NUEVO PEQUEÑO CATÁLOGO DE SERES Y ESTARES

Músico loco      Canta por mí      Del templo a la taberna      Andar hacia los pozos no quita la sed
En mi pecho      Cuando el mar te tenga      A jazmín      Barrio triste
Sucedió en la antigüedad      Todo el día llovió      Canción de cuna 823

ASTRONOMÍA RAZONABLE
El que canta su mal espanta      Lápiz y tinta      Remando sobre el polvo      La risa tonta
Hierbas de Asia      Como un burro amarrado en la puerta del baile      Astronomía razonable
Piedra sobre piedra      Vino dulce      Mar antiguo      Cosas que pasan      Sumo y resto      Hagámoslo

ASTRONOMÍA RAZONABLE (en ITALIANO)
Musicisti estrani      El que canta su mal espanta      Carta e inchiostro      Remando sulla polvere
La risa tonta      Herbe d'Asia      Como un burro amarrado en la puerta del baile      Astronomía razonable
Piedra sobre piedra      Vino dulce      Mare antico      Cosas que pasan      Faccio i conti      Hagámoslo

LA REBELIÓN DE LOS HOMBRES RANA
¡Qué bien huelen los pinos!      Las hojas que ríen      Vestido de hombre rana      El bombero del atardecer
Sin llaves      Pedir tu mano      Bailarás como un indio      Dímelo tú      A medio soñar      Uva de la vieja parra



MÚSICO LOCO
Qué dulce era hablar
si te hacía sonreir
sentados en cualquier bar.
Tuve que marchar
porque soy
un músico loco.
Volveré a por tí
y tú lo sabes muy bien.
Es lo que hay, es lo que hay,
tarde o temprano vuelvo a por tí.
No sé a donde voy,
ni qué haré una vez allí;
coches de alquiler
para músicos locos.
Volveré a por tí, un domingo de invierno;
bajo el cielo gris sonreirás
al verme llegar.
Espérame en el bar, mi niña bonita!
...en el bar de siempre.
Hay un hombre ladrando ritmos de moda,
el gato huye del receptor y yo le sigo;
es lo que hay, es lo que hay,
vuelvo a por tí, a por tí...

CANTA POR MÍ
Cruzó el pasado en el camino y lo miraba y no podía llorar.
Entre el crepúsculo y el alba no hizo otra cosa que dejarse llevar.
Y refulgiendo cual luciérnagas, caminando sin prisa sobre el tiempo,
huyen de un mundo material, son espíritus barridos por el viento.
Y ahora van
hacia su abstracción,
dales sólo paz y una sonrisa
cielo abierto y aire para respirar.
Caen las estrellas de su manto, verdean los campos a un resquicio de luz,
la pradera ahora es su casa donde la espiga brota entre la flor.
Si les miente la vida se hacen parapetos con poemas.
Un día color de melocotón, cuando todos seamos libres,
cuando las piedras se puedan comer y ya nadie sea más que nadie.
Canta por mí
si no estoy yo aquí.
Viene el día en que seremos puros
como un cielo de verano sobre el mar.
Cantaré por ti
si no estás tú aquí.

DEL TEMPLO A LA TABERNA
No queda nada aquí por hacer... nada;
ni nada que ofrecer que no tengas ya.
En el columpio azul de tus besos metálicos
me quiero abandonar como un animal.
Con la piel quemada por el sol
el salitre y el amor.
Correr y atravesar mil vidas grises, gente gris.
Correr y abandonarlo todo.
Correr y delirar siempre a tu lado dulce amor.
Llegar hasta el final de ti.
Con la mente turbia, los sentidos afilados,
medio locos.
Del templo a la taberna por entre los viñedos
tu nombre gritaré.
Desde la selva azul de tu pelo enredado
hasta el vapor de miel de tu alma al despertar.
Correr y delirar siempre a tu lado dulce amor.
Correr y abandonarlo todo.
Correr y atravesar mil vidas grises, gente gris.
Llegar hasta el final de todo.

ANDAR HACIA LOS POZOS NO QUITA LA SED
Quiero estar junto a ti.
He andado hacia los pozos
pero eso no quita la sed.
Hay un perro desnudo
que anda junto a mí;
peínate, dame un beso
y hazme un hueco en tu tibio jergón.
Harto de refrescos, de ver televisión,
de debates para memos, vuelvo junto a ti.
¿Quién apagará mi amarga sed cuando tú estés lejos?
¿Quién me hará reir hasta morir si tú no estás?
Borrachos de amor y de compasión
como monjes del Tibet,
descalzos y libres.
Quédate a mi lado hermanita,
aunque sea un vagabundo...
¿Quién apagará mi amarga sed cuando tú estés lejos?
¿Quién me hará reir hasta morir si tú no estás?
Borrachos de amor y compasión,
descalzos y libres.
¿Quién apagará mi amarga sed cuando tú no estés?
¿Quien me hará reir hasta morir, cuando tú estés lejos?
Borrachos de amor y comprensión, ¿quién me hará reir?
¿Quién apagará mi amarga sed cuando tú estés lejos?

EN MI PECHO
En mi pecho, corazón,
late libre, sin temor.
Déjame ser verso de amor,
la devoción de un amigo.
Mucho tiempo sombra fui,
en mi mismo me perdí.
De ti aprendí
a ser la mano que da sin recibir,
generosa y leal.
¿Qué es la vida? Absurdo trajín.
Dame alma, calor.
Ser tan limpios como la nieve que cae.
Todo tiene quien todo da.
Nada espero, nada sé,
nada tengo, sólo fe.
Y donde estemos, saber estar;
aunque sea ingenuo, no codiciar.
Nunca ceder ante la adversidad.
Quiero tener la alegría del que está en paz.
Mis cadenas he de romper;
fuera penas, amargas como la hiel.

CUANDO EL MAR TE TENGA
Vuela al viento espuma del mar,
vuela al viento y vuélvelo a volar.
Mezcla el mundo, ruge mistral,
mezcla el mundo y mézclanos con él.
Ahórrate esas palabras de amor
que nadie va a comprender, ni tan sólo yo.
Si lo que vas a decir
no es más bello que el silencio,
no lo vayas a decir.
Que hable el mundo y calle el hombre,
calle el hombre y vuélvase a callar.
Mezcla el mundo, ruge mistral;
mezcla el mundo y mézclanos con él.
Ruge mistral, vuélvenos locos de atar
y con tu antiguo furor llévate a aquel que ose hablar.
Mientras todos duerman te amaré.
Cuando todos hablen huiré.
Lejos, muy lejos, en silencio.
Lejos, muy lejos, en silencio.
Cuando el bosque te hable te hablaré;
cuando el mar te tenga te tendré.
Murmullo de una oración minúscula y dulce;
murmullo de tu respiración al despertar.
Ruge mistral, medio dios;
llévate el mundo de aquí,
peina la espuma del mar
y llévanos muy lejos, muy lejos...

A JAZMÍN
A jazmín,
mi niña huele a jazmín.
A mujer
y a flores del amanecer;
a agua de mar,
a aire fresco y a sol.
Una triste maleta
para un triste caminar;
luz triste de hotel de ciudad.
Sólo hay una cosa que me pueda confortar
recordar a mi niña lejos del hogar.
A jazmín
mi niña huele a jazmín.
A mujer
y a flores del amanecer.
¡Cómo huele mi niña!
A aire fresco y a sol,
a agua de mar y a romero,
a flores del amanecer,
a sal, a tronco de olivo,
a espiga de trigo en abril,
a hinojo y a rocío,
a nube, a espuma y a xampany,
a cera de cirio y a incienso...
Mi niña huele a jazmín.

BARRIO TRISTE
Marta Núñez Corregidor
se crió en los montes como yo,
pero se marchó
con un operario de capital mayor
que conoció en un ascensor.
Ahora vive en la ciudad y corre por el parque
con un "chandal" rojo y gris cada domingo.
Tus hijos crecerán odiándote.
Barrio Triste
que censa cada día un loco más.
Ángel Triste, regresa a tus montañas de ayer.
Marta Núñez Corregidor
y su esposo que es soldador,
ven cada noche televisión
y ya tienen un hijo para la ciudad.
¡Qué delicia la capital!
Cada cual con su transistor.
Qué moderno ha de ser morir
aplastado por tus cien mil congéneres del metro,
cuando vuelves de correr como cada domingo.
Tus hijos crecerán odiándote.
Barrio Triste
que censa cada día un loco más.
Ángel Triste,
regresa a las montañas, tu humilde hogar.
Tus hijos crecerán
y tú tambien.

SUCEDIÓ EN LA ANTIGÜEDAD
Sucedió en la antigüedad en ésta tierra.
Cuentan que no ha habido jamás un amor como fue aquel
entre batallas a sangre y fuego, un cariño tan fiel.
Era una tarde de frío invierno
cuando fueron a por él;
nunca regresó su tierno amor.
Murió de pie.
Y ella salía a los caminos a preguntar.
Por besar su blanca frente
las nubes la guiaron.
Es aquel tu amor,
tendido está y le dió un vuelco el corazón.
Y la noche se los tragó, fueron dos sombras
cruzando entre bomba y metralla.
Siga usted, mi capitán
que aunque silben las balas
el cielo le preservará
como le deciá a él.
Cuentan que los vieron caminando hacia el pueblo en llamas
y que entre sus ruinas a los viajeros hablan.
Y la hierba ya no crece,
polvo y hollín.
Ríos desbordados
que arrastraron sus vidas.
Guerras que nadie deseó
que truncaron sus sueños.
Nunca hubo un amor tan fiel,
un cariño tan grande;
aunque la memoria de este lugar
haya olvidado sus nombres.

TODO EL DÍA LLOVIÓ
Todo el día llovió, toda la noche lloviendo;
quiero estar donde tu estés, llamar al encantamiento.
Que silbe el viento
que quiero entender en su voz
llamadas divinas desde el sol.
Alas en vez de corazones
que el espíritu nos eleve a las nubes.
Dejar de sufrir, no ser tierno ni cruel
ni decrépito en mi esencia de ser.
No volver a camino abierto.
No admitir que me marquen.
Si empleo la fuerza de mi corazón
y gasto mi espíritu para soñar.
Que me puedan mentir
o decirme lo que es mejor.
Que yo sepa negarme a su juego.
Barre el viento lo que es incierto y es
la vida lo mejor del desierto que es la propia vida.
No volver ni aún en ángel.
Rechinar, fiero el ceño.
Retumbar, siempre que haga falta,
en las puertas del infierno.
Me niego a creer lo que dicen;
no quiero tomar lo que ofrecen.

CANCIÓN DE CUNA 823
Duerme mi bien y suéñate a ti,
no pienses más abandónate.
Quizá mañana sea otro día,
eso nos dicen desde hace tiempo.
Sal de la noche, sal de la vida,
sal de los mares, agua bendita!
Duerme mi bien y suéñame a mí
besándote y durmiéndome.
Quizá mañana sea otro dia.

EL QUE CANTA SU MAL ESPANTA
Dame tu caramelo, amor, dame el almíbar,
que tiene todo ese sabor que tú transpiras.
Tres veces yo te traicioné, fue por orgullo,
despecho la primera fue, la última un gusto.
Que, aunque otras bocas bese, mi niña,
y otros cuerpos abrace en mi vida,
sé que nunca será lo mismo.
Dicen que el que canta su mal espanta.
Vaya "my darling", te marchaste y me dejaste como merluza sin espinas.
Antes de conocerte a ti yo era un chiquillo;
fue conocerte corazón y ver el brillo
del verdadero vacilón que da una hembra.
No son solo palabras para cantarlas,
y es un hecho bien cierto que a veces pasa,
desde que me dejaste soy un muñeco,
escombro, ruina, sombra, un trapo viejo.
Que aunque otras bocas bese, "my darling",
y otros cuerpos abrace en mi vida,
sé que nunca será lo mismo.
Dicen que el que canta su mal espanta.
Dame botella colocón, mi compañera,
empino el codo con fruición, nadie me espera.
Subo la cuesta de my "street" hacia mi casa;
nadie me espera en el hogar, la vida es bella.
Dame tu caramelo, amor, dame el almíbar,
que tiene todo ese sabor que tu destilas.
Retama, espliego con tu olor, me da la vida;
si tu me dejas moriré de dulce herida.

LÁPIZ Y TINTA
Tela, cinta, otra vez a empezar.
Lápiz, tinta, y al paisaje a robar.
Y al placer de reencontrar
el limbo de un tiempo que se nos va.
Libro, nube, ese es mi descanso.
Árbol, fuente, cada vez que despierto.
Ser durmiente. En la espuma de un antojo camuflarse.
Para completa inocencia,
en las calderas del sueño divagar.
Que los días se van, río son.
Ahora quiero sentir, caminar.
Ahora quiero pintar, percibir
el color de esa flor que se marchitará.
Pinto, verdes parajes de belleza desolada,
vivo lo efímero y su valor.
Bebo, apuro desperdicios de mi vida,
me recojo en la templanza de la tregua que me da
la anestesia del recuerdo.
Que los días se van, río son,
ahora quiero sentir, caminar,
ahora quiero pintar, percibir
el verano fugaz que ya se nos va.
Lápiz, tinta, y al placer de reencontrar.

REMANDO SOBRE EL POLVO
Baña la luna en Escorpio la carretera que piso;
allá voy, carretera de recuerdos
grises como un sucio nubarrón.
Oh! Oh! En el abismo que hay en tus brazos.
Oh! Oh! Quiero caer.
Desde hoy seré tan sólo un hombre
sumido, como tantos, en su desesperación.
Tranquilamente, alma minera,
pulverizar las horas que he vivido en ti.
Qué locura es el quererte aún,
qué desmayos tiene la razón.
Un viajero infatigable hoy he vuelto a ser,
un viajero que pretende olvidar.
Carretera de recuerdos,
que el delirio habita en la pasión.
Oh! Oh! Sin el abismo que hay en tus brazos.
Oh! Oh! Moriré de tanto penar.
Espero lances de la dureza
que le supongo al tiempo que está por venir.
Esperanzas, que no lamentos.
Barco sin agua no puede navegar.
Sobre el cauce que secó remaré.
Sobre el polvo, al avanzar,
abriré camino al mar.

LA RISA TONTA
En la niebla del anochecer
mora el ángel de la confusión.
Oh! Dulce y cruel invierno.
En la triste hora de marchar
tras la tregua que el amor me da
oh! con tus besos. Oh! Oh! Oh!
Vuelve la risa rara,
la risa del dolor,
pesadilla en color
que arruga mi guitarra, mi hermana.
Vuelve el ventilador que me despeina el alma,
y la autopista gris donde se estrecha el fin de semana.
Solo, en la niebla
de la noche, de tus besos.
Vuelta al caos y a la confusión,
no me mientas, que no sé mentir
sin ensayar.
Madrugada: hora de marchar
tras la tregua que el amor me da. Oh! Oh! Oh!
Y estos lejos, en la niebla
de la noche, de tus besos.
La risa del dolor
ríe sola en mi cara,
pesadilla en color
que azuza mi guitarra, mi hermana.
Vuelve el ventilador que me despeina el alma,
y la autopista gris donde se estrecha el fin de semana.

HIERBAS DE ASIA
Saber cosas que nadie sabe;
errar contigo, "mareaditos".
Te trajo el viento y te amé como un niño.
Eso no es gran cosa, pero algo hay que escribir.
"Hierbas de Asia", de mil aromas;
mezclado en ellos, aún te espero.
Como un rey de ajedrez, torpe y absurdo,
muere otra tarde gris de domingo.
Todo lo que hago es quererte.
He perdido el tiempo hundido en la prosa vil;
improbables y benignos regresan los mitos de ayer.
He perdido el tiempo que pasé lejos de ti.
Mientras cae la lluvia, a la luz de una vela,
leo tus viejas cartas, mis viejas canciones.
Sol de inviernos suaves, perdidos para siempre;
risas que murieron con el viento helado.
Vuelve el oscuro animal que hay dentro de mí
a pacer en el radiante azul del ayer;
vuelve la canción que nos hizo enamorar
y la noche marroqui de tus besos.
Déjame oler en tu piel, todo aquello que perdí.
He perdido el tiempo hundido en la prosa vil;
improbables y benignos regresan los mitos de ayer.
He perdido el tiempo que pasé lejos de ti.
Saber cosas que nadie sabe;
errar contigo, "mareaditos".
Prosa vil de la vida, sucia eficacia,
que los sueños te borren locos y libres.

COMO UN BURRO AMARRADO EN LA PUERTA DEL BAILE
Me dices "good bye" en tu nota tan ricamente,
y no me hago a la idea de no volver a verte.
Si lo llego a saber, mimosa, no te bajo el puente,
me tiré de cabeza y me arrastró la corriente.
Este es mi destino, al cabo de la calle estoy;
me siento como aquel ladrón que busca su fortuna
en un callejón por donde nunca pasa nadie.
Como un burro amarrado en la puerta del baile.
Mi primo, que tiene un bar, desde siempre me ha dicho,
y me consta que todo lo dice de muy buena fe:
tanto tienes, tanto vales, no se puede remediar.
Si eres de los que no tienen, a galeras a remar.
Y si sólo tengo amor,
¿qué es lo que valgo yo?
Si tengo ganas de bailar,
¿para qué voy a esperar?
Ahora necesito amor,
es mi única ambición;
como yo no sé bailar,
a galeras a remar.
Baila conmigo, amor, que soy muy cariñoso, guapa,
que aunque muy chico y muy feo, piloto de aeroplano soy.
Llévame al cine, amor, y a comer un arrocito a Castelló.
Si total son cuatro días, "pa" qué vas a exprimirte el limón.
"Escolta", Piquer, dame aire con tu abanico,
"que soc de Barcelona i em moro de calor".
Si sólo tengo amor, ¿qué es lo que valgo yo?
Si tengo ganas de bailar,
¿para qué voy a esperar?
Ahora necesito amor,
es mi única ambición;
y como yo no sé bailar,
a galeras a remar.
Y si sólo tengo "love",
¿qué es lo que valgo yo?
Si tengo ganas de bailar,
¿para qué voy a esperar?
Ahora necesito amor
porque mi novia me dejó.
Como yo no sé bailar,
a galeras a remar.
Ahora necesito amor.

ASTRONOMÍA RAZONABLE
Déjame asomar a tu sueño, amor,
ver al mundo opinar.
Ver lo que no vi, ser lo que no fui,
en tu amor naufragar.
Entregarme al vértigo salvaje
de una astronomía razonable.
Arropados por la bendición
del desorden lunar,
dejaremos toda ley atrás divina o terrenal.
Déjame asomar a tu sueño, amor,
y olvidar el dolor;
que es duro aceptar la dictadura
de un único dios.
Cerrar lo ojos y ver,
puedo cerrar el alma y amar.
No hay deberes que nos llamen,
ni doctrinas que seguir.
Cerrar los ojos y ver.
Que la gente nos acuse
de conducta inmoral.
No te vayas de mi lado;
cerrar los ojos y ver.
¡Quédate! Quédate a mi lado...

PIEDRA SOBRE PIEDRA
Entras sin llamar;
no te esperaba y el azar
como una trampa te tendió
en mi camino.
Yo nada pedí
y presumia de vivir
en la contemplación,
en el deleite del placer,
en la ansiada calma.
Tú,
boca que es tenue luz,
túnel de amor,
lodo traidor
que me haces resbalar
entrelazado a ti,
no quieras más,
más no te puedo dar.
Pájaro espino, pájaro sol,
imploro tu favor, pido protección,
que su antojo lima mi débil voluntad.
Golpea en el yunque de mi obsesión,
golpea y golpea que forjarás
ese metal precioso que es la serenidad.
Tira otra piedra, que has de ayudar,
piedra sobre piedra he de levantar
el dique que frene el brío de su amor.
Crece, florece, crecido estás.
Al brote de tus tallos reverdeceras,
árbol de laurel que el invierno adormeció.
Tú,
vana presencia.
Rosa en el ojal,
artificial,
nunca marchites.
Soplo de ausencia muero por verte,
muero de amor.
Rasga la trama,
que el aire va
surcando la saeta que el blanco erró
y que surcan las esquirlas de mi pedregal.
Tira otra piedra, que has de ayudar,
piedra sobre piedra he de levantar
el dique que frene el brío de su amor.

VINO DULCE
Vuelvo a tu puerto a aliviar mis penas con tu bálsamo,
que esta vida oxida los resortes de mi corazón.
Quizás por ser un poco loquita,
loquito me tienes a mí.
Estoy dispuesto a recuperar el tiempo que perdí.
Vino dulce como nuestro amor
estoy fuera de lugar... ¡pero me quedo aquí!
Trae dos vasos, siéntate:
la vida no es un problema, sólo una realidad.
Que la plata de tu risa
brilló una tarde en mi puerta;
ya me lo dijo tu hermana
si tú la quieres dale cuerda.
Que rebién se está en este "chambao"
cuando mi amorcito esta a mi "lao";
sírvanos mesero un vaso más
de este delicioso cola-cao.
Vino dulce como nuestro amor
cura las penas de mi corazón.
Vino profano como tú y yo
ahoga mi conciencia con tu bendición.
Estoy dispuesto a recuperar el tiempo que perdí,
que esta vida oxida los resorte de mi corazón.
Vino dulce como nuestro amor,
estoy fuera de lugar;
vino dulce como nuestro amor,
pero me voy a quedar junto a ti.
Vino dulce como nuestro amor
ahoga las penas de mi corazón,
vino profano como tú y yo
ahoga mi conciencia con tu bendición.
Vino dulce como nuestro amor,
cura las penas de mi corazón,
vino profano como tú y yo
ahoga mi conciencia con tu bendición.
Vino dulce como nuestro amor,
cura las penas de mi corazón,
vino profano como tú y yo...

MAR ANTIGUO
Dejé la estepa
cansado y aturdido;
pasto de la ansiedad
no hay otros mundos
pero si hay otros ojos,
aguas tranquilas,
en las que fondear.
Mar antiguo, madre salvaje,
de abrigo incierto que acuna el olivar.
Muge mi alma, confusa y triste;
ojos azules en los que naufragar.
Te he echado tanto de menos
patria pequeña y fugaz;
que al llegar cruel del norte el huracán
no se apague en tu puerto el hogar.
Mar antiguo, madre salvaje,
en tus orillas de rodillas rezaré.
Tierra absurda que me hizo absurdo,
nostalgia de un futuro azul en el que anclar.
Triste y cansado, con los viejos amigos
el vino y el cantar;
mientras quede un olivo en el olivar
y una vela latina en el mar.
Viejos dioses olvidados
mantenednos libres de todo mal.
Mar antiguo, dios salvaje
de la encina y del gris olivar.

COSAS QUE PASAN
Al ritmo de tus días,
al flujo de tu tiempo, vela que dominas.
Al vaivén que marcas, caprichosa, amor,
a tu calor, me arrimo.
Flor de pradera: de ti necesito.
De tu esencia me impregné
y ahora estoy atado a ti,
y el sulfuroso reclamo
es el deseo que por ti siento.
Deseo de tus noches mientras duermes,
deseo de tu latir y de tu aliento,
y al abrigo de tus besos
adentrarme en un camino que tras de mí se borre.
Si tu bendita presencia
es la ofrenda ante el altar,
el agua de tu caudal
es la querencia animal.
A este desbordado antojo,
a este musgo de la roca donde me alojo.
En el panal de tus cuevas puedo ocultarme y brotar,
y en tus recónditas curvas puedo poblarte y amar,
desde tu tobillo moreno
al sonido de la trenza de tu largo pelo.

SUMO Y RESTO
En un círculo de estelas
gira el ser que a mí me alienta,
entre todas las mentiras
la carga que tanto pesa.
Y en la quietud de la noche
oigo al viento que me cuenta:
anidan lealtades tras el cortinaje eterno;
suma, resta y sal del laberinto.
Rosas negras para amar
cuando ya no hay nada más.
Si tu ausencia te hace más real.
Me encontrarás a tu vuelta
donde el arcoiris nace.
Rosas para enamorar
cuando ya no hay nada más
que resaca y bajamar,
en la orilla solitaria
de una cruda pasión.
Rosa negra, ecos de soledad.
Cuando se oculta la sangre
viendo morir las tardes.
Ahora que atravieso la maraña de mi selva,
saltimbanqui de mi absurdo circo.
Rosas negras para amar,
cuando ya no hay nada más
que resaca y bajamar
en la orilla.
Si no queda nada más
rosas para enamorar.
Sumo resto y no puedo salir.

HAGÁMOSLO
Todas las tardes, ¡ay, mi Marifé!
baja usted al río a lavar,
qué pena, óigame usted,
que no la pueda querer.
Yo a usted la miro con gran devoción,
y me mira usted a mí
con los ojitos en llamas,
arde su almita también.
Usted tiene esposo y cuatro churumbeles
y yo hace años que casé;
qué triste es la vida, triste y traicionera,
fui de pesca y no pesqué.
Un día de estos no me aguantaré
y le prometo bajar;
si usted me da su licencia
algo se podrá arreglar.
Si a sus comadres pudiera evitar
hágamelo usted saber,
que mañana mismo bajo
de su cántaro a beber.
¡Ay, Marifé!
ya puede ver,
buena la hemos armado.
Penas de amor,
mala cuestión,
más si estás amarrado.
Si mañana la puedo ver
y la puedo al fin abrazar,
no pase pena ni temor
que de amor la voy a colmar.
Todas las tardes, ¡ay, mi Marifé!
baja usted al río a lavar.
Yo a usted la miro con gran devoción,
mal no mira usted a mí.
Todas las tardes, ¡ay, mi Marifé!
baja usted al río a lavar.
Si usted me deja, yo la ayudaré,
pondremos la ropa a secar.

MUSICISTI STRANI
Ti parlavo
e tu sorridevi con me
seduti in qualsiasi bar.
All'improvviso me ne andai
senza un motivo
per quella follia
e tu lo sai
che vive in me.
Hai ciò che sei
o ciò que vuoi
e preto o tardi
mi rivedrai.
Non so dove vado
Né più cosa sono
macchinea noleggio
per musicisti strani
Di domenica
una sera d'inverno
mi retroverò al solito
in cerca di te.
Aspettami nel bar
nina bonita
nel bar di sempre.
C'è un uomo che abbaia
ritmi di moda
il gatto fugge del monitor
Ed io lo seguo
Hai ciò che sei
o ciò che vuoi
per prenderti, prenderti.

CARTA E INCHIOSTRO
Tela, colori,
E si può cominciare.
Carta, inchiostro,
Paesaggi da rubare.
Ritrovare il mondo mio
Dove il tempo ormai più senso non ha.
Libro, nuvola,
Cerco il mio riposo.
Pianta, fonte,
Vorrei trovare all'alba.
Come in sogno.
Nella schiuma delle onde camuffarsi,
Totalmente innocente.
Divagando nei meandri del sogno.
Perché il giorno va via,
È un fiume.
  Ora senti se puoi,
Cammina.
E dipingi da te,
Provaci,
Il colore di un fiore
Chè appassito sarà.
Scopro, verdi
Tramonti di bellezza desolata,
Vivo l'effimero e il suo valore.
Bevo, spendo,
Quel che resta della vita,
Cerco un angolo di pace
Questa tregua mi darà
Il ricordo que mi cura.
Perché il giorno va via,
È un fiume.
Ora senti se puoi,
Cammina.
E dipingi da te,
Provaci,
Un estate che va
E autunno sarà.
Carta, inchiostro,
Ritrovando zapore.

REMANDO SULLA POLVERE
Va la luna in Scorpione,
Sulla strada che percorro,
Vado là,
Strada piena di ricordi
Grigi come un temporale.
Oh! Oh!
Nell'abisso dei tuoi occhi
Oh! Oh!
Voglio cadere.
Da oggi io sarò soltanto un uomo
Inmerso, come tanti, nella sua infelicità.
Tranquillamente.
Da minatore,
Polverizzando le ore che ho vissuto in te.
Che follia amarte ancora,
Sto perdendo la raggione.
Viaggiatore infaticabile
Ancora sarò;
Viaggiatore che pretende
Troncare.
Strada piena di ricordi
che il delirio sempre porterà.
Oh! Oh!
Senza l'abisso nei tuoi occhi
Oh! Oh!
Morirò perdendo la vela.
Spero d'uscire
Dalla durezza
Del tempo amaro che presto arriverà.
Sono speranze,
Non mi lamento,
Barca senz'acqua navigare più non può.
Su di un fiume secco già,
Remerò.
Nella polvere una via
Fino al mare riaprirò.

HERBE D'ASIA
Sapere cose che nessuno sa.
Errare con te un po abandati.
Ti porto il vento, io ti amai come un bimbo.
Questo non è gran cosa,
Ma qualcosa devo dire.
Herbe d'Asia dei mille aromi,
Tra questi aromi ti aspetto ancora.
Come un Re di Scacchi, interdetto e assurdo,
Muore un altro griggio pomeriggio.
Non penso ad altro che a te.
Ho perduto il tempo annegando in prosa vile;
Improbabili e benigni
Tornano i miti di ieri.
Ho perduto il tempo
Stando lontano da te.
Fuori piove forte,
Alla luce di una candela,
Leggo le tue lettere,
Le mie canzoni.
Doli di miti inverni,
Perduti per sempre;
Risate disperse
Da un vento gelato.
Viene lo scuro animale che è dentro di me
Pascolando nel radiante azzurro di ieri.
Torna la canzone che ci fece innamorare
E la notti marrocchinecoi tuoi baci.
Lasciami sentire la pelle,
Quello che ho perduto ormai.
Ho perduto il tempo annegando in prosa vile;
Improbabili e benigni tornano i miti di ieri.
Ho perduto il tempo mentre stavo lontano da te.
Sapere cose che nessuno sa,
Errare con te un po'abandati.
Prosa vile della vita,
Aporca efficacia,
Che i sogni ti cancelle
Liberi e pazzi.

MARE ANTICO
Lasciai la steppa
Confuso e affaticato,
In prenda all'ansietà.
Non ci sono altri mondi
Ma tanti sono gli occhi,
Acque tranquille
Dove puoi ormeggiare.
Mare Antico, madre selvaggia,
Golfo al riparo,
Guardato dagli ulivi.
Ungi adesso l'anima triste,
Occhi azzurri in cui naufragherò.
Mi sei mancata, e tanto,
Piccola patria fugace;
Quando l'uragano ci assalirà
Non si spenga il tuo focolare.
Mare Antico, madre selvaggia,
Sulla tua riva in gianocchio pregherò.
Terra assurda, mi hai fatto assurdo
Nostalgia di un futuro azzurro in libertà.
Affaticato,
Insieme ai vecchi amici,
Il vino e le canzoni;
Finché sulla collina resta un ulivo
E una vela latina nel mare.
Vecchi Dei,
Trascurati
Liberateci
Da tutti quanto i guai.
Mare Antico,
Dio salvaggio
Della quercia
E del grigio oliveto.

FACCIO I CONTI
In un vortice de scie
gira ciò che mi da forza
e fra tutte le bugie
resta un peso che mi opprime.
Nella calma della notte
sento il vento che mi dice:
la lealtà si annida dietro un velo permanente;
guarda intorno, via dal laberinto.
Rose nere per amare
se non resta nulla di più.
La tua assenza ti fa più vera.
Mi ritroverai seduto
dove nascono speranze.
Rose per innamorare
se da solo resteró
la risacca sentirò,
sulla riva solitaria
di una cruda passione.
Rosa nera che sola resterà.
Quando tutto si fa freddo,
mentre sparisce il giorno.
Adesso che attraverso
il profondo della selva,
saltimbanco del mio assurdo circo.
Rose nere per amare,
se da solo resteró
la risacca sentirò,
sulla riva.
Se non resta altro da fare,
rose per innamorare.
Faccio i conti, non mi riuscirà.

¡QUÉ BIEN HUELEN LOS PINOS!
Qué bien huelen los pinos
cuando el sol los calienta,
y qué bien pasa el tiempo
persiguiendo nubes en el cielo.
Quiero ser un feriante
y venderte mis baratas quimeras,
verter mi precario ingenio
sobre la tierra caliente.
Dulce como el compás
de una antigua canción,
vuelve el aire a traer
el rumor de tu risa sutil.
Cuando llegó la lluvia
a la tierra que abrasa
pregunté al horizonte
si volverás a casa.
Y la caricia del viento marino
me dijo que sí.
Que la brisa peine las encinas,
perfume de olas blancas,
corriendo traviesa bajo el cielo
azul del añil.
Sabia como un refrán
habla y haz callar,
vuelve y ordena el caos,
niña, baila y haz llover.
Dulce como el compás
de un antiguo son,
vuelve el aire a traer
tu risa sutil.
Sabia como un refrán
habla y haz callar,
vuelve y ordena el caos,
niña, baila y haz llover.
Dulce como el compás
de un antiguo son,
vuelve el aire a traer
niña, tu risa sutil.

LAS HOJAS QUE RÍEN
Lo barro desde el interior,
me digo que no es para mí,
que yo sólo quiero la flor del tiempo.
No necesito nada más
que el soplo de un amanecer,
que el resto es sólo el humo del incienso.
Duérmete al cobijo de esta tarde,
duérmete al agua de anís,
duérmete al arrullo de la brisa,
duérmete al verde fugaz.
Dime que fue verdad
que hubo un sendero aquí,
que también yo ando perdido.
Como el torero al que abandona su coraje
busco yo a tientas burladeros.
Duérmete con la nana del gitano,
duérmete al verde fugaz,
duérmete bajo un nido de pecados,
duérmete que yo velaré.
Si es que existen, he de encontrar
lenguajes de un mundo que está
dormido entre las hojas de los libros.
Prefiero decir la verdad
si sólo puedo respirar
junto al árbol de las hojas que ríen.
Dime que fue verdad
que hubo un sendero aquí,
que tanbién yo ando perdido.
Cuando el vapor del alma fiera se disipa
queda el torero económico.
Duérmete al cobijo de esta tarde,
duérmete al agua de anís,
duérmete al arrullo de la brisa,
duérmete al verde fugaz,
que yo velaré.

VESTIDO DE HOMBRE RANA
Vestido de hombre rana, un domingo te vendré a buscar
como van todos los novios a sus novias a buscar,
y una vez a la semana por tu ausencia me pondré a llorar,
inundando mi escafandra con lágrimas de verdad.
Bailaremos agarrados con la música de un grupo compresor,
y con aire comprimido brindaremos por la dicha del amor.
Vestido de hombre rana, mis poemas te recitaré,
arrancando de tus ojos lágrimas de agua de mar,
y una vez a la semana a la iglesia acudiré,
a rezar por tu cintura a algún santo de verdad.
Convertidos en paganos subiremos a algún monte a meditar,
a adorar becerros de oro y quemar barras de incienso en un altar.
Comeremos las raíces de las plantas que más nos hagan soñar;
para interpretar el mundo, suponiendo que haya algo que interpretar.
Bailaremos agarrados con la novedad de un paso singular,
y con aire comprimido brindaremos por la dicha del amor.

EL BOMBERO DEL ATARDECER
Esta copla triste que te canto yo
con mi verso torpe, lejano,
es la copla amarga de mi situación
lejos de tu lado, cansado.
Cómo es de dulce el recuerdo,
qué es amarga la verdad,
cuando todo se oscurece
sin el ritmo de tu luz.
Buscando el rayo de la inspiración
en las musas de tercera división
soy el bombero del atardecer,
con coñac apago el fuego de tu amor.
Santa María, ora pro nobis.
Música extraña, llévame al aire.
Cómo es de dulce el recuerdo,
qué es amarga la verdad,
cuando todo se oscurece
sin el ritmo de tu luz.
Volveré a tu lado
a la incierta luz de una canción
y en mis ripios confusos
juraré torpemente mi amor,
mentiré.
Si las musas huyen, sólo bailaré
excéntricos bailes extraños.
Si sigo callado, no te mentiré
con mi copla amarga, lejana.
Cómo es de dulce el recuerdo,
qué es amarga la verdad,
cuando todo se  oscurece
sin el ritmo de tu luz.
Cómo es de dulce el recuerdo,
qué es amarga la verdad,
cuando todo se  oscurece
sin el ritmo de tu luz.

SIN LLAVES
La vida que espero y esperaré
a la sombra en el oasis que me inventé.
Como el sabio en las cumbres del saber,
soy alga en el mar de la calma;
soy tabla de mi propia salvación.
Me quiero y me protejo de mi misma voz.
Llévame, con mi corazón yo suelo hablar,
donde reine un tibio sol
a la luz de una espiga donde calentar
mis pies descalzos,
o quizá donde andar.
Quien duda no espera
remanso en el agua fiera.
Qué pienso, si siento,
anhelos del sentimiento.
Mi risa, mi tiempo,
que crezcan ansiosos por enamorar.
Llévame, con mi corazón yo suelo ir,
al lugar donde nací
a buscar caracolas al fondo del mar
que inunden mi paladar.
Despliego mis velas que hay que partir,
ahora canta el jilgero junto al rosal.
El alma remonta, quiere volar,
hoy es un gavilán en celo.
Candiles de aceite habrá que encender,
pintores holandeses mis manos mancharán.
En este altar antiguo que levanté
a lo alto de mis horas quiero subir,
como polen nuevo me quiero esparcir
en total abandono.
Candiles de aceite habrá que encender
sin llaves, a las puertas del instante estoy.

PEDIR TU MANO
Para la música y escucha la tormenta
que bailaremos la "rumbita" de los truenos.
Te contaré cosas que nadie ha contado,
a la luz del vino, haremos poemas
y cuando esté sobrio, serio y bien peinado,
iría gustoso hasta el mismo infierno
a pedir tu mano.
De vacaciones en la playa de tus brazos
olvidé el mundo y me lo puse por montera;
no pido al tiempo que detenga su carrera,
ni lo merezco, ni siquiera es buena idea.
Pintaré bisontes sobre las paredes,
colectaré bayas, raíces y frutos.
Descubriré el bronce y el resto de metales,
iría gustoso hasta el mismo infierno
a pedir tu mano.
Si cambié mis versos por tus besos una noche
y viví entre tus besos como un verso camuflado.
Te contaré cosas que nadie ha contado
y te haré joyas con huesos de animales,
y cuando esté sobrio, serio y bien peinado
iré gustoso hasta el mismo infierno
a pedir tu mano.

BAILARÁS COMO UN INDIO
Bailarás como un indio
danzas guerreras que te ayudarán.
Cantarás con los mirlos,
tu canto no será estéril jamás.
Que tu voz se perdió
y has de ser tú otra vez.
Los momentos más cortos,
todo este tiempo que viví por ti,
son raíces aéreas
que me sostienen impidiéndome caer.
He armado mi paraguas con varas de niebla gris.
Ya preparo mi arco y mi zurrón.
Recuerdo tus promesas como si fuese ayer;
mi parte del camino la haré a pie.
Si tu voz se perdió
volverás a ser tú.
En un bosque de risas,
de cascabeles que te alegrarán,
hallarás en las brisas
sonidos que te enseñen a volar.
Donde el caballo pace la hierba crece mejor,
cuando la estación cambia el ave ha de volar.
Recuerdo las promesas que el tiempo borró,
tu parte del camino la haré yo.
Paremos un momento: quiero oir
la lluvia que empieza a caer.
En este viernes negro ha de llover,
las nubes nos consolarán.
En un bosque de risas,
de cascabeles que te alegrarán,
hallarás en la brisa
sonidos que te enseñen a volar.
Bailarás como un indio
danzas guerreras que te ayudarán.
Cantarás con los mirlos,
tu canto no será estéril jamás.

DÍMELO TÚ
Dímelo tú, extraña, que al fin me habré de enterar.
Lágrimas del lago, láminas de pan,
hebras de silencio, hilos de pensé, quizá...?
Cándida y descalza sé que volverás.
Te sorprendes, la lejanía es una condición.
Si te pierdes te recupero de la eternidad.
Te entregas virgen, indolente y perezosa,
boca con boca somos paso de fronteras.
Somos anhelo de un gran mundo vaporoso
donde se borran las perdidas primaveras.
Dímelo tú, extraña, que al fin me habré de enterar.
Si peino tu pelo dime qué me das.
Júrame tu risa, yo a cambio sabré esperar
seco como el campo que hemos de sembrar.
Mira como paso el tiempo,
mira como me entretengo.
Te quiero alegre como el agua entre las manos,
te espero verde como hierba sin pisar;
te sé dichosa cuando estás entre mis brazos
que te despojan de las horas que me das.
Voces que en la niebla guíen,
voces que abran tu espesura;
voces que en tu ausencia me conduzcan
hacia la cordura.
Miento siempre, sabemos que no hay nada que esperar,
sólo besos robados de la incierta eternidad.
Miento siempre, sabemos que no hay nada que esperar,
sólo encuentros robados de la incierta eternidad.

A MEDIO SOÑAR
Cuando el mundo adormecido empieze a soñar
y se escuche el viento eléctrico tras el cristal
transportando los secretos de algún semidiós
y los ángeles traigan "pizzas" con sólo llamar.
Ven a donde voy: tu analgésico me curará;
hazte líquida como un sueño a medio soñar.
Baila para mí,
fresca como la lluvia de abril
y hazme olvidar la sequía del invierno vil.
Tú serás la isla virgen en medio del mar,
yo el turismo que patoso te viene a admirar.
Quiéreme y sácame de aquí,
méceme, salgamos volando del mundo gris.
Quiéreme y sácame de aquí,
cuélgame del péndulo frío de tu canción.
Oye mi oración, mi canto es el rebuzno de un dios
demasiado gris y demasiado loco.
Prometo cambiar, volverme humilde como un cristiano,
dejar de beber y aprender tu alfabeto.
Cuando el mundo adormecido empieza a soñar
y se escucha el viento eléctrico tras el cristal
transportando los secretos de algún semidiós
y los ángeles traen "pizzas" con sólo llamar.

UVA DE LA VIEJA PARRA
Bendecida por el dios
de los años bien llevados,
aunque no parezca es
uva de la vieja parra.
Lo que sabe hacer no lo enseñan en la escuela,
que es materia superior.
Pudo ser mejor,
pero nuestro baile acaba.
Dance quien pueda danzar.
Libre como una tigresa,
como el gato oscuro del oscuro bar,
cuídate si apareciera por aquí.
Mucha pantera para un domador.
Feliz el que no se enamora
y tú te lo has sabido hacer.
Dalilah, llámame Sansón
y mis tijeras te daré.
No bastó con ser el último
para ser el primero alguna vez.
Mucha letra, pocas ganas de leer.
!Qué poca agua para tanta sed!
Felices los que son felices,
ya no estoy colgado de ti.
Qué suerte los que no te amaron,
sólo jugaban a jugar.
Feliz el que no se enamora
y tú te lo has sabido hacer.
Dalilah, llámame Sansón
y mis tijeras te daré.