Debate
La gran decepción
JUAN CAMPOS VEGA.- Decepción. Si alguna palabra puede servir para interpretar lo que sentimos muchos mexicanos después de haber presenciado el denominado debate entre los 6 candidatos presidenciales es esta palabra que sintetiza nuestra percepción. Después de semanas, incluso meses, de preparativos para que por fin, por primera vez en la historia de México, todos los candidatos presidenciales pudieran participar en un encuentro donde se esperaba confrontarían sus programas de gobierno y sus posturas en torno de los principales problemas económicos, políticos y sociales que vive el país-, el pasado 25 de abril se realizó tan esperado suceso. Sin embargo, fue un debate donde no hubo debate, en parte por la forma en que fue concebido y organizado y también por la conducta de los candidatos, quienes en el mejor de los casos se limitaron a repetir sus slogans de campaña, sin atreverse a plantear con claridad su programa y sus propuestas.
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Núm. 56 / Mayo 2000
