Por Alberto Carbot

El Partido Revolucionario Institucional, a poco más de un mes de la derrota sufrida en las elecciones federales, se enfrenta de nueva cuenta en el ámbito electoral a 2 procesos que sin duda tienen capital importancia para su futuro inmediato: las elecciones para gobernador en Chiapas el 20 de agosto y en Tabasco el 16 de octubre. Ambos procesos están enmarcados no solamente en la disputa del PRI con la oposición -que en Chiapas aglutina al PAN, al PRD y a otras 6 organizaciones políticas-, sino también, en la lucha interna que se agudizó a partir del 2 de julio y cuyo resultado tendrá efectos importantes en el futuro del partido que durante 71 años ocupó la presidencia de la República. En cuanto a las condiciones concretas en que se desenvuelven los procesos electorales, los escenarios son muy diferentes.