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LA PATRONAL NO SOLO NOS MATA DE HAMBRE En los últimos tiempos hay una noticia que se viene repitiendo casi a diario, la muerte en accidente de trabajo de algún trabajador estos, junto a los otros tantos que por la misma causa pierden dedos, manos o quedan incapacitados de por vida son la más cruda muestra de hasta donde llega la dictadura capitalista en la que el obrero es descartable. Una vez eliminado el riesgo de los juicios por accidente las patronales dejaron de preocuparse por la seguridad del obrero, al ingresar a un trabajo nos aseguran por medio de las ART y después nos reparten cada tanto boletines de seguridad industrial con lo que cumplen formalmente con la aseguradora. Por ejemplo en el gremio de la construcción si algún compañero se tiene que subir al balancín y no hay arneses para darle se le da una soga, si cuestiona la orden o se niega a subir obtiene como respuesta la misma que ante cualquier otra protesta: "En la puerta hay decenas de desocupados esperando por su puesto de trabajo así que si no quiere subir al balancín ya sabe que es lo que tiene que hacer". Y lo que esta en juego es la vida misma del compañero, pero eso no les importa, si quiere seguir trabajando tiene que arriesgar su vida. ¡Hasta este punto llega la tiranía de la patronal! La precariedad y los ritmos de explotación a los que estamos sometidos, reforma laboral y flexibilidad mediante, son la causa de que haya tantos accidentes de trabajo y los responsables son las patronales, el gobierno de turno, el PJ y la Alianza, que aprobaron en el Congreso las leyes que le dan un marco legal y la dirigencia sindical que no mueve un pelo para frenarlo, en parte por sus arreglos bajo cuerda con los patrones y políticos y en parte por que al pasar varios de dirigentes a patrones estas leyes pasan a servirles directamente para mejor explotar a sus propios empleados. Usted, compañero se preguntará, con justa razón: ¿cómo se puede frenar esto? La única forma posible es la organización y esta tiene que comenzar de abajo y en la forma más oculta posible para evitar "buchoneadas", a partir de organizarse en la fabrica con los compañeros de más confianza podemos comenzar a presionar en los sindicatos para que tomen medidas concretas, empezando por una huelga general por cada obrero muerto. Si no nos preocupamos los propios trabajadores por defendernos nadie lo va a hacer por nosotros y es con organización y lucha como hicieron nuestros compañeros desde principios del siglo la única forma de pararle la mano a los patrones y junto con defender nuestra vida defender las pocas conquistas que nos quedan y reconquistar las que nos vienen quitando. PABLO ROJAS
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