LOS YÁMANAS.

Los yámanas habitaron el sur de Argentina y Chile, a orillas del canal del Beagle hasta las islas del Cabo de Hornos. Tenían como vecinos al norte a los Selk'nam y al oeste a los Alakalufes. A pesar de que la una zona era de pocos recursos, y el clima muy riguroso, ventoso, húmedo y con lloviznas constantes, se habían adaptado a él; obteniendo los recursos del mar.


NÓMADISMO:
Era un grupo que se movilizaba continuamente en sus canoas en busca de alimentos. Juntaban sus pertenencias, y se desplazaban en sus canoas, hacia otro sitio. Estas canoas era el medio de transporte por excelencia.


SUS CANOAS SU MEDIO DE TRANSPORTE:
Existian diferentes tipos de embarcaciones:

1)Canoa de corteza: estaban formadas por tres grandes trozos de corteza. Uno largo y estrecho para la parte central y dos más anchos para los costados. Estas tiras eran de hayas antárticas (Nothofagus betuloides) porque es más liso y recto así como resistente. La desprenden por medio de una cuña de hueso y de una piedra plana usada como martillo.

Desprenden una parte de arriba y luego se mete adentro y con los pies desprenden por la fuerza de su propio cuerpo. Estos trozos de corteza se protegen conservándolos en agua (para evitar que se sequen y deformen). Se alisan con un raspador o una valva afilado. Le da flexibilidad exponiéndolo al calor y se corta para darle forma. Luego se colocan dos varas para
rematar la superficie de la embaración y varas más pequeñas para la armazón. Se cose y une estas varas con tiras de nothofagus antártica jóvenes porque son más flexible o de barbas de ballena. Se rellena las juntas de corteza con musgo, manojos de heno y algas (para que sea impermeable). En la proa y en la popa piezas triangulares. Para darle más firmeza se utiliza unas costillas o cuadernas, de varas colocadas internamentes. La impermealizan con materias vegetales como musgo, algas o hierbas. En el centro colocan varios trozos de corteza para acondicionarla.
En total se tarda unas dos semanas aproximadamente. El tamaño depende del número de personas del núcleo familiar. En general no es mayor de 5 metros de eslora y 1 metro de ancho.
Llevan sus pertenecias y remos de madera de haya. El fuego es colcado en el centro y se lo cuida para que no se apague. Como generalmente se suele filtrar agua sacan con un cubilete de corteza (drimys winteri) o de cuero de foca (FIG). Llevan una maroma de juncos trenzada para atar la embarcación para acercarla en la orilla para evitar que le arrastre la corriente.
La que atiende y cuida la canoa es la mujer. El hombre la construye y se la entrega a la mujher, por lo tanto pertenece a la mujer. Ella rema y la maneja sola. Si no puede ante alguna tormenta, invita a otra mujer o a su hija adulta.
2) Piragua monoxila y canoa de madera: Pueden construirlas gracias a la incorporación e instrumental de metal (de europeos) como hachas de hierro. Se abandonó progresivamente el uso del tipo de embarcación anterior y se generalizó el uso de estas.
La piragua monoxila se construye a partir de un tronco de nothofagus betuloides. Se busca un árbol liso y recto.
Se descorteza, se ahueca y se corta la proa en forma roma. Se coloca arena en el interior y encima carbón para calentar la madera y lograr que sea flexible. Este nuevo tipo de embarcaciones tenía una serie de desventajas comparadas con la tradicional, entre estas la de zozobrar con mayor facilidad, considerando que el mar en la zona es muy tormentoso. Otra de desventaja es la de ser menos flexible y más pesada, por lo tanto era muy difícil desplazarla por tierra. La única ventaja para el uso de estas nuevas canoas era su mayor resistencia.
La canoa de madera es utilizada desde el momento que los europeos colocaron aserraderos y los Yámanas consiguieron por su intermedio tablones. Construían una canoa chata y corta y hacían sus velas con trozos de arpillera.
Las canoas tenían aproximadamente entre 4 y 5 metros de largo por 1 metro de ancho y unos 70 centímetros de alto. La proa y la popa eran puntiagudas y el armazón que era de madera de coihue se recubría con corteza de árbol, por lo que era muy liviana. Si bien se movía mucho en el agua era fácil de ser manejada por una sola persona y de subirla a la playa. Generalmente viajaba una familia tipo (de seis a siete personas) que repartían su peso para equilibrarla quedándose quietos y en cuclillas. Los niños iban en el centro y sólo podían ver el suelo. En la popa iba la madre que remaba con las manos y dirigía la canoa que no tenía el timón. El hombre iba adelante buscando presas para clavarles sus arpones.
Si se desataba una tormenta el hombre iba hacia la popa y ayudaba a remar.
En el centro de la canoa había un fuego que servía para mantener el calor y para cocinar durante los largos viajes. Como era difícil prender un nuevo fuego se llevaban las brasas cuando se mudaban de una lado a otro para no prender un nuevo fogón. Se cuidaba mucho para que no se apague. Si sucedía se prendía uno nuevo utilizando un trozo de pedernal contra otro o en la época de contacto con los europeos usaban un fragmento de pedernal que se raspaba contra una punta de hierro. La chispa era recogida en un tapón de plumas o un beijín. Para ordenar el fuego usaban una tenaza de madera.
Las mujeres eran las únicas que sabían nadar, cuidaban y arreglaban la canoa, realizaban los preparativos antes y después del viaje. También decidían que sitio ocuparía cada viajante. SUS VESTIDOS.
La vestimenta de los niños era idéntica a la de los adultos, consistía en una capa corta de piel de nutria o de foca, usando el pelo hacia afuera. Las personas mayores y los adolescentes también usaban tabarrabos.


PINTABAN SU CUERPO Y USABAN ADORNOS.
En cuanto a su arreglo personal eran muy cuidadosos. Se depilaban el vello del cuerpo con las uñas o con unas pinzas confeccionadas con dos valvas de caracol superpuestas. Se peinaban con un peine realizado con un maxilar de animal, sobre todo de delfín, nutria o ballena al que se le tallaba entre 5 a 10 dientes. También se unían varias plumas, formando un haz atado con una fibra de tendón.
Se untaban el cuerpo con aceite de pescado o con tierra para protegerlo del frío o cuando estaba sucio. Se pintaban el cuerpo, para lo cual recolectaban tres materias colorantes:
1. Negra: era la más fácil de obtener. Se extraía del carbón de leña triturado. A veces se mezclaba con aceite de pescado.
2. Blanca: obtenido de tierra caliza (de la Isla Navarino) y se mezclaba con agua hasta formar una masa, que se solía llevar en una bolsita. Se pintaba con una varilla.
3. Roja: extraída de sedimento mineral amarillo, rojo o pardo de aherrumbrado mezclado con agua y amasado. Se colocaba al fuego para que se seque. Luego se tritura y se coloca dentro de una tripa de león marino. Esta pintura era la más preciada y se utilizaba sobre todo para pintarse el rostro.
Cada una de las mismas posee un significado especial. El blanco se usaba para la guerra, el rojo en señal de alegría o amistad y el negro en señal de duelo. Por ejemplo: con blanco se pintaban manchas y rayas para manifestar venganza por motivo de asesinato. En general se guardan en una bolsita de esófago de pato preferentemente o intestino delgado de foca.
Objetos de adorno. La vestimenta si bien es escasa, los adornos eran muy abundantes. La materia prima proviene del mundo animal. Las mujeres usaban varios adornos, fabricados por ellas mismas y había una total libertad en usar estos objetos. Algunos de los cuales eran:
* Aro en articulación del pie o brazo de cuero de guanaco generalmente sin pelo. Se preparaba raspando la piel y pintándola con colorante rojo.
* Pulsera con tendón desecado de nutria.
* Trenzado para formar un collar de tendón de guanaco, nutria o león marino.
* Collar con fibras de tendón, finamente trenzados, intercalando trozos de huesos cortos de ave (cormorán) con frecuencia picos rojos de ostrero. Con el contacto europeo se usaban perlas, monedas ,etc.
* Collar con valvas de caracol ensartadas en el cordón de tráquea desecada de cisne salvaje, el cual era muy preciado.

HABITABAN EN CHOZAS.
Las chozas dependían del lugar y del tiempo para su el tipo de construcción. Solamente en períodos invernales se convivía en una choza multifamiliar que se podría denominar "Choza de invierno". Al juntarse varias familias aprovechaban este momento para contar mitos, leyendas, cuentos. Levantaban una choza más pequeña para los niños llamada "Choza de los niños". Las formas principales de las chozas son la conoidal y la abovedada. Cada una ocupa un espacio geográfico determinado. La abovedada se construye en el oeste, donde predomina una vegetación boscosa y un clima más húmedo; la conoidal en el este, que es más seco y abierto.

Para las conoidales, se recogen troncos, se plantan en la tierra y se unen en el centro. Los intersticios se llenan con terrones, raíces y césped, manojos de algas marinas secas y corteza. Si es una choza mayor se puede colocar pieles atadas con tendones o correas de cuero. La entrada se tapa con un cuero, y estaba apartada de la dirección del viento.

La choza abovedada posee forma ovalada y se usan troncos flexibles de haya jóvenes. Se construye por medio de un trenzado. Se levanta una estructura sólida y fija de troncos mayores y luego se intercalan menores. Se atan los troncos para fijar la estructura con junquillo. Estas eran las más complicadas. Luego se cubría esta armazón hasta la mitad con barro y musgo y sobre esta capa colocaban ramas y hojas, para finalizar con pieles. En la parte central poseían una abertura para que salga el humo del fogón, que se ubicaba en el centro de la misma. Las camas consistían en ramas secas con o sin hojas de líquenes. La entrada generalmente estaba mirando hacia el mar. Eran ocupadas por una familia, ya que eran monógamos. Las chozas eran livianas y transitorias, ya que se movilizaban continuamente buscando los mejores lugares para conseguir alimento. En el lugar donde se lo encuentra, desembarcaban y se asentaban.
Muchas veces, cuando repentinamente se producía un cambio climático y debían refugiarse, tenían que adaptarse al lugar. Se buscaba abrigo detrás de las elevaciones rocosas.

LOS HOMBRES CAZABAN. ALGUNAS DE SUS ARMAS.
Armas: la materia prima utilizada para la realización de sus utensilios era hueso, madera, piel, rocas, tendones, etc.
Usaban en arco y flecha. La cuerda la realizaban con piel de foca o tripa trenzada. Para el vástago empleaban madera de haya antártica de tal manera que entre los extremos quede una distancia de unos 120 centímetros a 160 centímetros. El astil era realizado de una madera dura y bien pulida. La punta de flecha era confeccionada tanto con rocas ( pedernal, esquisto o cuarzo) como con hueso. Para colocar la punta el asta llevaba una entalladura en el extremo. En el extremo posterior colocaban un manojo de plumas. El arco era igual al fabricado por los Selk'nam (Onas). Este tipo de arma era el más adecuado para cazar guanacos, pero no era útil para los animales marinos ya que el movimiento de la canoa dificulta la puntería, por lo tanto era más utilizado por los grupos del este donde había poblaciones de guanacos, los cuales no habitaban en el oeste, los guanacos no se encuentran, por lo tanto no fabricaban estos instrumentos. Para guardar las flechas y transportarlas confeccionaban una bolsa alargada con un lazo en la superficie superior, para colgarla, llamada carcaj o aljaba. La más resistente se fabricaba con el cuero duro de los pinnípedos (focas, lobos marinos, etc.) El carcaj de nutria era muy preciado por la belleza de su piel. En el oeste también lo fabrican con corteza.

 

EL MATRIMONIO
Poseían libertad para elegir al cónyuge. Alrededor de los 18 años cuando pensaban en casarse, el novio debía dirigirse a su tío paterno y a su vez la novia hablaba con su tía. Los tíos cumplían un papel muy importante en la vida de sus sobrinos porque se encargaban de educarlos y aconsejarlos.
Para el día de la boda se reunían en la casa del novio, invitando previamente tanto a parientes como a amigos. Se cazaba y se recolectaba especialmente para esta ceremonia. El novio se pintaba la cara con tres rayas rojas horizontales en cada mejilla. Luego iba a buscar a la novia. La fiesta podía durar varios días. Una vez finalizada la ceremonia, los recién casados habitaban una choza propia.
Lo soltería es un estado poco habitual.



CUANDO LOS DIOSES VISITAN LA TIERRA.
Para casarse es necesario haber pasado por las ceremonias de iniciación a la pubertad. Estas ceremonias marcan el pasaje de la infancia a la vida adulta. El tío y la tía desempeñan un papel importante de mediadores. Esta ceremonia se denomina Kina que es común a los Yámanas y los Alakalufes.
La cabaña principal se adorna con pintura roja, negra y blanca, y cuelgan tabletas pintadas. Se elige un jefe anciano ágil y activo, que vigila el orden de las ceremonias, y un vigilante que cuida que no se aproximen los niños y los curiosos. Se pinta el cuerpo y en la frente se coloca un adorno de plumas. Cuenta con auxiliares para vigilar a los candidatos.

En la ceremonia se atiende el tratamiento pedagógico de cada uno de los candidatos.
Al comienzo las personas mayores llegan a la cabaña. Los vigilantes van a buscar candidatos y los traen. Se sientan los iniciados con los padrinos (parentesco espiritual), quienes los vigilan y cuidan, obligándolos a mantener una buena postura corporal en cuclillas, sin ser posible abandonarla. También les estaba prohibido rascarse para lo que colocaban gorgojos en la espalda. Los adultos contaban chistes y los iniciados no podían reírse. Esto se debía a la importancia que tenía el autodominio de sus facultades internas.
Los llevaban al bosque por la mañana para enseñarles a cortar ramas, sumergirlos en agua de mar, manejar los arpones, probar su puntería con las flechas y las mujeres aprendían sus tareas como trenzar cestas, curtir las pieles para realizar mantas, remar, pescar cangrejos. Estas excursiones duraban semanas y meses. Los participantes se pintan la cara y cantan continuamente. El jefe exhorta a los candidatos mientras se sientan a su alrededor, les inculcaba ser buenos, no almacenar comida, respetar a las mujeres, servir primeros a los forasteros y parientes, no robar. Estaba prohibido contar lo que había pasado en la gran cabaña.


Al finalizar la ceremonia se acarreaba mucha carne y las mujeres preparaban una comida para la finalización de la misma. Los padrinos le regalaban a los aspirantes un hueso de pájaro en forma de caña para beber y una varita para rascarse la picadura de los piojos. Ambas se cuelgan en el cuello. Luego se abandonaba la gran cabaña.

LOS NACIMIENTOS Y LOS NIÑOS
Las prohibiciones antes del parto eran no comer carne de cormorán porque el niño podría venir deforme. La mujer daba a luz en una canoa sin recibir ayuda de sus parientes. Los hombres se colgaban del cuello el cordón umbilical durante seis semanas, colocándose en posición de parto como si hubiera dado a luz.
Al nacer el bebé una amiga o pariente de la madre lo bañaba y lo seca con musgo, lo metía en una cama realizada con piel de zorro o nutria.


El nombre del niño se construye con el nombre del lugar donde nació más una sílaba que indica el sexo. Muchas veces, posteriormente se le da el nombre del lugar donde se realizó la ceremonia de iniciación o pubertad. También se le ponían apodos.


LA MUERTE.
No se conoce el lugar de entierro. El cadaver es envuelto en una piel y se deja sus armas y utensilios en la cabaña o cerca de ella. El alma puede aparecer a una hechicera raras veces. Se da a conocer la muerte por medio de tres nubes de humo. Acceden todos y pintan su cuerpo con carbón pulverizado. Cantan un canto triste y lloran. A las dos o tres semanas del fallecimiento realizan con cuidado la pintura de su rostro, rayas de color rojo simbolizan el llanto. Se emplean signos especiales si la muerte fue violenta. Cuando muere una persona ahogada se pintan con pintura grisácea la parte baja de la cara simbolizando el fonso cenagoso del mar. Cuando la muerte es por asesinato se pintan de rojo los amigos y parientes de la víctima y de negro sus enemigos.
También se celebran una exequias generales dos o tres veces por año.


HECHICEROS Y DIOSES.
Habia hechiceros que curaban enfermedades con remedios del reino animal y vegetal además de encargarse de los sufrimientos espirituales. Además los hechiceros o Yékamush peleaban mágicamente contra los hauchelas y hauchellakipas.
Existía un dios supremo todopoderos invisible que tenía el poder sobre la vida de los individuos. Su nombre era Watauinéiwa (el anciano o el antiguo). Su morada estaba en el cielo, cuidaba del orden del mundo y era responsable del clima. Se le rendía culto por medio de oraciones tanto para pedir como para agradecer.
Otras deidades eran:

Yóaloj eran dos hermanos que fueron los responsables de introducir entre los Yámanas el uso del arco y la flecha, las técnicas de caza y pesca, el uso de las canoas, etc.
Taruwalem (hombre-sol mayor) fue el responsable de un gran incendio de todas las tierras de la zona y por suerte se convirtió en una estrella y se fue al cielo, donde mora.
Lem hijo del anterio (el sol) era bondadoso y vivía en el cielo otorgando luz y calor a los yámanas.
Akáinij (arco iris) era bondadoso y le gustaba pintarse el cuerpo de colores.
Hánuja (la luna) era malvada y se había casado con Akáinij. Fue la responsable de una gran inundación.
Demonios:  
Lacuma tenía forma de ballena, de calamar o raya gigante y le gustaba dar vuelta las canoas.
Hánnush seres enormes y peludos que habitaban los bosques y atacaban a la gente, por esto evitaban penetrar en ellos.
Hauchellas eran mujeres muy bellas que molestaban a los hombres, los seducían y al final éstos dejaban morir.
Hauchellakipa: eran como las hauchellas pero masculinos

 

 

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