Este comentario no sé si es favorable o no, a uno de los principales ítems de exportación de nuestro país: las telenovelas. Lo que aquí expreso son sólo hechos y el lector estará en su libre derecho de opinar si éstas son buenas o malas para nuestra imagen ante el mundo.
He aquí algunas cosas que me han pasado en mis viajes referentes a estos programas televisivos o "soup opera" como se conocen en inglés.
La primera vez que me di cuenta que éstas eran vistas en otros países fue en mi viaje a Perú en 1980, cuando estando en un barquito de totora en el Lago Titicaca con unas muchachas peruanas que habíamos conocido allá, uan de ellas nos dice: "Venevisión presenta a José Bardina y Marina Baura en Secretos en el Lago Titicaca, original de Delia Fiallo". "¿Y ustedes han visto las telenovelas venezolanas?", les pregunté sorprendido, "Puff!, claro son muy populares aquí", y les recuerdo, que esto me pasó en 1980.
Estando en Haifa, Israel, en 1998, fui con una compañera caraqueña a comprar pasta dental (dentífrico) a un supermercado, cuando llegamos a la sección de jabones y demás artículos de aseo personal, encontramos algo que parecía a lo que buscábamos, pero no estábamos muy seguros de lo que era ya que todo estaba escrito en hebreo, nos preguntábamos en español si lo comprábamos o no cuando una muchacha se queda viéndonos y nos pregunta en inglés: "¿están hablando en español?", "sí", le contestamos (no me acuerdo si en español o en inglés), el asunto es que le preguntamos si ella hablaba español, y nos dijo que entendía un poco, la animamos a hablar pero no se atrevió, cuando le preguntamos que dónde estaba aprendiendo y nos dice "veo las telenovelas venezolanas..!".
Allá mismo, en Haifa, donde me encotraba participando en la Convención Mundial de la Fe Bahá'í (www.bahai.org), me encontré con la delegación de Mongolia (sí de Mongolia), y cuando les dije que era de Venezuela, lo primero que me dijeron fue "Estelita, Estelita", confieso no saber qué era eso, pero al preguntar me respondieron "una telenovela venezolana".
Ese mismo año en Turquía, en una ciudad llamada Bursa, entré a una tienda de souvenirs, me atendió una muchacha como de 18 años, y cuando le dije que era de Venezuela me dijo "De Venezuela!, me muero de ganas por ir a tu país!", "¿y qué sabes de Venezuela?", "mucho, las lindas playas, la gente alegre, los muchachos hermosos, las ciudades ", "¿y cómo sabes todo eso?", le pregunté, "Veo novelas venezolanas!", la respuesta fue casi obvia. Debo agregar que me encontraba en un pequeño tour y le comentaba lo que me había pasado en la tienda de souvenirs a una muchacha rusa de cabello muy largo, que estaba en mi grupo e interrumpiéndome me dice "¿conoces a Grecia Colmenares?, tengo el cabello así de largo por ella".
En 1999, estuve en Alejandría, Egipto, al entrar a mi habitación en el Metropol Hotel lo primero que hice fue encender el televisor y oh sorpresa!, estaban pasando una telenovela venezolana doblada al árabe increíble, pero más sorprendente fue que al cambiar el canal estaban presentando otra más.
Y por último, hace unos días, hablando con una persona que recién llegaba de Panamá para un curso aquí en Maracaibo, me pregunta por José Gregorio Hernández, María Lionza, La Chinita y muchas otras cosas de Venezuela le respondí con detalle cada una de sus preguntas hasta que caí en cuenta, "no me digas que todo eso lo sabes por las telenovelas", la respuesta ya la saben.
Germán Montero Alcalá
Agosto 2000