SEÑALES
PRECURSORAS EN EL VOLCÁN USU.
El PAÍS. Martes 4 de Abril del 2000. Nemesio Pérez
(vulcanólogo).
<Volver al indice de
Geología>
Índice de contenido:
1-SEÑALES PRECURSORAS EN EL VOLCÁN USU:
- La vigilancia continua de los niveles de CO2 puede se
útil para la reducción del riesgo volcánico.
- Registro
continuo.
- Crisis sísmica.
2-REFERENCIAS:
1 - SEÑALES PRECURSORAS EN
EL VOLCÁN USU:
- La vigilancia continua de los
niveles de CO2 puede ser útil para la reducción del riesgo
volcánico:
Durante los últimos tres años,
investigadores del Instituto Tecnológico y de Energías
Renovables (ITER) de Tenerife y de la Universidad de Tokio
(Japón) hemos investigado la utilidad de la emisión o
desgasificación difusa de dióxido de carbono (CO2) y otras
especies volátiles en volcanes activos para los programas de
vigilancia y predicción de erupciones volcánicas. Estas
investigaciones se llevan a cabo en volcanes situados en
diferentes ambientes geotectónicos y climatológicos: Canarias,
Cabo Verde, Japón, América Central y Papúa Nueva Guinea. Los
resultados reflejan no sólo que los volcanes emiten a la
atmósfera importantes niveles de emisión difusa de CO2, sino
que además la vigilancia continua de estos niveles puede ser muy
útil para los programas de reducción del riesgo volcánico,
como se está viendo ahora en la actividad eruptiva del volcán
japonés Usu.
La emisión difusa de CO2 en áreas
volcánicamente activas está siendo de un especial interés para
la volcanología. El CO2 es uno de los componentes mayoritarios
de los gases disueltos en los magmas, y su baja solubilidad en
los mismos hace que este gas se escape con suma facilidad hacia
la superficie a través de penachos volcánicos, fumarolas, o en
forma difusa a través de los suelos. Detectar y delimitar
aquellas zonas que presentan niveles anómalos de
desgasificación difusa de CO2, así como cuantíficar la
cantidad total de CO2 que emite un volcán a la atmósfera es muy
importante para los programas de vigilancia volcánica. Cambios
significativos en los niveles de emisión de CO2 en áreas
volcánicamente activas, así como cambios de la distribución
espacial de las anomalías de CO2 en superficie van a estar
siempre ligados a movimientos de magma en el subsuelo y/o cambios
de la actividad sísmica en los edificios volcánicos.
- Registro continuo:
Debido al carácter innovador de estas
investigaciones, muy pocos son los volcanes que disponen de un
programa geoquímico que implique el registro en modo continuo de
los niveles de emisión difusa de CO2: Teide (Tenerife, España),
Santorini (Grecia), Campi Flegrei, Vesuvio (Italia) y Long Valley
(California, EE UU). Ninguno de estos volcanes se encuentra en la
actualidad en una crisis preeruptiva. Por lo tanto, otra forma de
evaluar la utilidad de este tipo de estudios para la vigilancia
volcánica es comparar los niveles de emisión difusa anómalos
entre volcanes con distintos registros eruptivos. Para ello se
han seleccionado volcanes activos en función del ambiente
geotectónico y condiciones climatológicas como consecuencia del
múltiple origen que puede tener el CO2 en el ambiente
superficial.
Un primer grupo de volcanes estudiados
lo constituyen el Teide (Tenerife), Cumbre Vieja (La Palma), El
Hierro, Timanfaya (Lanzarote) y Pico do Fogo (Cabo Verde),
situados en zonas de intraplaca y semiáridas. Los resultados
indican la existencia de tres poblaciones geoquímicas (niveles
de fondo, intermedios y anómalos) en cada uno de los volcanes.
La existencia de una población anómala de emisión difusa de
CO2 refleja una clara perturbación de origen profundo sobre el
modelo de desgasificación superficial, y por consiguiente,
éstos son los valores más representativos de un CO2 volcánico.
Los volcanes que han experimentado un mayor número de erupciones
también presentan mayores niveles de emisión difusa de CO2.
Este tipo de estudios han sido también desarrollados en volcanes
situados en zonas de subducción: América Central y Japón,
reflejándose también una estrecha relación entre los niveles
de emisión difusa anómalos de CO2 y la actividad eruptiva.
El primer estudio sobre desgasificación
difusa de CO2 en un volcán activo japonés, el Miyake-jima, fue
hecho por investigadores del ITER: Pedro A. Hernández y José M.
L. Salazar. En la actualidad, Pedro A. Hernández lleva tres
años investigando volcanes activos japoneses gracias a un
contrato de investigador posdoctoral de la Unión Europea y del
Gobierno japonés en la Universidad de Tokio. Este marco le ha
dado la oportunidad de materializar este tipo de estudios en
varios volcanes japoneses: Usu, Hakkoda, Izu-Oshima y
Sakura-jima.
En el caso del volcán Usu se han
realizado dos campañas científicas consecutivas, en 1998 y
1999, por ser uno de los volcanes más activos de Japón. Desde
1626 se han registrado 9 erupciones explosivas en el volcán Usu
y la mayor parte han generado flujos piroclásticos. Las
erupciones volcánicas ocurridas en 1663, 1822, 1910, 1944-45 y
1977-82 en Usu llegaron a causar la pérdida de vidas humanas
como consecuencia de los productos arrojados por el volcán:
cenizas volcánicas, flujos piroclásticos y flujos de lodo. El
tiempo de duración para cada una de estas erupciones fue de un
mes a dos años, y el tiempo de reposo entre ellas, de treinta a
cientos de años. La actual actividad eruptiva en Usu tiene lugar
23 años después de la última erupción.
Volcán Usu
(Imagen: Volcano World)
Según Akihiko Tomiya, del Servició Geológico Japonés, "los fenómenos precursores de estas erupciones históricas ocurridas en Usu han sido principalmente los terremotos volcánicos ocurridos desde 32 horas a 6 meses antes de las erupciones", pero es preciso reconocer que la actividad eruptiva ocurrida en Usu en el pasado pudo haber generado otro tipo de señales precursoras, además de las sísmicas; muy posiblemente éstas nunca fueron detectadas por la carencia de sistemas de vigilancia de otra naturaleza o fundamento. Los sistemas naturales como los volcanes siempre generan señales precursoras relacionadas con un cambio de las condiciones termodinámicas en profundidad, y estas señales premonitorias pueden ser tanto geofísicas como geoquímicas. Otro hecho muy diferente es que los que trabajamos en esta área científica estemos vigilando todo lo necesario y suficiente para detectar estas señales precursoras.
![]() Imagen
del volcan Usu tomada con el satelite Landsat 7. |
![]() Mapa
simple del volcan Usu |
-
Crisis sísmica:
Los estudios realizados por Pedro A.
Hernández y colaboradores en el Usu han proporcionado
importantes datos que en la actualidad se están aceptando como
claras señales premonitorias de su reciente actividad eruptiva.
La emisión difusa de CO2 en la zona sumital del Usu en
septiembre de 1998 era de 120 toneladas diarias, mientras que
estos niveles llegaban casi a triplicarse en septiembre de 1999,
alcanzándose las 330 toneladas diarias de CO2 emitidos a la
atmósfera. Estas variaciones detectadas tienen que estar
relacionadas con incrementos significativos de la presión del
sistema volcánico en profundidad antes de entrar Usu en
erupción.
La reciente crisis sísmica ocurrida en
este volcán tuvo lugar sólo 72 horas antes que ocurriera la
erupción volcánica del 31 de marzo, pero estos trabajos
reflejan que cambios significativos en la emisión difusa de
gases se han detectado varios meses antes de que ocurriera esta
crisis volcánica.
2-REFERENCIAS:
Perez, M. 2000 . Señales precursoras en
el volcán Usu. El País Digital.
Mtes. 4-4-2000.
Volcano World. Web dedicado a la
vulcanología. volcano.und.nodak.edu/vw.html
Geo_Info. J.B.R.