Con motivo de los actos de celebración por parte de los ingleses y los colonos de Gibraltar del III centenario de la toma del peñón por medio de la piratería propia de la Marina Inglesa, se realizaron algunas tibias declaraciones por parte del Ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y de la Vicepresidenta del Gobierno, Mª Teresa Fernández de la Vega. El gobierno de su graciosa majestad y las autoridades colonas, por medio de su "capo" Pedro Caruana, respondieron, una vez mas, con desplantes y chulerías. Cansado de la cobardía de unos y otros políticos, escribí esta carta a los medios y le mandé copia al PSOE y PP.
Para un mayor conocimiento de la historia de Gibraltar, recomiendo la visita a este artículo de la revista Arbil.
Sr. Director:
Se habla estos días de las tensas relaciones entre España y el Reino Unido por las celebraciones británicas del tercer centenario de la toma de Gibraltar. Es falso.
No hay tensión. Si acaso hay un ligero malestar por las formas y las declaraciones del gobierno británico y de las autoridades coloniales de la roca. Pero no hay tensión. El Ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, dice que esto se soluciona creando un área de beneficio económico en el campo de Gibraltar. El portavoz de exteriores del principal, y quizá único, partido de la oposición, Gustavo de Arístegui, viene a coincidir en la propuesta, eso sí, advirtiendo de que todo esto es culpa de Zapatero por no tener amistad con Blair, y que Aznar esto lo arreglaba con una llamada a su "coleguita" Blair. Se refiere al mismo Aznar que hizo de guardaespaldas de Blair paseándose de la manita con él hace unos años tapándole las protestas contra la chulería inglesa del Tireless. El mismo Aznar que era tan incauto que pensó que por dar paseítos con Blair arreglaría algo, deponiendo así cualquier postura mínimamente firme por su parte. Por cierto, el mismo partido que ahora gobierna fue el que hace 20 años decidió abrir la verja, permitiendo de esa manera la situación económica de la que vive una colonia de menos de 30.000 habitantes con unas 75.000 empresas registradas, pensando que así, como el roce hace el cariño, con ese acercamiento llegaríamos a entendernos.
¿Tensión? Una potencia extranjera se apodera de un enclave español -recordemos que el peñón jamás se rindió a los ingleses, sino a un pretendiente al trono español- con las mismas armas que siempre utilizó el gracioso imperio: la piratería. Invadió después una zona "neutral" -el istmo- aprovechando la ayuda española en una epidemia de fiebre amarilla en la roca. Un enclave invadido que ha sido repoblado por colonos -la población autóctona que pudo escapar de los asesinatos y violaciones de los servidores de su graciosa majestad, los piratas ingleses, tuvieron que irse- y que se proclama como únicos capacitados para decidir, y que son dignos herederos de sus antepasados, corsarios ingleses. Un punto intocable de tráfico de drogas, amparado por su graciosa majestad. Un centro neurálgico de lavado de dinero de los mas oscuros orígenes, amparado por su estatus de colonia. Un gobierno local que se atribuye funciones de estado y que se ríe de las aguas territoriales españolas... Y con todo esto, un ministro dice que una visita es "inconveniente". ¿Y eso es tensión?
No se rían de la historia española, señores políticos de todos los partidos: En Gibraltar existe una invasión extranjera que merece, cuanto menos, firmeza en nuestras posturas. Exijan sin tapujos el cumplimiento de la legalidad en la zona. Impidan que buques de guerra extranjeros paseen por nuestras aguas sin permiso. Exijan el desalojo de un enclave invadido. Y mientras tanto, cierren la verja, tiren la llave al mar, y no dejen que personajes repugnantes del corte de Peter Caruana y su corte de multimillonarios con fortunas de dudoso origen sigan disfrutando de su ciudadanía británica, su estatus de gibraltareños, y sus Ferraris aparcados en sus mansiones de Sotogrande. ¿Quieren ser gibraltareños? Que lo sean. Pero que no salgan de ahí.
Cuando al gobierno de su graciosa majestad le empiece a doler el bolsillo por mantener una colonia que con la verja cerrada no puede mantenerse, verán como decrecen las chulerías y los desplantes.
Pero para eso haría falta vergüenza, orgullo y patriotismo. Y eso no lo hay en ninguno de los bancos del congreso. O yo al menos no lo he visto. Ni ahora, ni en gobiernos anteriores.
Atentamente,
Gonzalo García Yangüela
Agradezco
todo tipo de comentarios, no tienes mas que escribirme: