|
Mayo de 2002 |
Argentina:
Análisis de coyuntura
Hacia un nuevo pico en el conflicto La ofensiva tuvo como punta de lanza a sectores vaticanos. Al ser frenada por el gobierno yanqui acabó con el ministro de economía Remes e hizo temblar al gobierno de Duhalde. Los trabajadores y sectores populares sin un eje político claro, por la desorganización que le imponen sus direcciones reformistas, no presentaron una alternativa, quedaron reducidos a luchas sectoriales o regionales, defensivas y aisladas, o sólo fueron espectadores de la crisis en las alturas. La resolución de ésta crisis no hace más que preparar la siguiente, pero se comienzan a definir los expectantes, y por esta vía, la próxima crisis amenaza con aumentar los niveles de enfrentamiento. Las nuevas amenazas exigen a los trabajadores y al movimiento de masas, tan sólo para no caer en mayores penurias que las actuales, una mayor organización en las luchas y un claro rumbo político independiente de los sectores en pugna.
Entre dos reinos Desde su asunción el gobierno de Duhalde contó con un inusual apoyo de la jerarquía de la iglesia católica. Las huestes del vaticano, producto de milenios de práctica política, suelen presentar varias posturas, o como se conoce en el lenguaje popular suelen poner "los huevos en varias canastas". Una es la diplomática, ecuánime y contemporizadora presentada como la oficial. Las otras, las líneas para presionar, son presentadas como las minoritarias. En este caso frente a la situación nacional, los miembros del Episcopado, presentaron dos posturas, una de ellas plantea congelar las negociaciones con el FMI. Preparando el consejo de obispos que sacaría un documento para fines de abril el sector "crítico" comenzó una ofensiva. El sábado 31 de marzo Duhalde recibió por espacio de tres horas a una comisión enviada por el cardenal Primatesta. Estaba integrada por cinco personas el secretario personal de Primatesta, el laico Guillermo García Caliendo, los sindicalistas Hugo Ghilini (Sindicato Argentino de Obras Públicas - Sadop) y Luis Cejas (Viajantes), el economista Daniel Carbonetto y el empresario Osvaldo Rial. Daniel Carbonetto es diputado nacional por el Polo Social que dirige el cura Luis Farinello, pero se hizo famoso como economista de Hugo Moyano y en representación de la CGT integra la mesa de consenso. Según Carbonetto fueron enviados por Primatesta para "conversar con el Presidente acerca de la necesidad de abandonar los ajustes del FMI, una posición que no hace sino aplicar en lo concreto en el caso argentino la tan conocida frase usada por el Papa en su momento, de que estos modelos ‘son modelos de muerte’."1 «No conviertan el diálogo social en una capitulación frente al FMI; el límite de la negociación es la dignidad del pueblo», (...)"ciertas exigencias del Fondo son inadmisibles porque afectan el interés nacional y suponen un costo social moralmente inadmisible"2 . La inusual oratoria en boca del cardenal que bendijo los campos de concentración del general Luciano Benjamín Menéndez donde fueron torturados y asesinados miles de militantes populares de la década del ’70, no es ingenua. Finalmente el episcopado sacó un documento poco específico y Moyano salió de la Mesa de Diálogo" llamando a una huelga para el 14 de mayo. Pero Primatesta no es una voz descolgada, fue tres veces presidente del episcopado y actualmente preside el equipo de Pastoral Social. Tampoco está desamparado, igual posición tiene el titular del importante arzobispado de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio.3 La procesión sigue por otros carriles. La ofensiva desatada por un sector de las huestes que sostienen al gobierno Duhalde tampoco parece haber sido una jugada aislada nacionalmente. En el momento en que se desataba la crisis en Argentina, una misión del FMI se encontraba en Brasilia para realizar la última revisión de un acuerdo que vencía en abril. Según da cuenta una corresponsal "sectores del gobierno brasileño pretenden prorrogarlo para continuar bajo el ala del Fondo. Otros, en cambio, quisieran saldar la última cuota con la institución y darlo por terminado."4 Tan inocentes como en Venezuela A mediados de abril el ministro Jorge Remes Lenicov comenzó una contraofensiva intentando definiciones políticas para cerrar el acuerdo con el FMI cumpliendo todas sus exigencias. El congreso comenzó a objetarle varios de sus proyectos y terminó por tumbarle el conjunto del proyecto con las exigencias imperiales. Remes Lenicov sólo pudo soportar una semana y el mismo Duhalde terminó empujando su salida. El mismo secretario del Tesoro yanqui explicaba que «la salida del ministro Remes se debe a que los políticos no quieren hacer lo que prometen».5 Buscando el ALCA, los yanquis quieren terminar con el gobierno Duhalde y con cualquier vestigio de política independiente. Buscan hacerlo, en principio, por humillación política. Ante el fracaso de Remes y las presiones por un desconocimiento del plan del FMI, mostraron los dientes. Por un lado "una fuente" en Washington hacía trascender que el Departamento de Estado propiciaba «elecciones anticipadas» en la Argentina. Localmente el embajador James Walsh, que conoce bastante bien la "colonia del sur" desde que estudió en Córdoba cuando tenía 16 años, movió sus peones más pesados en el campo "democrático" los gobernadores De la Sota, Reutemann y Romero amenazando tumbar a Duhalde con el mismo pedido de elecciones en pocas semanas. Ante los fuertes cuestionamientos y sin que existiera una clara hegemonía Duhalde llama a una reunión de notables. Una informal asamblea legislativa en Olivos que delimita y recuenta las fuerzas. Finalmente se encuentra una salida provisoria a la crisis con un documento de catorce puntos que propuso el gobernador salteño Juan Carlos Romero, que es una mera declaración para mostrar al exterior que Argentina promete seguir negociando con el FMI e interiormente dilata los tiempos hacia mayores enfrentamientos. Sólo cuando los interlocutores de Walsh le confirmaron que no habría cambio de rumbo, Washington aclaró que no alentaba la convocatoria a elecciones anticipadas, como había asegurado una alta fuente del Departamento de Estado, apenas un día antes. El sábado 27 un ansioso Eduardo Duhalde preguntó en el almuerzo «¿Che..., quién está metido con eso de las elecciones anticipadas?». Lo escuchaban el flamante ministro de Economía y los tres gobernadores más poderosos del país: el cordobés José Manuel de la Sota; el santafesino Carlos Reutemann y el bonaerense Felipe Solá. De la Sota y Reutemann mantuvieron un silencio pétreo ante la pregunta.6 Después de la crisis y la nueva delimitación de fuerzas el gobierno de Duhalde logra quedarse, colocar un ministro que fortalece los vínculos con el Mercosur y Europa y formar un gabinete que amplía su base de sustentación política interna. La resolución provisoria de la crisis sólo prepara un nuevo enfrentamiento que amenaza con agravarse.
La alegría no es sólo brasileña y la ayuda tampoco
En enero de este año Europa definía una política hacia la crisis argentina: "La Unión está dispuesta a negociar su apoyo a Buenos Aires, pero en el marco del Mercosur. El Ejecutivo comunitario, reunido ayer en Estrasburgo, analizó de forma extraordinaria la crisis argentina (...). El documento analizado por la Comisión, de siete folios, está firmado por los comisarios Pedro Solbes, Chris Patten y Pascal Lamy, responsables de Asuntos Económicos, Exteriores y Comercio, respectivamente.7 Apenas pasada la crisis el embajador brasileño Botafogo Gonçalves declaraba que Duhalde debe ser apoyado por Brasil porque «Es mucho más pro Mercosur que la administración anterior». Este apoyo no fueron sólo declaraciones. Los exportadores de trigo de la Argentina estuvieron a punto de perder el mercado brasileño, pero las autoridades de Brasil lograron evitar las presiones de la industria molinera brasileña, que pretendía abrir la importación del cereal desde Canadá y Estados Unidos. La decisión del ministro de Agricultura Marcus Pratini de Moraes está en sintonía con la postura del gobierno brasileño para flexibilizar al máximo el comercio con Argentina. Brasil también se comprometió a ampliar la cuota adicional de autos que Argentina puede exportarles y una misión brasileña vendrá a Buenos Aires para plantear que levanta todas las restricciones contra productos argentinos y que desea negociar un acuerdo de pagos entre los dos países para facilitar las importaciones argentinas. Se trata de un sistema conocido como Convenio de Crédito Recíproco (CCR), un mecanismo que supone la garantía de los respectivos bancos centrales para exportadores e importadores de los dos países.
Tierra arrasada La política yanqui para terminar de colonizar a la Argentina es profundizar el ajuste hasta llegar a una tasa de desocupación del 30% y una caída de la economía del 18%. A través de esta política los yanquis buscan destruir definitivamente toda la dirigencia política que no les sea incondicional.8 En palabras del embajador yanqui: «Sin plata, porque no habrá plata por mucho tiempo, el aparato duhaldista se va a quebrar en cuarenta mil pedazos. El conurbano va a estallar, es sólo una cuestión de tiempo. Estamos hablando de una franja inviable social y económicamente. Va a haber violencia, convulsión y muertes. Gente frente a los supermercados y vigiladores con metralleta. Eso es lo que se viene y durará mucho tiempo. Esa crisis se lleva puesto al peronismo bonaerense, porque no va a poder dar ninguna respuesta a sus punteros ni a su clientela habitual».9 Otra versión coincidente es la del saliente secretario de Hacienda de Eduardo Duhalde, Oscar Lamberto, dijo que Anne Krueger (número dos del FMI, como delegada yanqui) desea que «Argentina estalle y que pase por una hiperinflación que deprecie los activos, para que los capitales norteamericanos puedan venir a comprar las empresas por dos pesos». Lamberto basó su opinión en el hecho de que muchos empresarios estadounidenses «se quedaron calientes (enojados) por haber perdido en las licitaciones por las privatizaciones en los 90». Sostuvo además que en el FMI «conviven dos posiciones». Una, sustentada por Krueger, que «representa a EE.UU.», y otra por el titular del organismo, el alemán Horst Köhler. Este último quiere que «echemos a 500 mil empleados públicos, que suframos lo que tengamos que sufrir, pero prefiere que no lleguemos a la hiperinflación».10 En la pelea por "sus pedazos de la torta" (la que nosotros producimos todos los días), tanto yanquis como europeos, por una u otra vía, sólo nos deparan más "violencia, convulsión y muertes".
Una brecha que se ahonda
La delimitación de sectores avanza a pesar de la voluntad de los indecisos, por el propio peso de la situación objetiva. La perspectiva es hacia la definición de los sectores locales e internacionales que no terminan de decidirse esperando estar del lado del ganador final. Con el avance en la definición se ahonda también la brecha entre los sectores en pugna. Brecha que potencialmente permitirá una nueva irrupción independiente de los trabajadores y el movimiento de masas, corregida y aumentada, que posibilitará avanzar en la organización política de una alternativa nacional. El remozado pacto de Olivos que sostiene al gobierno Duhalde demostró que es el sector más fuerte entre los que se disputan el gobierno, reducido a la administración del saqueo por cuenta y orden de los imperialistas. Rebeliones populares como en Catamarca, Chaco, San Juan, Entre Ríos, Tucumán y Santa Fe muestran que la resistencia de los saqueados, los trabajadores y los sectores populares no cesa y aumenta en violencia como es el caso del secuestro de un funcionario para garantizar el pago de sueldos atrasados. Pero este avance no puede hacernos perder de vista las limitaciones actuales: luchas defensivas, aún sin coordinación nacional ni un eje político claro que les permita convertirse en alternativa a los ladrones de turno. La causa de su fortaleza sigue siendo nuestra debilidad.Tras una puja por el poder de varios días sigue el mismo gobierno que nos costó desde enero otros 140 mil trabajadores en la calle y que promete sumar 40 mil despidos en bancarios, 160 mil en docentes y 500 mil en estatales, siguiendo los dictados de los patrones imperiales. Siguen los mismos que permiten que los precios básicos se multipliquen con los mismos sueldos de miseria que teníamos en diciembre. Este gobierno con sus funcionarios y sus instituciones "democráticas", las de los patrones y sus representantes -los "salvadores" de derecha y los siempre funcionales reformadores "progresistas" del mismo sistema que nos roba- es un obstáculo para alcanzar tan sólo lo más elemental: comida, trabajo, salud y educación. Los trabajadores y los sectores populares tienen conciencia de este obstáculo absoluto y saben lo que quieren pero no cómo conseguirlo. Existe voluntad para un cambio pero no se sabe bien cómo y hacia qué. Esta voluntad que aún no se transforma en una organización nacional masiva para tomar el destino en sus manos, es la debilidad presente que les permite seguir sembrando miseria. Pero las masas no se rinden, siguen resistiendo, probando direcciones, métodos de lucha y aprendiendo. El próximo pico de la crisis pondrá más fuerzas en acción, y en la fragua de estas acciones se templará el nuevo eje político que se está buscando. Las asambleas populares, a pesar de sus limitaciones actuales, significan como referente de organización un escalón superior a las limitaciones que tuvieron las jornadas del 19 y 20 de diciembre.
Grupo Socialista Guernica Notas 1 Diario La Voz del Interior, Córdoba, Argentina, Domingo 7 de abril de 20022 Diario Clarín, Domingo 28 de abril de 20023 Diario Clarín, Domingo 28 de abril de 20024 Eleonora Gosman, Clarín, Sábado 27 de abril de 20025 Clarín, Sábado 27 de abril de 20026 Clarín, Domingo 28 de abril de 20027 Carlos Yarnoz, corresponsal en Estrasburgo del diario madrileño El País, 16 de enero de 20028 Clarín, Viernes 26 de abril de 20029 Revista Noticias, Sábado 27 de abril de 200210 Clarín, Sábado 4 de mayo de 2002. Lamberto es senador del PJ y uno de los colaboradores del ex ministro Jorge Remes Lenicov.Grupo Socialista Guernica gguernica@yahoo.com |