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Presentamos dos extractos de artículos sobre diferentes experiencias de lucha contra el fascismo, a pesar de que los momentos históricos no sean comparables. La primera es la de un luchador antifascista, afín a las ideas anarquistas, luego político demócrata italiano, profesor de historia en la Universidad de Harvard y uno de los fundadores de la Mazzini Society en los Estados Unidos. La segunda sobre los Red Warriors, que fueron sin duda alguna un grupo que impulsó en Francia, a una cantidad importantes de jóvenes a arrebatar la calle a los fascistas. Es interesante detenerse en el tipo de organización que adoptaron en cuanto a centralización, clandestinidad y democracia. El artículo se basó en la entrevista con uno de sus miembros. "¿Qué cosa se podía hacer?" Se preguntaba Gaetano Salvemini, un cuarto de siglo después del surgimiento del fascismo reflexionando sobre los métodos para su consolidación."Los fascistas estaban armados, obedecían a comandos centrales y se podían concentrar rápidamente en grandes masas en los puntos elegidos precedentemente en camiones facilitados por las autoridades militares y por los empresarios privados, y sofocar a sangre y fuego toda oposición. Los atentados locales contra ellos no servían de nada. El pobre diablo que en un pequeño centro rural mataba a un fascista de poca importancia –que en el fondo era un pobre diablo como él- no resolvía ningún problema general, por el contrario, agravaba la situación local. Un llamado telefónico bastaba para que llegaran en pocas horas diez, quince, veinte camiones cargados de hombres armados provenientes de regiones vecinas. Y empezaba el incendio de viviendas, palizas, fusilamientos, actos brutales de crueldad. Una región que tuviese una experiencia atroz de esta clase no osaba moverse más. Toda tentativa de protesta provocaba una nueva ‘expedición punitiva’. El secreto de la victoria fascista estuvo en eso: el teléfono y el camión. "Las reacciones de masas fueron las huelgas de protesta. Las hubo ... y ¡cuántas! Pero no servían de nada. No se podía vivir en constante estado de huelga. Después de un día o dos se debía volver al trabajo si se quería comer. Además que las huelgas provocaban nuevas ‘expediciones punitivas’, a las cuales no era posible resistir. La huelga ‘económica’ se propone un fin inmediato bien claro. Una huelga ‘política’ de protesta sirve sólo si la protesta puede por lo menos amedrentar a las autoridades políticas. En la Italia de ese entonces, la autoridad política, apenas comenzaba una huelga, dejaba mano libre a los fascistas y permitían las más feroces represiones. "Así, tres mil hombres y mujeres fueron masacrados desde fines del año 1920 hasta fines de 1922 en una, en la cual los fascistas no perdieron más de trescientos hombres. ¡Un fascista por cada diez antifascistas!" Red Warriors Los Red Warriors fue un grupo creado en 1986. Al principio eran Greg y Simon que frecuentaban el mundo alternativo. Simon por aquel entonces tan sólo contaba con dieciocho años. "Después de un día de fiesta planteamos el crear un grupo más seriamente. Era jodido para los que frecuentábamos la calle tener que asumir la ley de los "boneheads", que se organizaban y vivían en bandas, al contrario de la extrema izquierda que era normalmente autónoma. La idea era crear una banda de lucha activa contra la extrema derecha. Así al dúo inicial se nos unieron unos cuantos más, hasta un total de 14 a finales del 87. Normalmente los 14 no nos movíamos juntos, sino seis u ocho. Todos éramos más o menos skinheads salvo yo. Para las acciones directas éramos capaces de juntar hasta 60 personas. La ventaja de los Red Warriors era que nunca parábamos en el mismo sitio, lo que hacía que no estuviésemos en ningún sitio, pero a la vez en todos. Pegábamos sin prevenir, lo que demostraba que los boneheads no eran superhombres. La historia era que los nazis tuviesen miedo de salir a la calle con toda su paraflenalia (banderas francesas, célticas, esvasticas...). Los Red Warriors de todos modos éramos bastante menos numerosos que los nazis, lo que hacía que las acciones debían estar totalmente organizadas para evitar cualquier sorpresa. Estas se estudiaban sobre el terreno para evitar imprevistos de última hora. Las reuniones antes de las acciones eran rápidas y discretas, y se hacían en casa de unos u otros o bien en squatts. Todos practicábamos algún deporte de combate (Full contact, Thaï Boxing, Kung Fu), aunque también usábamos armas como bates de baseball. Hubo cuatro ocasiones en las que se usaron armas de fuego: * En Maraichers había un squatt de nazis los cuales querían hacer su ley sobre las okupas; fuimos unas cincuenta personas una mañana a eso de las 7:00. El resultado fue de 23 nazis heridos y el squatt cerrado por la policía durante dos días. * En 1988 durante la campaña presidencial formaron un grupo para la pegada de carteles, teniendo en cuenta que mucha gente tenía miedo. Las camionetas que nos prestaron nos sirvieron también para alguna que otra acción. Con la policía no tuvimos casi problemas pues normalmente teníamos cubiertas las espaldas (coartadas...). Aunque eso si, cada vez que los nazis recibían una paliza la policía nos venía a hacer una visita. Tan sólo Manu tuvo problemas con la madera, y tuvo que estar 14 meses en prisión por llevar armas, y Lionel que se encuentra actualmente en prisión, era el menos político pero uno de los más activos. Así, poco a poco comenzaron a surgir otros grupos que también practicaban la caza del nazi. De todos modos, muchos de estos grupos no estaban realmente convencidos, les atraía demasiado el look, y sus acciones no siempre eran inteligentes. La lucha antifascista no es una coña desorganizada. Tuvimos movida con la División St. Georges, Juvisy, Bunker 84 y JNR. Las acciones fueron frecuentes hasta el 92.Uno de los recuerdos que conservo con alegría fue el sistema de seguridad que montamos para el último concierto de los Berurier Noir. Dentro del grupo a nivel político cada uno tenía sus propias ideas (todos anti-fascistas y nada más) no había problema de militancia. Era simplemente un odio visceral hacia la extrema derecha, había una bronca general contra los putos fachas. Hoy en día no nos vemos mucho pero seguimos en contacto. ¿Debemos dejar la democracia a los enemigos de la democracia? No tenemos que dejar que la extrema derecha nos domine para revelarnos contra ella. No podemos luchar pacíficamente contra una ideología que tiene como argumento principal la violencia. Buscá los medios para luchar contra la extrema derecha. La acción contra ellos es el único medio, ya que el argumento político no es suficiente pues cuando no son muchos lo escuchan, pero cuando son mayoritarios te aplastan. |