LA SANGRE QUE NEGOCIAN LOS DIRIGENTES SINDICALES

ES LA QUE ALIMENTA A LAS PATRONALES

Teniendo en cuenta los avances de la técnica, que un trabajador de la construcción caiga de un andamio y pierda la vida debe considerarse un asesinato. No hay justificación técnica posible, ni siquiera un "error" de la propia víctima. A pesar de que existen innumerables recursos de seguridad para evitarlo cada vez hay más muertes en lugar de menos. La causa del aumento de accidentes es directa consecuencia de los ritmos de trabajo y de que no se provean los adecuados medios de seguridad. La única razón de los patrones es la ganancia, así sea sobre la salud e incluso la vida de los trabajadores. La lógica de la ganacia los lleva a pensar que "Hay tantos y tan baratos que si cae uno, enseguida conseguimos otro y además no tenemos que pagarlo" "Ritmos de trabajo intensos y comprar menos elementos de seguridad para cientos dan más ganancia que hacerse cargo de uno de vez en cuando que ya está pago con la cuota que se pagó a la ART(aseguradora de riesgos de trabajo)".

Los cómplices necesarios de esta situación son los dirigentes sindicales corruptos, los que traficán con la sangre de sus compañeros. Por ejemplo hace pocos días pudimos ver por un programa de noticias a los dirigentes de la UOCRA capital aceptando coimas para hacerse los distraídos ante las condiciones de seguridad en las obras. Es indiscutible que los dirigentes de la UOCRA aceptaron la coima pero esta no era solo para obviar las reglas de seguridad en las obras, es parte de un paquete que incluye permitir el trabajo en negro, el trabajo de indocumentados por salarios por debajo de la miseria que pagan y fuera de convenio, como si este no fuera ya de por sí malo para el obrero.

Este tráfico de sangre de sus compañeros es sólo una parte de las tantas acciones con las que nos vienen traicionando los dirigentes sindicales y no solo los de la UOCRA. A lo largo de los años pudimos ver como los dirigentes sindicales entregaban lucha tras lucha y conquista tras conquista. Vimos como pasaron las leyes de flexibilizacion laboral y las reformas, como se creaba un ejercito de desocupados que hoy llega a los 4 millones junto a los subocupados, y a ningún dirigente se le movió un pelo. Los que estamos en las fabricas, obras y demás empresas del estado o privadas sabemos cual es la calaña de estos "dirigentes". Pero, ¿son ellos los responsables de que esto ocurra? Sí pero no son los principales responsables, ellos son los cómplices necesarios, pero los que hacen posible esto son las patronales y el gobierno, como popularmente se dice"la culpa no es del chancho sino del que le da de comer". Son las patronales quienes necesitan de dar coimas a los dirigentes para mas y mejor explotarnos, son ellos los que se vienen llenando los bolsillos con la superexplotacion a que nos someten. Y son los gobiernos de turno los que por aplicar las leyes que el imperialismo les impone y pagar la deuda externa corrompen a los dirigentes.

Pero detrás de esta denuncia de periodistas, supuestamente "independientes", existe desde las patronales y el gobierno una campaña más peligrosa que los dirigentes corruptos: quieren destruir a los sindicatos para desorganizarnos y tenernos mas aislados y divididos, por eso atacan a los dirigentes que tan útiles le fueron. Como decía un candidato en la campaña electoral el objetivo es dejarnos sin sindicatos por rama y sólo dejar sindicatos por fábrica. ¿Qué organización podrían conseguir los obreros en una obra que recién empieza, sin conocerse?

Por supuesto que tenemos que organizarnos para sacarles los sindicatos a los "burocratas", pero no podemos "tirar al niño junto con el agua sucia", la organización sindical es una herramienta de los trabajadores para pelearle a la patronal y no podemos dejar que nos desorganicen más. Los sindicatos son una conquista de los trabajadores y los tenemos que defender de los ataques de la patronal y del gobierno.

Sólo con organización podremos enfrentar los ajustes y la desocupacion y reconquistar el terreno perdido. Pero la cuestión no pasa solamente por elegir entre dirigentes honestos o deshonestos, es una cuestión de métodos de organización. Por ejemplo tenemos que luchar por sindicatos democráticos y no verticalistas, donde las negociaciones se hagan en asambleas y no a la espalda de los trabajadores, donde la cuota sindical la paguemos los obreros y no las patronales, donde los mandatos sean revocables y no eternos.

Harry Hermosilla Flores