Con el estruendoso lanzamiento de dos misíles atómicos hacia el firmamento, una nación en crisis celebró el triunfo de su mandatario interino, electo nuevo presidente de Rusia, Vladimir Vladimirovich Putin, al obtener 52.3 por ciento de los votos en las elecciones generales del último domingo de marzo de 2000, en la enormidad de un territorio de dimensiones infinitas. El principal contrincante del vencedor, el comunista Guennadi Ziuganov, obtuvo 30% de los sufragios, de 108 millones de ciudadanos que integran el padrón nacional, aunque, sin embargo, a pocas semanas de su elección como presidente de la segunda potencia nuclear del planeta, Putin es un enigma, y su pasado de espía en Alemania y, posteriormente, en la propia Unión Soviética, contribuye a ello. .