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Boletín Socialista N° 4 - Mayo del 2001

« Crisis en las alturas

« Contra la miseria: Una salida obrera

« Golpe del 76: una derrota de la clase obrera

« Al fascismo no se lo discute. Se lo combate

« Reportaje a un integrante de los Red Warriors un grupo que impulsó en Francia la pelea por las calles a los fascistas

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Contratapa

En 1885, un volante corrió de mano en mano entre los obreros de Estados Unidos, llamando a realizar acciones de toda la clase obrera para el 1° de mayo de 1886

 

"!Un día de rebelión, no de descanso! Un día no ordenado por los voceros jactanciosos de las instituciones, que tienen encadenado al mundo del trabajador. !Un día en que el trabajador hace sus propias leyes y tiene el poder de ejecutarlas! Todo sin el consentimiento ni aprobación de los que oprimen y gobiernan. Un día en que con tremenda fuerza la unidad del ejército de los trabajadores se moviliza contra los que hoy dominan el destino de los pueblos de toda nación. Un día de protesta contra la opresión y la tiranía, contra la ignorancia y la guerra de todo tipo. Un día para comenzar a disfrutar 'ocho horas de trabajo, ocho horas de descanso, ocho horas para lo que nos dé la gana'".

 

Ese l° de mayo de 1886, estalló una huelga general por todo Estados Unidos. En pocos días culminó en los sucesos por siempre asociados con el nombre de los mártires de Chicago. En 1889, el congreso fundador de la entonces nueva, Segunda Internacional marxista declaró al Primero de Mayo un día para acciones mundiales del proletariado. En más de cien años, la tradición del Primero de Mayo se ha desarrollado y ampliado como un día en que los trabajadores con conciencia de clase en todos los países evalúan su situación, hacen planes para el año siguiente, celebran el internacionalismo obrero y reafirman su determinación de llevar su lucha hacia la meta final: el socialismo mundial. Luchas obreras como en Corea o la intifada de las masas palestinas, refuerzan nuestra determinación en este 1° de mayo del 2001. Lo invitamos a reunirse con el Grupo Socialista Guernica para charlar sobre estos temas.

 

Crisis en las alturas

 

Parece casi mágico que la llegada de Cavallo al poder haya terminado con la inestabilidad política, grave para el poder ejecutivo pero no para el régimen. A fin de cuentas podría decirse, se resolvieron las "turbulencias económicas" con sólo imponer un impuesto a los cheques.

La magia no es tal. El secreto del por qué Cavallo pudo unificar a los sectores en disputa consiste en que es, por el momento, un arbitro confiable en las entrañas de la administración imperial. Un mayordomo entrenado en todos los secretos de palacio, que conoce a la perfección cuando servir a cada cortesano.

Esta crisis se produce porque los conflictos de intereses entre los representantes de sectores del imperialismo, el yanqui y el europeo no encontraba en el gobierno claridad política.

La debilidad del gobierno De la Rua consistió, desde su asunción, en sus indecisiones para saber a cuál de los patrones extranjeros debe hacerle caso en cada momento, Cavallo es para esto el hombre indicado.

La disputa es por el poder, por cuál de los sectores maneja el aparato del estado en beneficio de sus empresas. El gobierno, miembro de la Internacional Socialista (socialdemócrata), subió avalando todas las privatizaciones y los contratos existentes que garantizan el nivel de saqueo a las empresas de capital europeo (REPSOL-YPF, Telefónica, Telecom y otras).

Este sector europeo mantiene una ofensiva para que el sector financiero, ligado fundamentalmente a los yanquis, pague impuestos como ellos lo hacen por las empresas, conocido como impuesto Tobin.

De su parte el sector más ligado a los yanquis ha desatado una ofensiva para ganarle empresas, como las telefónicas. El dúo Cavallo-Alvarez, representante de los yanquis, estuvo desestabilizando al gobierno desde que asumió. No han valido concesiones a ese sector, el imperialismo yanqui quiere tener a sus hombres al frente directamente, y por cierto que no han parado hasta conseguirlo.

El conflicto de intereses se produce, entre otras razones, porque para robar los yanquis privilegian el cobro de la deuda y pelean por comprar ellos las empresas privatizadas; las ganancias de los europeos, que hoy están al frente del FMI, no dependen tanto de que se pague la deuda pero sí dependen de poder seguir extrayendo plusvalía del mercado interno a través de sus monopolios.

Este enfrentamiento repercute en todos los terrenos, por ejemplo en la pertenencia de Argentina al Mercosur o al ALCA, en si se apoya al plan Colombia o no, en si se condena o no a Cuba, donde los europeos tienen muchas inversiones. Sin el peso de estos factores de poder también parecería inentendible que Cavallo, al filo de su asunción como ministro, en lugar de reunir a los patrones locales haya salido inmediatamente de viaje a Brasil y España. Hasta el momento "los mercados", los dueños de los medios sociales de producción, los que determinan la gran producción, no encontraban el interlocutor político confiable que, por ahora, ven en Cavallo. Tal es el secreto de esta tregua.

Las coimas europeas llegan primero

Menem y sus secuaces posibilitaron que la primera ronda del saqueo fuera para empresas españolas, italianas y francesas, más ágiles en las coimas y con menos trabas burocráticas que las norteamericanas. Los yanquis protestaron y comenzaron una lucha, por momentos sorda, por momentos escandalosa, como la del "virrey" Terence Todman que terminó comprando parte de Aerolíneas Argentinas. Al poco tiempo, como lo demostró el caso IBM, los yanquis ganaron en dinámica y entraron en una puja abierta por el saqueo de los restos del estado argentino.

Uno de los casos que se ventilan públicamente para el lector atento es del rubro de las telecomunicaciones. Henoch Aguiar director de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones durante el gobierno de Menem consiguió desde ese puesto la legalidad del call-back (así se denomina al negocio de llamadas telefónicas internacionales que se cobran con la tarifa de otro país) que perjudicaba a las prestadoras europeas en el país, favoreciendo a las yanquis. Desde aquí se marca un número telefónico en Estados Unidos y automáticamente comunica con cualquier lugar del mundo, claro que ese servicio más económico es cobrado por la empresa yanqui. Aguiar representó a Movicom, la marca de telefonía móvil de la empresa C.R.M. que es parte de la estadounidense BellSouth y a Impsat.

Estas pujas de intereses se repiten en diferentes rubros del comercio y la producción, como los productos transgénicos, mientras las firmas estadounidenses (Monsanto y Novertis) monopolizan la venta de semillas modificadas y presionan para que no se impongan regulaciones al negocio, los europeos exigen una mayor regulación. De manera similar se deben entender las discusiones sobre la "regulación" o "desregulación" en otros rubros como el petróleo o los medicamentos. Como se podrá observar las banderas de la "libertad" (de "mercado" de "competencia" de "elección") se levantan o se bajan según convenga a los intereses de las empresas. Henoch Aguiar sobrino de la mujer del Presidente de la Nación y hombre de confianza de su hijo Aíto, es el actual Secretario de Comunicaciones.

Aguiar no es sin embargo un caso asilado, es parte del surgimiento de una nueva "especie" dentro de la fauna autóctona: los administradores imperiales. Son bichos de diferente pelaje, similares al camaleón, con la característica común de mantenerse de gobierno en gobierno sin importar si es peronista, de la UCR o el Frepaso. Otro caso notorio de esta "especie" es Daniel Marx (nada que ver con Carlitos): luego de haber participado del equipo económico de Menem y negociar la entrada de la Argentina al Plan Brady (por el que se traslado el riesgo de los acreedores de la deuda externa emitiendo bonos públicos), fue a trabajar al fondo de inversiones del inventor de ese plan (el ex secretario del tesoro norteamericano de igual apellido), luego volvió como Secretario de Financiamiento Externo de José Luis Machinea y es el actual viceministro de economía de Domingo Felipe Cavallo.

¿Hacia un cambio de régimen?

 

A partir del Pacto de Olivos entre los fuerzas políticas burguesas y el imperialismo se produce un salto cualitativo en la estructura socioeconómica del país. La soberanía nacional es hoy una formalidad. Por ejemplo, las fuerzas armadas han sido reducidas en la práctica a menos que una policía interna, la capacidad atómica de argentina fue desmantelada. Las pequeñas y medianas empresas sólo producen una pequeña parte pues la gran producción está manejada por las transnacionales de origen extranjero, con una pequeñísima minoría de capitales "nacionales", y la burocracia del estado. Esto significa que los medios sociales de producción no están en manos de una burguesía nativa sino ya directamente en manos del imperialismo. La burguesía nativa que sobrevive es la que se transnacionalizó, y dejó de depender de la defensa de un mercado interno cautivo, como es el caso de la burguesía nativa brasileña. El otro sector directamente desapareció entregando sus empresas centenarias a inversores extranjeros. Se confirma así en este proceso una caracterización histórica del socialismo revolucionario argentino: la burguesía nativa prefiere suicidarse a enfrentarse al imperialismo.

De ser un país dependiente pasamos a ser una especie de colonia, no política pero sí comercial y financiera, de extracción de los imperialismos. En consecuencia las instituciones del régimen han dejado de ser la representación orgánica, en el poder de una burguesía nativa y sólo son los administradores imperiales.

Esta es la explicación del menemismo. Desde el siglo XIX hasta la década de los '70 del siglo XX la burguesía nativa tenía un proyecto nacional. Por ejemplo cada familia de la oligarquía propiciaba que entre sus hijos alguno fuera abogado, otro cura y otro militar como un recurso para estar representados en los círculos de poder y así cuidar sus intereses "nacionales". Lanusse por ejemplo fue uno de los últimos representantes de este modelo "nacional" en el ejército. Cuando a mediados de los '80, la ciudad de Buenos Aires amaneció empapelada por afiches de un riojano con patillas postulandose a suceder a Raúl Alfonsín la incredulidad fue la reacción dominante. Reacción que cambió por estupor cuando el senador de los Estados Unidos Edward Kennedy anunciaba desde La Rioja que estaba seguro que Carlos Saúl Menem sería el próximo presidente.

El menemismo no es el representante de los intereses de ninguna burguesía nativa, su "reinado lumpen" así lo confirma, robaron para saquear sin invertir en actividades productivas al interior del país. Su virtud para implementar la "globalización", subordinarse económica y políticamente a los yanquis, fue que no representaba a algún sector social ni económico ligado a la suerte del mercado interno. Desde la óptica del imperio era el candidato ideal para implementar la "globalización" que como gusta decir Henry Kissinger "es otra palabra para la dominación mundial de los Estados Unidos".

¿Vamos a un cambio importante de régimen político? Creemos que no. Es posible que reduzcan el aparato de la burocracia política en el ámbito provincial, por ejemplo sustituyendo los miles de diputados, senadores y otros bichos por 3 o 4 parlamentos regionales, o incluso un cierre provisional del congreso estilo fujimorazo, pero no creemos que cambie el régimen hacia una dictadura represiva, al menos en el corto plazo. Nos basamos para esto en que la crisis en las alturas es por el momento entre sectores del imperialismo sin que ninguno se apoye en el movimiento de masas y en que éste no tiene dinámica ni organización para cuestionar seriamente el poder a los sectores en disputa, causa que permite además que puedan pelear como lo hacen.

El desarrollo de esta puja, luego de la "tregua" conseguida por Cavallo se juega en el terreno latinoamericano e internacional más que localmente, pero nunca tendrá una salida favorable para los trabajadores sin su lucha y organización. Es imprescindible ir construyendo una herramienta, partido, bloque o como se llame para encarar una lucha mortal contra la fuente de todos los males: la tiranía del gran capital y su estado.

 

Contra la miseria: una salida obrera

Como explicamos en la nota de análisis de la situación nacional Cavallo llega al gobierno con la misión de mediar entre el imperialismo yanqui y el europeo; En el ámbito local también vino a actuar como un "Bonaparte" no solo entre los distintos grupos, los que podemos llamar industriales y los financieros ligados al imperialismo europeo los primeros y al Yanqui los segundos sino que también entre los distintos sectores de la sociedad, la burguesía nativa reducida a su mínima expresión a la que intenta conformar con las medidas de protección a los bienes de capital y el impuesto a los cheques; a las centrales sindicales, con las que consiguió una importante tregua, manifestada en la suspensión del paro al que habian convocado para el 5 y 6 de Abril ultimos, a partir de suspender la desregulación de las obras sociales; y a los sectores más empobrecidos con la vuelta a flote de la secretaria o ministerio de infraestructura y la creación del subsidio al jefe de familia desocupado.

En estos últimos aspectos nos queremos detener un momento, por un lado lo que hace a Moyano y su CGT "opositora" cuya oposición ha quedado reducida una vez más, a un discurso con exabruptos y ninguna medida de acción concreta, y por otro lado a quienes compartieron con el dirigente camionero el palco del 5 de Abril, principalmente Degenaro que reduce su enfrentamiento con el gobierno a discutirle, por una diferencia de pesos si su plan de subsidios para la capacitación es mejor que el de Cavallo, cuando los dos padecen de los mismos males: por un lado crean una nueva división entre los sectores mas empobrecidos entre quienes se lo pueden adjudicar y quienes no, por otra parte legalizan la baja de salarios que quiere imponer el gobierno y, finalmente, legalizan la figura del desocupado crónico, en lugar de promover trabajo parta todos, que es la única forma de salir con dignidad de la situación que se vive en millones de hogares a lo largo y ancho del país.

El 5 de Abril Degenaro tambien se fue de boca cuando con un analisis desquiciado de la realidad planteo:"Con la movilización tiramos a López Murphy y también podemos hacerlo con Cavallo". Nada más equivocado; primero, si miramos con atención después de la asuncion de López Murphy no hubo grandes y masivas movilizaciones de esas que tiran ministros y gobiernos, los que vivimos la etapa recordamos el Cordobazo, el Rodrigazo, las movilizaciones de 1982 después de Malvinas o al país levantado contra la hiper de Alfonsin. Por el momento estamos ante una situación de desmovilización donde nos vienen quitando.

Primero debemos comprender esto; obviamente no estamos, para voltear gobiernos y ministros, porque desde hace mas de diez años, como clase trabajadora, venimos sufriendo derrota tras derrota que nos han significado la perdida de conquistas desde las laborales como la estabilidad el puesto fijo y la jornada de 8 horas por mencionar solo tres; hasta la más grande, la caída de los que fueran estados obreros del este europeo y Asia donde más de un tercio de la humanidad vivía con el trabajo, la vivienda, servicios, educación y salud garantizados por el estado.

La lucha es paso a paso y hoy el gran desafió es revertir esta situación que nos es desfavorable. Como primer paso para esto debemos entender las causas de que estemos así y comenzar a agruparnos, trabajadores ocupados y desocupados, para mejor resistir.

¿Serán estos discursos los cañonazos de días festivos a los que ya nos tienen acostumbrados nuestros dirigentes?

En un año electoral como este no seria de extrañar que como siempre hagan como el tero, es decir peguen unos gritos en la plaza para mejor cuidar los "huevos" que pretenden para las urnas. Sabemos que ni Moyano ni Degenaro nos representan cabalmente pero están ahí, en los sindicatos que, si queremos que nos sean útiles, tenemos que recuperar como la herramienta para la lucha que necesitamos y es con organización desde abajo como podemos empezar a hacerlo.

Creemos que una política adecuada es exigir a las tres centrales sindicales que abandonen sus discursos y sus medidas aisladas como los paros domingueros a que nos tienen acostumbrados y convoquen a un verdadero plan de lucha nacional con medidas escalonadas que nos permitan ir organizándonos para golpear al gobierno y ponerle freno a la ofensiva patronal-imperialista. ¡Basta de discursos y paros domingueros! ¡Exijamos unidad a las centrales obreras para un plan de lucha nacional!

La única forma de salir de la miseria a la que nos someten es con una soluciónpara los trabajadores, no para los patrones. Reflexione con nosotros si la situación en la que estamos es la que decimos o la que dice Degenaro y otros ilusionistas.

Golpe del 76: una derrota de la clase obrera

El 24 de marzo se cumplieron 25 años del último golpe de estado, que puso fin al gobierno democrático burgués de Isabel Perón y dio principio a la dictadura más sangrienta que sufriera la Argentina en su historia.

Quizás por ser 25 un número tan redondo las organizaciones de derechos humanos, los políticos, las organizaciones sindicales, los partidos políticos, los estudiantes, los intelectuales y hasta la iglesia se pronunciaron en contra de la dictadura y a favor de los "derechos humanos", de la "libertad de expresión", de las "ideologías" y de todo un concierto de libertades que este sistema "democrático" debe contemplar y "nunca prohibir". Y mucho menos dejar libres a los que la llevaron a cabo...

 

Pero más que rasgarse las vestiduras vale en este momento un balance sobre lo que empezó en el 76 y hoy por hoy continúa: un plan sistemático de aniquilamiento de todo tipo de organización obrera para convertir a los trabajadores en esclavos de las empresas imperialistas.

Entre los años 60/70 se dieron luchas obreras muy importantes. La oleada de luchas que detona en 1969 con el Cordobazo y alcanza una derrota importante con el golpe, había pasado por huelgas importantes como la realizada por los trabajadores metalúrgicos de Villa Constitución y el rodrigazo pero fue con las diferentes coordinadoras de gremios en lucha que surgieron en 1975 donde quedó de manifiesto el grado de organización de la clase obrera, tanto en lo sindical como en lo político. Este grado de organización, que ya cuestionaba seriamente el poder de la burocracia sindical, fue el verdadero enemigo del imperialismo y de los grupos económicos que apoyaron y colaboraron con la dictadura entregándoles comisiones obreras enteras, delegados de fábricas, compañeros de base, permitiéndoles que militaricen las plantas, según ellos buscando "subversivos".

Son muchos los compañeros obreros que se acuerdan de los milicos haciéndolos formar en el playón de la fábrica y separando a los delegados y activistas del resto, obligandolos a subir a los camiones y a los que no volvieron a ver. Fueron muchas las empresas en las que se aplicó este sistema: editorial Atlántida, astilleros como Astarsa y Mestrina, Mercedes Benz o la Ford Motors donde instalaron una casilla de torturas en terrenos de la misma empresa ¿Con el permiso de quién entraban así a las fábricas? ¿Quién les daba las listas de los activistas?

Pero a qué llamamos "grado de organización"? Según el análisis de investigadores del CONICET "los trabajadores en este período tenían un 1,2% de expresiones a favor de grupos combativos (guerrillas), pero en cambio sí se expresaban solidariamente a favor de otros gremios en lucha o contra aquellas personificaciones que los intentan sujetar, llámese cúpulas, dirigentes del gobierno, o matones sindicales, mostrándo así una voluntad de autonomía indicadora de conciencia de clase".

En el mismo trabajo se constata que del total de los trabajadores desaparecidos un 35% tenía militancia conocida y que en la clase obrera industrial el porcentaje de militantes subía, un 42% tenían militancia en el ámbito sindical y un 41% en el político. En cambio entre los asalariados profesionales o universitarios sólo un 17% tenían militancia en lo sindical y un 50% en lo político.

Estos datos nos sirven para demostrar que el golpe militar del 76 respondía a la estrategia del gran capital para imponer un modelo económico que años más tarde se conocería como neoliberalismo, su principal enemigo no eran los guerrilleros, sino la clase obrera, su organización y su conciencia.

¿Por qué si los obreros tenían tan alto grado de organización fueron derrotados? ¿Por qué la burguesía y sus gendarmes logran derrotar a la clase? ¿Qué falló en toda esta pelea?

Creemos que la respuesta más general a esto debemos buscarla en el tipo de dirección que tenía la clase en ese momento. Indudablemente la mayoría de la clase confiaba en direcciones con una política reformista, de conciliación de clases, el peronismo en sus diversas vertientes. Las corrientes clasistas que proponían a los obreros la elaboración de una estrategia obrera independiente de los partidos burgueses patronales buscando una nueva identidad política, no lograron madurar, justamente el golpe militar estuvo destinado a romper ese avance que se producía en la conciencia y se materializaba en organismos propios como las coordinadoras, que confrontaban además con la burocracia sindical.

La experiencia demostró que cuando la clase obrera decide luchar puede organizarse y dar pelea, pero esto por si sólo no alcanza, debe avanzar a la construcción de un partido político, independiente de los patrones no para reformar el estado que sirve para que la patronal mantenga su dictadura sino para destruirlo de raíz.

Angela Mendoza

Al fascismo no se lo discute... se lo combate

Presentamos dos extractos de artículos sobre diferentes experiencias de lucha contra el fascismo, a pesar de que los momentos históricos no sean comparables. La primera es la de un luchador antifascista, afín a las ideas anarquistas, luego político demócrata italiano, profesor de historia en la Universidad de Harvard y uno de los fundadores de la Mazzini Society en los Estados Unidos. La segunda sobre los Red Warriors, que fueron sin duda alguna un grupo que impulsó en Francia, a una cantidad importantes de jóvenes a arrebatar la calle a los fascistas. Es interesante detenerse en el tipo de organización que adoptaron en cuanto a centralización, clandestinidad y democracia. El artículo se basó en la entrevista con uno de sus miembros.

"¿Qué cosa se podía hacer?"

Se preguntaba Gaetano Salvemini, un cuarto de siglo después del surgimiento del fascismo reflexionando sobre los métodos para su consolidación.

"Los fascistas estaban armados, obedecían a comandos centrales y se podían concentrar rápidamente en grandes masas en los puntos elegidos precedentemente en camiones facilitados por las autoridades militares y por los empresarios privados, y sofocar a sangre y fuego toda oposición. Los atentados locales contra ellos no servían de nada. El pobre diablo que en un pequeño centro rural mataba a un fascista de poca importancia –que en el fondo era un pobre diablo como él- no resolvía ningún problema general, por el contrario, agravaba la situación local. Un llamado telefónico bastaba para que llegaran en pocas horas diez, quince, veinte camiones cargados de hombres armados provenientes de regiones vecinas. Y empezaba el incendio de viviendas, palizas, fusilamientos, actos brutales de crueldad. Una región que tuviese una experiencia atroz de esta clase no osaba moverse más. Toda tentativa de protesta provocaba una nueva ‘expedición punitiva’. El secreto de la victoria fascista estuvo en eso: el teléfono y el camión.

"Las reacciones de masas fueron las huelgas de protesta. Las hubo ... y ¡cuántas! Pero no servían de nada. No se podía vivir en constante estado de huelga. Después de un día o dos se debía volver al trabajo si se quería comer. Además que las huelgas provocaban nuevas ‘expediciones punitivas’, a las cuales no era posible resistir. La huelga ‘económica’ se propone un fin inmediato bien claro. Una huelga ‘política’ de protesta sirve sólo si la protesta puede por lo menos amedrentar a las autoridades políticas. En la Italia de ese entonces, la autoridad política, apenas comenzaba una huelga, dejaba mano libre a los fascistas y permitían las más feroces represiones.

"Así, tres mil hombres y mujeres fueron masacrados desde fines del año 1920 hasta fines de 1922 en una, en la cual los fascistas no perdieron más de trescientos hombres. ¡Un fascista por cada diez antifascistas!"

 

Red Warriors

 

Los Red Warriors fue un grupo creado en 1986. Al principio eran Greg y Simon que frecuentaban el mundo alternativo. Simon por aquel entonces tan sólo contaba con dieciocho años.

"Después de un día de fiesta planteamos el crear un grupo más seriamente. Era jodido para los que frecuentábamos la calle tener que asumir la ley de los "boneheads", que se organizaban y vivían en bandas, al contrario de la extrema izquierda que era normalmente autónoma. La idea era crear una banda de lucha activa contra la extrema derecha.

Así al dúo inicial se nos unieron unos cuantos más, hasta un total de 14 a finales del 87.

Normalmente los 14 no nos movíamos juntos, sino seis u ocho. Todos éramos más o menos skinheads salvo yo. Para las acciones directas éramos capaces de juntar hasta 60 personas.

La ventaja de los Red Warriors era que nunca parábamos en el mismo sitio, lo que hacía que no estuviésemos en ningún sitio, pero a la vez en todos. Pegábamos sin prevenir, lo que demostraba que los boneheads no eran superhombres. La historia era que los nazis tuviesen miedo de salir a la calle con toda su paraflenalia (banderas francesas, célticas, esvasticas...).

Los Red Warriors de todos modos éramos bastante menos numerosos que los nazis, lo que hacía que las acciones debían estar totalmente organizadas para evitar cualquier sorpresa. Estas se estudiaban sobre el terreno para evitar imprevistos de última hora. Las reuniones antes de las acciones eran rápidas y discretas, y se hacían en casa de unos u otros o bien en squatts.

Todos practicábamos algún deporte de combate (Full contact, Thaï Boxing, Kung Fu), aunque también usábamos armas como bates de baseball. Hubo cuatro ocasiones en las que se usaron armas de fuego:

* En Maraichers había un squatt de nazis los cuales querían hacer su ley sobre las okupas; fuimos unas cincuenta personas una mañana a eso de las 7:00. El resultado fue de 23 nazis heridos y el squatt cerrado por la policía durante dos días.

* En 1988 durante la campaña presidencial formaron un grupo para la pegada de carteles, teniendo en cuenta que mucha gente tenía miedo. Las camionetas que nos prestaron nos sirvieron también para alguna que otra acción.

Con la policía no tuvimos casi problemas pues normalmente teníamos cubiertas las espaldas (coartadas...). Aunque eso si, cada vez que los nazis recibían una paliza la policía nos venía a hacer una visita. Tan sólo Manu tuvo problemas con la madera, y tuvo que estar 14 meses en prisión por llevar armas, y Lionel que se encuentra actualmente en prisión, era el menos político pero uno de los más activos.

Así, poco a poco comenzaron a surgir otros grupos que también practicaban la caza del nazi. De todos modos, muchos de estos grupos no estaban realmente convencidos, les atraía demasiado el look, y sus acciones no siempre eran inteligentes. La lucha antifascista no es una coña desorganizada.

Tuvimos movida con la División St. Georges, Juvisy, Bunker 84 y JNR. Las acciones fueron frecuentes hasta el 92.Uno de los recuerdos que conservo con alegría fue el sistema de seguridad que montamos para el último concierto de los Berurier Noir.

Dentro del grupo a nivel político cada uno tenía sus propias ideas (todos anti-fascistas y nada más) no había problema de militancia. Era simplemente un odio visceral hacia la extrema derecha, había una bronca general contra los putos fachas. Hoy en día no nos vemos mucho pero seguimos en contacto.

¿Debemos dejar la democracia a los enemigos de la democracia? No tenemos que dejar que la extrema derecha nos domine para revelarnos contra ella. No podemos luchar pacíficamente contra una ideología que tiene como argumento principal la violencia. Buscá los medios para luchar contra la extrema derecha. La acción contra ellos es el único medio, ya que el argumento político no es suficiente pues cuando no son muchos lo escuchan, pero cuando son mayoritarios te aplastan.