El País Digital
Lunes
11 diciembre
2000 - Nº 1683

Índice Buscador

Home English

Menú de opciones




INTERNACIONAL
Cabecera

Portada

Intern

España

Opinión

Sociedad

Cultura

Gente

Deportes

Economía


España acepta perder la capacidad de bloqueo que tienen los países grandes

Piqué rechaza concretar el reparto de poder en cifras y se dice "satisfecho"

PERU EGURBIDE / ENVIADO ESPECIAL, Niza
España aceptó ayer dejar de tener la misma capacidad que los países grandes para bloquear decisiones del Consejo Europeo, órgano máximo de la Unión Europea, y se declaró satisfecha con que se le otorgue un número relevante de votos en ese organismo. Esta posición contradice el objetivo primario que el Gobierno español planteó con vistas a la cumbre Niza, y que era, precisamente, salir de ella con la misma capacidad de bloqueo que Alemania, Francia, Reino Unido o Italia.


Josep Piqué, durante una conferencia de
prensa ofrecida ayer en Niza (Reuters).
La pérdida de la equiparación total a los grandes a efectos de bloqueo deriva de la introducción de una condición adicional que permite rechazar las decisiones adoptadas por mayoría cualificada si los países que las apoyan representan menos del 62% de la población de la Unión Europea.

Desde ese punto de vista, España no tiene la dimensión suficiente para sumar un 38% de población con Alemania y algún otro de los cuatro países grandes, que sí alcanzan esa cota en cualquier trío que incluya a los germanos.

En el sistema actual, el único mecanismo de bloqueo consiste en oponerse a una decisión con una suma de votos que puede ser alcanzada por tres de los países grandes, incluida España, que está equiparada a esos efectos.

El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, se declaró, no obstante, "muy satisfecho" con la propuesta a debate que incluía estas condiciones, y afirmó que "España quedaba con la misma posición de bloqueo a efectos prácticos que cualquiera de los otros cuatro grandes".

Esto es cierto en la medida en que la propuesta asignaba a España un número de votos, 27, suficientes para formar minorías de bloqueo con cuatro países en las mismas condiciones que alemanes, franceses, británicos o italianos, pero no lo es del todo, porque la introducción de la cláusula demográfica implica un recorte en las posibilidades actuales de España, que queda en una posición rezagada de los otros cuatro.

El ministro Piqué dijo primero que sus datos le indicaban que España quedaba equiparada incluso según el criterio demográfico, luego empezó a dar algunas cifras, pero no le cuadraban, se interrumpió, declinó discutir con números y dijo: "Esa cláusula no le preocupa en absoluto a España". "Nos resulta indiferente", añadió en otro momento. El Gobierno español ha trabajado en esta cumbre con un programa informático denominado Amplue, elaborado por técnicos del Ejército de Tierra.

También dijo el ministro que la cláusula demográfica representa una garantía excepcional que "no debe ser usada normalmente" y consideró que, dado que a España le faltarían sólo "unas pocas décimas" para llegar al nivel de población que le equipararía a los países mayores a estos efectos, llegado el caso tal vez se le permita operar como ellos.

Para alcanzar ese nivel, España tendría que incrementar en ocho décimas el peso relativo de su población sobre la europea, para lo que debería sumar cerca de cuatro millones de habitantes adicionales.

La propuesta de referencia seguía contando anoche con la oposición férrea de países como Austria, Grecia y Portugal, cuyo primer ministro, Antonio Guterres, justificó su malestar ante la cumbre con un largo historial de agravios asociados a España que resumió de este modo: "Hemos defendido durante ocho siglos nuestra identidad nacional en la península ibérica".

Otras negociaciones

En otros terrenos, España había llegado ya anoche a acuerdos ventajosos que le permiten incorporarse a la reforma de la Unión Europea sin renunciar a intereses fundamentales.

Así, el futuro de los fondos de cohesión pasará a decidirse por mayoría cualificada, pero sólo a partir del año 2007 y siempre que se hayan resuelto los asuntos que todavía le queden pendientes a España en ese momento. También dejará de decidirse por unanimidad la seguridad de las fronteras exteriores, pero con una cláusula que permitirá a España dejar constancia de que Gibraltar queda excluida de ese proceso. Así podrá seguir cerrando la verja cuando le conviene.

Competencias y autonomías

El Gobierno español aceptó ayer abrir un debate sobre el reparto de sus competencias con la UE, que había rechazado hasta la víspera de esta cumbre de Niza por temor a dar pie a otra discusión paralela sobre la distribución de poderes entre el Ejecutivo y las autonomías. Josep Piqué, tras reconocer ese temor, afirmó que el cambio de la posición española se explica por la rotundidad con que la resolución aprobada ayer para convocar el debate expresa que éste se refiere exclusivamente a la "delimitación más precisa de competencias entre la Unión Europea y los Estados miembros". "Alemania [promotora de la Conferencia del año 2004 sobre el tema] ha insistido en esta cumbre en la misma idea y en que el reparto de competencias dentro de cada Estado es una cuestión interna. Por eso también Francia ha aceptado la propuesta", añadió el ministro.

Subir



Índice | Busca | 7 Días
Portada | Internacional | España | Opinión | Sociedad | Cultura | Gente | Deportes | Economía
El Tiempo | Debates | Cartas | Sugerencias | Pasatiempos | Ayuda | Juegos
Publicidad | Nosotros

© Copyright DIARIO EL PAIS, S.L. - Miguel Yuste 40, 28037 Madrid
digital@elpais.es | publicidad@elpais.es