre, el baño diario, etc. Todo esto va moldeando (aculturando) al niño. Así la cultura es una invención humana y una herencia social. Se contrapone con la herencia biológica, la herencia de los rasgos físicos, por ejemplo, así como de los instintos innatos y reflejos. En el hombre no se heredan biológicamente las conductas sino que son aprendidas dentro de una cultura determinada. No se hereda con los genes el racismo hacia los judíos, ni la homosexualidad, ni la forma de vestirse o el saludo con un beso en la mejilla. Aprendemos cada una de estas cosas. Estos temas son controvertidos y estoy segura que más de uno a esta altura del texto, se sentirá en desacuerdo. Podemos intentar comprobar lo anteriomente expresado. Como tratamos con humanos no podemos aplicar el método experimental directo y separa un bebé (por ejemplo bosquimano) y separarlo de su cultura criándolo en otra o con el menor cuidado (un bebé solo muere, en este caso hago referencia a alimentarlo y satisfacer sus necesidades básicas). Esto no es posible por una cuestión ética pero tenemos ejemplo suficientes de niños nacidos en una sociedad y criados por miembros de otra y que terminan siendo portadores de la cultura en la cual fueron criados. Otro ejemplo nos lo brindan aquellos niños conocidos como"niños lobo" y son niños abandonados y criados con un mínimo de cuidados, los cuales no han aprendido a hablar, ni han desarrollado conductas esperadas por tener padres de X cultura. Es más, la mayoría de ellos, al intentar ser recuperados y aculturados mueren. En definitiva esto nos muestra que no se hereda biológicamente la cultura sino socialmente, podemos decir por un proceso de aculturación.
No debemos confundir cultura con organización social. Hay muchos animales que poseen una organización compleja, como es el caso de las hormigas, pero su conducta se hereda biológicamente, no socialmente. Si separamos un grupo de huevos de hormigas al llegar a adultas tendrás las mismas conductas que sus padres. ¿Cómo explicamos también el caso de las aves que tras generaciones construyen el mismo tipo de nido sin haberlo aprendido de sus padres si no es por herencia biológica?. Incluso son abudantes las experiencias con monos los cuales manipulan objetos y pueden solucionar dificultades, como por ejemplo unir varios bastones para alcanzar un objeto colocado de manera que pueda ser alcanzado. También pueden razonar a niveles elementales. Pero la diferencia esencial es que sus descubrimientos (como unir varios bastones para alcanzar un objeto) se extiende al resto por imitación pero no por medio del lenguaje de manera que subsista de generación en generación.
Por lo tanto podemos afirmar que existe una diferencia de cualidad y no de grado entre los animales y el hombre. Es decir, el hombre no posee algo más en cantidad que los animales (grado) sino que posee algo que los otros animales no poseen (cualidad) y lo hace único: el uso del símbolo, el cual abre las posibilidades del lenguaje.
Otra diferencia importante ente el hombre y los animales: el poder estar ahora exponiendo que nos diferencia de ellos!.
Según Dobshansky la autoconciencia, mejor expresado por el mismo en la siguiente tabla:
Autoconciencia es, por tanto, una característica fundamental, posiblemente la más fundamental, de la especie humana. Esta característica es una novedad evolutiva; las especies biológicas de las que proviene la humanidad poseen sólo rudimentos de autoconciencia, o quizá carecen de ella totalmente. La autoconciencia, sin embargo, ha traído en su séquito compañeros sombríos (miedo, ansiedad y conciencia de la muerte) (...) El hombre tiene que cargar con la conciencia de la muerte. Un ser que sabe que tiene que morir surgió de aquellos que no lo sabían.
Dobshansky |
O según Balzac...el miedo a la soledad?
Pero debes aprender una cosa, imprimirla en tu mente todavía maleable: el hombre tiene horror a la soledad. Y de todas las especies de soledad, la soledad moral es la más terrible. Los primeros ermitaños vivían con Dios. Habitaban en el más poblado de los mundos: el mundo de los espíritus. El primer pensamiento del hombre, sea un leproso o un prisionero, un pecador o un inválido, es este: tener un compañero en su desgracia. Para satisfacer este impulso, que es la vida misma, emplea toda su fuerza, todo su poder, las energías de toda su vida. ¿Hubiera encontrado compañeros Satanás, sin ese deseo todopodero? Sobre este tema se podría escribir todo un poema épico, que sería el prólogo de El Paraíso perdido, porque El Paraíso perdido no es más que la apología de la rebelión.
Balzac. |