Yo y Mi Mismo

Por Garland Dark

 

    Era una noche tranquila en la ciudad. Todas las casas y tiendas estaban cerradas, todas excepto el albergue local, el cual siempre estaba abierto para los viajeros.

Dentro de ese albergue, un solo huésped seguía despierto. Al no poder conciliar el sueño, se había dirigido al comedor, con el fin de conseguir una taza de café, la cual, ahora, se encontraba delante de él. Su mente se encontraba perdida en sus pensamientos y sus ojos estaban fijos en la luna nueva que aparecía por la ventana. La luz de la luna, la única fuente de luz del cuarto, entraba por la ventana y lo iluminaba, resaltando la tonalidad azul de su piel.

Lentamente, cerro los ojos y dejo que el aroma de su café invadiera su nariz. Usando sus sentidos inhumanos, comenzó a digerir el olor. Saboreó cada una de las moléculas y mientras hacia esto, imágenes comenzaron a formarse en su mente. Estas eran de sus viejos amigos y enemigos, grandes batallas en las cuales él había peleado…algunas él había ganado, pero otras las había perdido…imágenes de momentos felices…también de momentos tristes... los cuales eran la mayoría... sobretodo de su niñez... no podía controlar el flujo de ellas, pero eso no le preocupaba. Lo único que le llamaba la atención era que la mayoría de las imágenes tenían algo en común.

-"No un algo…un alguien…"-pensó- "Si…ella aparece en todas partes… su pelo negro… su dulce sonrisa… sus hermosos ojos… hermosos como esmeraldas…- movió su cabeza de un lado a otro – "¡¡Ya detente!!, ¡¡Deja de pensar en ella!!".

-"¿Por qué?".

-"¿Eh?".

-"Pregunte por que".

-"¿Quién esta ahí?" - y mientras decía eso abrió los ojos y examino el cuarto, pero no pudo encontrar a nadie -"Estoy sólo…¿estoy empezando a imaginar cosas ahora?".

-"Dime por que".

-"Que demonios… ¿Quién eres?, ¿Qué es lo que quieres?".

-"Solo saber el por que".

-"¿El por que de QUE?".

-"Saber el por que de olvidarla".

-"No es de tu…".

-"¿Lo quieres acaso?".

-"Dije que…".

-"¿Realmente quieres eso?".

-"Si no paras de molestar te voy a…".

-"¿Realmente quieres eso?"- grito la voz.

-"¡¡¡Por supuesto que no!!!- grito mientras que de un salto se ponía de pie y comenzaba a buscar donde se escondía su extraño visitante para poder hacerlo volar en mil pedazos, pero el cuarto estaba desierto.

-"Entonces, ¿por qué dijiste eso?".

-"¿Dónde te escondes, miserable…?"- dijo furiosamente mientras seguía buscando la fuente de esa voz.

-"No me podrás encontrar Zelgadis. Al menos no con tus ojos"- dijo la voz lentamente.

-"¿Cómo sabe quien soy? - se preguntó - "Por supuesto, ¡Xellos!, ¿Quién más?".

-"No Zelgadis, no soy Xellos".

-"¿Puedes leer las mentes?".

-"Solamente la tuya".

-"Pues lee esto: ¡Déjame de molestar y muéstrate!".

-"¿Puedes ver, acaso, algo que no tenga cuerpo?" - dijo en tono irónico - "No, no puedes, así que deja de pensar y respóndeme".

Zelgadis, lentamente se sentó y mientras lo hacia comenzó a pensar lo que la voz le había dicho. Por un momento pensó que era el espíritu de su abuelo, el Monje Rojo Rezo, pero rápidamente descarto la idea, pues no era el tono común de él, o por lo menos lo que se acordaba de él. Su atención luego cambio hacia su interior, donde, no por primera vez, sentía una terrible guerra, la cual no sabía por que ocurría. Ni siquiera sabía que era lo que estaba peleando en su interior y esto lo ponía generalmente de mal humor.

-"¡Rayos!, ¿Por qué me debo molestar en contestarle?".

-"Por que es algo importante, así que respóndeme: ¿Realmente no quieres verla?".

-"No".

-"Entonces, ¿quieres verla?".

-"Sí".

-"Y, ¿por qué?".

-"Porque es una buena amiga mía".

-"¿Cómo puedes mentir de esa manera?, ¿No sientes como se pone tu cuerpo cada vez que piensas en ella?".

-"¿Qué?" - pregunto asombrado - "¿A qué te refieres con…?" - pero se callo inmediatamente cuando sintió su corazón.

Su corazón estaba latiendo más rápido de lo normal, pero eso no era lo que lo había hecho callar: Una extraña sensación le recorría por su corazón, una sensación de calor la cual no podía describir. Era esa misma sensación la cual no le dejaba dormir. Esa misma sensación que no sabía lo que era…

-"¿No sabes?, O ¿ no lo quieres aceptar?"- preguntó la extraña voz.

-"¿Qué quieres decir con eso?".

-"Lo que te dije".

-"Soy una Quimera, un monstruo sin corazón, entonces ¿qué es esa extraña sensación que tengo?. ¿Cómo voy a saberlo?".

-"Que tengas esa piel, no significa que seas igual por dentro. Él sólo cambió tu apariencia, no tu identidad y definitivamente no tu humanidad".

-"¿Cómo lo sabes?"- respondió irónicamente, después de todo no sólo le había cambiado el cuerpo, no, también le había cambiado toda su vida, toda su forma de pensar... si, al ser su sirviente... mejor dicho su marioneta... al obligarlo a hacer todos esos actos barbáricos y crueles, todo para intentar de recuperar su visión, había destruido al ser humano que una vez había. Al recordar todo esto, su odio iba aumentando, pero a su vez también su tristeza, pues en el fondo sabía que aun cuando recuperara su forma física, eso no le solucionaría sus problemas... no, la cura que buscaba era otra, no la física, sino una cura para su alma atormentada, la cual se reflejaba, en parte, en su cuerpo... la quimera de su alma era la que debía ser curada a toda costa... y ahora empezaba a escuchar voces, perfecto, me estoy volviendo loco...

-"No en el sentido que tu crees".

-"¿En serio?, JA, pero bueno, ¿cómo sabes que yo no he perdido mi humanidad?, Yo un ser creado para destruir, el cual no posee ni piedad ni compasión por nadie y por nada, una criatura llena de ambiciones y que no se detiene ante nada y ante nadie. ¿Y dices que aún tengo humanidad?".

-"Simplemente lo sé"

-"Esa no es una respuesta".

-"Estás en Sailune".

-"¿Y qué?".

-"Estas pensando en ella".

-"Sí y también en un montón de gente más".

-"Entonces mira lo que has tenido en tu mano todo este tiempo".

Zelgadis se sorprendió al sentir que efectivamente estaba sosteniendo algo con su mano y mayor fue su sorpresa al ver lo que era. No se acordaba cuando lo había sacado, pero si sabía que lo había tenido ahí por mucho tiempo.

-"Ahora revisa tu bolsillo derecho".

Dejó el brazalete que ella le había regalado junto a su taza y lentamente metió su mano en el bolsillo. Al hacer esto sintió un objeto pequeño y redondo.

-"¿Entiendes ahora?".

Su mente se encontraba, nuevamente, llena de imágenes de ella. Intento de pensar, pero no podía. Nada parecía tener sentido. No, no, porque tengo esos pensamientos, ¿por que?, ¿qué es esto?, no logró entender nada... si soy un monstruo... entonces porque tengo estas cosas... debe de haber una explicación lógica...sí... tiene que hab...

-"¡Deja de pensar!, Sólo siente".

-"¿Por qué haces esto?"

-"Porque estoy aburrido de tus mentiras, de tus excusas, de tu auto-compasión…"

-"¡¡¡Basta!!!"

-"…Estoy aburrido de que niegues a tu verdadero yo…"

-"¡¡¡Es suficiente!!!"

-"…Todo lo que haces es huir…"

-"Estoy confundido…"

-"¡¡¡Mentira!!!. Entonces, ¿por qué compraste eso?".

-"Porque es un regalo de cumpleaños…"

-"Esa es la peor excusa que yo he escuchado".

-"¡Es verdad! Y tu no eres nadie para…"

-"¿Recuerdas lo que sentiste al comprarla?".

Con eso Zelgadis dejo de discutir. La Voz tenía la razón, sólo que él no quería aceptarlo, pues lo consideraba algo que él no podría tener nunca. Sentía, por primera vez en su vida, miedo.

-"Pero ahora lo sabes. Acéptame y tendrás el coraje que necesitas".

Zelgadis sólo miro a la luna y luego al amuleto. La cabeza le daba vueltas, el corazón le latía tan fuerte que sentía que iba a explotar.

-"¿Que me harás?"

-"Sólo darte el coraje".

-"¿Nada más?".

-"Nada más".

-"Ahora sé quien eres y porque lo haces, pero dime, ¿por qué ahora?. ¿por qué no antes?, cuando más te necesitaba...".

-"Por que es tan grande lo que sientes, que ya no lo puedes aguantar más. Antes ella no estaba, no tenías nada más. Sólo pensabas en ti y en nadie más, pero cuando ella llegó, lentamente empecé a recobrar fuerzas. Al principio ni lo notabas, pero con el tiempo, ella logró lo que ninguno de mis sueños o pensamientos habían logrado en ti. Pudiste sentir que alguien realmente te quería como eras y eso fue algo que tu otra parte, qué en paz descanse, no pudo soportar. Eso me dio la fuerza necesaria para lograr recuperarme y volver a tomar el control. Por eso es que en estos últimos meses has tenido tantas visiones".

-"Muy bien, en ese caso vamos"- pero la voz no le contesto -"Parece que ya somos uno, igual como era antes de que Rezo me hiciera esto".

Tomó el amuleto y le besó gentilmente. Luego lo guardo en su bolsillo.

-"Creo que es tiempo que vaya ha hacerle una visita"- pensó mientras se dirigía hacía la salida -"Y también es tiempo que le de algo".

Abrió la puerta y se dirigía hacía el castillo y en todo aquel trayecto no dejó de preguntarse si todo aquel que alguna vez se había enamorado había tenido una conversación igual como la que él había tenido con su propio corazón…

 

Bien, ¿qué les pareció?. Esta es mi primera historia, así que me interesa saber que es lo que opinan de ella (garlanddark@yahoo.com).

Quiero dar las gracias a Isabel, que gracias a sus consejos sobre Zelgadis y Ameria me inspiraron para volver a rescribir esta historia.

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