Volver a casa no siempre es fácil
... y menos tras una larga ausencia.T
odo era alegría en el Templo Sagrado, tras la derrota de Majin Buu... El mundo estaba nuevamente a salvo, y para colmo de dicha, Son Gokú había vuelto a la vida, esta vez para siempre. Chichi no había llorado tanto desde su deceso en el Cell Game, pero ahora sus lágrimas no eran de luto, sino de inmensa felicidad... compartida por todos los presentes en tan emotiva reunión de la familia Son.-Chichi, no llores... - murmuró Gokú, algo preocupado. - Pareciera que te he dicho que me voy al Otro Mundo...
-Sniff... - sollozó ella, hundiendo su rostro en la empapada camisa de su marido. -Es que yo... no puedo creerlo, nosotros... juntos otra vez...
Bulma se acercó a la pareja, desanudando la pañoleta dorada que portaba en el cuello. - Ya mujer, toma...
Chichi enjugó su llanto, separándose apenas de Gokú, quien sonrió agradecido a su amiga de la infancia...
-Es bueno tenerte de regreso en Chikkyu... ¡pero que NI se te OCURRA morir otra vez! - exclamó Bulma, haciendo reír a todos. Y volteó a ver a Vegeta, quien permanecía indiferente al bullicio general, como siempre...
-¡Y eso va para TÍ también, me oyes!
-Hn... - gruñó él, por toda respuesta. Era obvio que ya quería marcharse, pero no tenía la más mínima intención de expresarlo. Trunks lo notó enseguida, al percibir el débil ki de su padre.
-Mamá, ¿a qué hora nos vamos? Ya es tarde, ¿no?
-Sí, es verdad... - dijo Goten, apoyando a su amigo. - Tenemos hambre...
-Pueden cenar aquí, si ustedes gustan. - ofreció Dende. - Mr. Popo y yo estaremos encantados de que descansen en el templo... es lo menos que podemos hacer por ustedes.
-¡OOOH! ¡Comida, comida! - aplaudió Buu, mientras Bee ladraba en círculos alrededor de él. - ¡Buu quiere comida!
-Muchas gracias Kamisama, pero... - Kuririn tomó de la mano a 18-Go y Marron. - Nosotros... preferiríamos ir a Kame House. Hace tanto que no estamos ahí que, bueno...¡sinceramente ya olvidé lo que es estar en casa!
-Lo mismo digo... - rió Gokú, cargando inesperadamente a Chichi entre sus brazos. - Hijos, ¿nos vamos?
-¡HAAAI! - respondieron ambos al unísono. Goten se despidió con una gran sonrisa de Trunks y los demás, y Gohan hizo un último saludo a su sensei Piccolo... apenas había despegado unos cuantos metros del suelo, cuando sintió a alguien flotar cerca de él...
-Espera, Gohan... ¿no te despides de mí?
- ¡Videl... ! Este... yo...
-¡Hermano, apúrate! - chilló Goten, impaciente.
-S-sí, ya voy... - balbuceó él, sin saber qué decirle a la hermosa chica ojiazul que tenía enfrente. Ella sonrió, tímidamente.
-¿Sabes... ? Siempre supe que estabas vivo... bueno, antes de la explosión y...
-Hijo, vamos... ya podrás platicar con tu novia después, ¡teeeengo mucha hambreeee!
-¡Otousan...! - Gohan se sonrojó profusamente, a la vez que todos los abucheaban, divertidos. Pero a Videl no pareció importarle demasiado... ignorando su desconcierto, se acercó a él, plantándole un beso en los labios...
-Anda, te están esperando... - susurró ella, guiñándole un ojo. - Nos vemos luego... Gran Saiyaman.
Él la miró boquiabierto por unos instantes, atinando solo a decir "Adiós..." mientras Goten lo jalaba de su gi. Videl permaneció levitando en el aire, viendo como Gohan y su familia desaparecían por el horizonte, al igual que los demás guerreros... Pronto ella también volaría, en compañía de su padre y sus nuevos amigos, Buu y Bee.
Piccolo gruñó, haciendo que Dende y Mr. Popo voltearan, curiosos...
-Presiento que... pasará un poco de tiempo antes de que todo vuelva a la normalidad.
Y tenía razón.
Los primeros días de paz en la Tierra transcurrieron rápidamente, sin pena ni gloria. Gokú, cansado como estaba, cumplió su palabra; tras un gran festín, durmió todo ese tiempo, despertando solo para volver a comer. Chichi no se quejó; estaba demasiado feliz como para molestarse con él-- incluso había dejado que sus hijos vacacionaran en Capsule Corp., "para que luego se dediquen al estudio con todas sus energías", según les había dicho. Bien merecido tenían ese descanso, después de la dura batalla... claro que, tras una semana de ocio, hasta un trío de semi-saiyans se fastidia...
"...y grandes festejos en honor a nuestro salvador, Mister Satán, se han celebrado en cada ciudad del orbe... "
-Trunks, cambia el canal... ¡las noticias aburren!
-Ach, Goten... yo no tengo el control remoto, hazlo tú...
-Pero está muy lejos... además, es TU tele...
-Por eso mismo, ¡te digo que vayas TÚ!
-Ay... ¡te aprovechas porque eres mayor!
-Por favor, Goten... ¡aunque tuvieras mi edad, seguirías siendo un debilucho! ¡Cámbiale tú!
-¡No quiero! - rezongó él, mostrándole la lengua.
-Ya chicos, no se peleen... - los reprendió Gohan, quien no había querido intervenir hasta entonces.
-Él tiene razón... - dijo Bulma, quien acababa de entrar a la sala. - Gracias Gohan, no sé que sería de la Corporación si no hubieras venido... yo no podría controlar a estos niños sola, menos sin el vago de Vegeta, quien se ha ido a solo-Kami-sabe dónde... en fin. ¿Por qué no ponen un videojuego o algo así, eh?
-¡Qué aburrido! Goten es un bobo, ya le gané en todos...
-No es mi culpa... ¡tú puedes jugarlos todo el tiempo! En casa yo no tengo...
-Basta Trunks, pórtate bien con nuestros invitados...
-Pero es la verdad, mamá...
-He dicho BASTA, jovencito. ¿Por qué no van a tu cuarto y buscan algo SEGURO en qué entretenerse hasta la hora de la comida? Hoy he ordenado pizzas, ¿qué les parece?
-Grandioso... - murmuraron ellos, retirándose a regañadientes. Ni siquiera una opípara comida podía devolverles el buen humor.
En eso, sonó el timbre. - Vaya... el servicio de entrega es cada vez más veloz... Ni hablar, pensé que con una orden tan grande se tardarían, pero creo que ya han memorizado la dirección con tantos pedidos...
-Yo iré, Bulma-san... - dijo Gohan, levantándose del sofá en el acto. Mas al abrir la puerta se llevó tremenda sorpresa al toparse con...
-¿Videl? P-pero... ¿qué haces aquí?
-Hum, no sé, me equivoqué... ¿cómo crees, baka? - rió ella. - Te he estado buscando, ¿puedo pasar? La última vez que estuve aquí no entré... Capsule Corp. es un hermoso lugar, ¿neh?
Gohan se rascó la cabeza. -¿Cómo... cómo supiste que estaba aquí? ¿Fuiste a mi casa?
-No... te localicé por tu ki ¿acaso olvidas que tú me enseñaste? Oye, ¿por qué no has ido a la escuela? Todos preguntan por tí, Erasa, Sharp...
-Bueno... mi padre aún se está reponiendo de la pelea, así que hemos venido a pasar unos días aquí, para no molestarlo...
-Ah... y... cuando vuelvas, ¿piensas seguir siendo el Gran Saiyaman?
-¿Eh? N-no, no creo... todos se enteraron de mi identidad secreta en el Budokai, ¿qué caso tie--
-¿Y las pizzas? Oh Videl, ¡qué gusto verte! ¿Qué se te ofrece?
-Buenas tardes, Bulma... pues... estaba pensando pedirle un favor, eso, si tú, Gohan, estás de acuerdo...
-¿Uh? ¿Yo... ?
Mientras tanto, en el cuarto de Trunks...
-¡Es tu culpa que nos hayan mandado aquí, Goten! ¿Qué tanto te costaba cambiarle tú?
-¡Casi nada! ¿No acabas de decir que soy un bobo y un debilucho?
-Ya... no te enojes, sólo bromeaba...
-Nah...
Trunks se cruzó de brazos, en inconsciente parecido a su padre, y sonrió.
El niño levantó la vista, intrigado. -¿Promesa... ? ¿Cuál?
-Quedamos en que te regalaría tres de mis juguetes, los que más te gustaran... ¿no te acuerdas?
-¿En serio... ? ¡Muchas gracias! - rió Goten, abrazando a su amigo.
-Ya, no es para tanto... - gruñó Trunks, separándose de él. - Anda, ¿cuáles piensas elegir?
-Oh... no sé, todos son tan bonitos... Creo que me llevaré ése... no, mejor aquél... ¡es tan difícil decidirse!
-Si quieres, llévate éste.. - sugirió Trunks, sacando una pequeña capsula de un cajón.
-¿Qué es? - Goten la accionó, y una mini-motocicleta apareció en medio de la recámara, dejándolo sin habla...
-¿Te gusta? Mamá me la dió en mi cumpleaños, pero ya no la necesito, es muy lenta... prefiero volar.
-Trunks, ¡está de lujo! ¿De veras puedo quedármela? ¡Con un juguete así, ya no quiero más! - exclamó él, emocionado.
-Hai. Es toda tuya...
El niño observó con satisfacción cómo su amigo se trepaba al vehículo, imitando el sonido de arranque y recorriendo caminos imaginarios... le daba gusto haberlo hecho tan feliz con un regalo tan sencillo...
-Oye Goten... ¿y tu papá?
-¿Uh? Ah, él está en casa, durmiendo... ¿por qué?
-Bueno... yo respeto mucho a tu padre, Goten, pero... ¿a qué se dedica él, aparte de luchar? ¿Tú sabes?
Él detuvo su 'viaje'. -Hmm... no, no sé...
-Mi padre moriría antes de trabajar... - continuó Trunks. -Pero no es necesario que lo haga, con las ganancias de la Corporación basta... en fin. De todas maneras, qué vas a saber tú, si apenas lo acabas de conocer... ¡Vamos afuera a que pruebes tu moto nueva, Goten!
-¡Sí! - respondió él, entusiasmado... pero las palabras de su amigo lo habían puesto a pensar. Era cierto, su padre aún era un perfecto desconocido para él... mejor se preocuparía de eso después, decidió con su inocencia infantil. Al salir al patio de la C.C., se encontraron con un par de chicos disfrazados, ensayando un baile ridículo...
-¡Yo soy el Gran Saiyaman I!
-¡Y yo soy el Gran Saiyaman II!
-¡Y juntos lucharemos por... el AMOR y la JUSTICIAA!
-Duh... - Una gota de sudor recorrió la frente de Trunks. -¿¡Qué es ésto!?
-Videl va a luchar al lado de Gohan... - explicó Bulma. -Así que le diseñé un traje, también... ¿no soy un genio?
-Oh sí, lucen estupendos, hija... - asintieron los Sres. Briefs, quienes contemplaban interesados el patético espectáculo.
-Gracias, pero se me hace tarde para volver a casa... - suspiró Videl, oprimiendo el botón que encapsulaba su atuendo de heroína. - Arigato gozaimasu, Bulma... ¡eres magnífica! Gohan, te llamo cuando haya problemas, ¿vale? ¡Ciao! - y partió, no sin enviarle un beso.
-¡Son novios! ¡Se quieren! - corearon Trunks y Goten.
Gohan se limitó a sonreír. - Jeje...
Lejos de allí, a varias millas de distancia de la Ciudad del Oeste, específicamente en el distrito 439, el día apenas comenzaba para cierto individuo de nombre Son Gokú...
-¡Huuuuuuuaahhh... me siento como nuevo! - bostezó él, perezosamente.
Lleno de energía, se levantó de un brinco de su cama; tras unos ejercicios de calentamiento para estirar a su cuerpo aletargado, se vistió con unos pants y camiseta, abriendo la ventana para aspirar el aire puro de Paozu Yama y dejarse entibiar por los rayos de sol... ¿cuántas veces no había anhelado un amanecer así... ? En el Otro mundo no existía el día ni la noche, las horas transcurrían iguales, como gotas de agua...
Contento, se dirigió a la cocina, advirtiendo de inmediato la quietud del lugar. ¿Dónde estarán todos? , pensó mientras bebía un galón de leche del frigorífico. Su pregunta fue pronto contestada, al percibir una débil presencia en el exterior, que tarareaba una dulce melodía... dejándose guiar por su voz, salió en su búsqueda y la encontró como un espejismo en medio del jardín... La miró en silencio por unos minutos, extasiado... jamás le había parecido tan hermosa como esa mañana, con una escoba en las manos, barriendo las hojas que anunciaban la próxima llegada del otoño... Sin poder resistirse más, avanzó hacia ella como abeja a la miel, e interrumpió su labor.
-Ohayoo, Chichi... ¿te ayudo?
-¡Gokú! ¡Qué alegría, por fin has despertado! - exclamó sorprendida, dándole un abrazo. -Temí que nunca lo harías...
-Ja... - rió él. - ¿Y los chicos? ¿Dónde están ellos?
-En casa de Bulma... no querían molestarte, son tan buenos...
Él se inclinó levemente, hasta rozar la punta de su nariz con la de ella. - Entonces... estamos solos, ¿neh? - susurró, antes de besarla. Chichi soltó su escoba, dejándose envolver por los fuertes brazos de su esposo, quien acarició su cabello, su espalda, su...
-¡Gokú! - murmuró ella, sonrojada. - Por favor, ahora no...
-No me digas eso... ha pasado tanto tiempo... Siete años, Chichi...
-Lo sé... - suspiró ella, separándose de él. - Pero ahora no es el momento. Gohan y Goten no tardan en regresar... gomen.
-Pero... pero Chichi... - balbuceó Gokú, sintiéndose completamente idiota. ¡Increíble! Se portaba romántico y...
Ella lo miró, con cierta tristeza en sus grandes ojos negros. No era tan fácil decirle que no... mas no pensaba retractarse.
-Éjem... me voy. Tengo que comprar unos víveres para la cena de hoy... quién sabe qué habrán comido mis niños estos días...
-¿Uh? ¿Puedo acompañarte?
-No, gracias... prefiero que te quedes a esperar a los chicos... Adiós, Gokú... ¡kintoeeeen!
-Chichi... - suspiró él, viendo cómo su mujer se alejaba rápidamente sobre la nube dorada. Se le hacía raro que no hubiera ido en el auto, pero más le extrañaba su comportamiento. Estaba confundido... no sabía qué error había cometido esta vez...
-Mujeres, quién las entiende... ¿neh, Kakaroto? Parece que no te está yendo nada bien... cómo te compadezco.
-¡Vejiita! Ppero... ¿qué haces TÚ aquí?
-Perdiendo mi valioso tiempo, baka... y por lo visto, tú no te quedas atrás... seguramente no habías levantado tu trasero hasta hoy, ¿me equivoco?- observó acerbamente. Gokú pasó una mano tras su cabeza y rió, apenado.
-Así es... acabo de despertarme, y ahora voy a almorzar... ¿quieres? - lo invitó, no muy seguro de lo que hacía.
-Ja... ¿tú cocinas, Kakaroto? - rió socarronamente.
-Hai... solía hacerlo, de niño... - contestó Gokú, entrando a la casa.
Muchos trastes y desastres después...
-Aaaahh... ¡qué bien comí!
Gokú frotó su estómago, y estiró los brazos, satisfecho. -¿Te sirvo más, Vejiita?
-Olvídalo... si como un poco más de esta basura que preparaste, moriré... espetó él, limpiándose la boca con el guante.
Su anfitrión ignoró el comentario. Vejiita había tenido tanta hambre que hasta hubiera devorado una piedra... tal parecía
-Hum... dime, Vejiita... ¿qué has hecho desde... tú sabes, desde que vencimos a Majin Buu?
-¿Vencimos?
Kakaroto, un verdadero guerrero saiyajin jamás comparte créditos... en fin, eres un ignorante. He hecho más que tú, si eso quieres saber...-¿Uh?
Gokú no comprendió del todo... mas entonces cayó en la cuenta de que las ropas de Vejiita, quien siempre procuraba mantenerlas impecables, estaban algo rasgadas y polvorientas... hasta unas gotas de sangre tenían.
-Oh, brillante deducción, baka... y si eres tan listo, deberías hacer lo mismo... eso, si no quieres que te elimine cuando yo alcance el nivel SSJ3...
Gokú sonrió. Al menos Vejiita se comportaba normalmente.
En ese instante, pudieron sentir dos poderosos ki acercándose a gran velocidad. Gokú se paró de un salto, pero su corazón
-Vaya... al fin podré entrenar a Trunks sin interrupciones... me marcho, baka...
-¿Te vas? ¿Tan pronto? ¿No te gustaría entrenar un rato aquí?
Vejiita frunció aún más el ceño, de manera que sus cejas se unieron en una sola. - ¿Por quién me tomas, por un estúpido?
-¿Uh? ¿Qué tiene de malo? - insistió Gokú. - Trunks también es un SSJ3...
-Gotenks, querrás decir... Kakaroto, mejor ocúpate de tus propios hijos... hasta alguien que no ha pasado toda su vida en Chikkyu como yo puede darse cuenta de que...
-¿Qué? ¿Darse cuenta de qué?
-Olvídalo... no me corresponde, ni me interesa. Ya te enterarás, tarde o temprano... - y sin decir más, despegó por la ventana de la cocina, dejando a Gokú más desconcertado que antes de su visita. Primero su esposa, luego Vejiita... ¿qué ocurría aquí? ¿acaso sería una especie de complot... ?
No pudo pensar por más tiempo. Sus hijos ya habían llegado.
-¡Mamá! ¿Dónde estás? ¡Ya...
-¡Ssh, Goten! Nuestro padre puede estar durmiendo aún...
-Pierdan cuidado, chicos... bienvenidos. - los saludó Gokú, recibiéndolos en el patio. Goten corrió a abrazarlo, seguido de Gohan, quien iba algo pensativo...
-Oye, papá... hace un momento nos topamos con Vejiita... ¿estuvo aquí?
-Síp... me acompañó a desayunar, ¿cómo ven?
-¿Hontou ni? ¡No puedo creerlo! ¡El papá de Trunks nunca nos ha visitado! Debe apreciarte mucho... - exclamó Goten.
-Salió de compras... no debe tardar mucho, creo. ¿Tienen hambre? Sobró un poco del ramen que preparé...
-No, gracias... Papá, si no te importa, quisiera tomar una siesta... ¡es imposible dormir con Goten y Trunks en el mismo cuarto! Cuando no están jugando, hacen guerra de almohadas... - bostezó Gohan, entrando a la casa.
Gokú rió, al imaginarse las noches que habrían pasado en Capsule Corp. -¡Descansa, hijo! ¿Y tú que dices, Goten?
El niño no respondió. Algo parecía preocuparlo...
-¿Hijo? ¿Ocurre algo malo?
-Sí. ¿Por qué dejaste que mamá fuera sola?
-Ah, pues... yo quise acompañarla, Goten, pero ella...
-¡Podría pasarle algo! ¡Voy a buscarla!
-¿Nani? Bueno, si quieres podemos ir ambos, en el auto...
-Nah, yo puedo solo... - y sacó una cápsula de su mochila, accionándola en el acto... ¡¡BOMB!!
-¡Oye...! ¡Qué bonita motocicleta! Pero es algo pequeña... nunca he visto una igual...
-Claro. Es única... Trunks me la obsequió... - contestó Goten, mientras intentaba arrancarla. - Hey, no quiere...
Por un momento, Gokú creyó estar reviviendo tiempos pasados... cuando él una vez trataba de manejar un vehículo parecido, para rescatar a Bulma de las garras de un pterodáctilo... vaya déjavu.
-Hmm... ¿qué tal si presionas este botón, Goten...?
-¡No, papá, no toques ése... !
Demasiado tarde... el chico cayó pesadamente al césped.
-Ups... lo siento...
-Ayy... ¡ÉSE botón es el que la encapsula! Perfecto, ahora tengo que buscarla...
-¡Te ayudaré!
-¡Iie, quédate donde estás, por favor!
*craaaaack*
-¿Dónde, aquí...? - Al ver la compungida expresión de Goten, comprendió.
-¡La pisaste... ha quedado inservible! - sollozó él, tomando los restos de su preciado tesoro en las manos... - ¡BAKA!
Gokú parpadeó, sin poder dar crédito a sus oídos. Goten... ¿lo había insultado?
-Sí, como no... - El niño se incorporó, mirándolo airadamente. - ¡¿Con qué dinero, papá... si tú no haces nada?!
-Goten...
El hombre quedó impactado, sin atreverse a seguirlo... Y sin querer, descubrió por fin lo que Vejiita le había advertido,
Y apenas era mediodía.
Un terrible desorden reinaba en la cocina... y en su cabeza. No podía pensar con claridad, así que extrañamente decidió limpiar un poco... había oído decir en muchas ocasiones a Chichi que eso la relajaba. Chichi...
-Hola, papá... - Gokú giró sobre sí, y vió a Gohan sentarse a la mesa. - ¿Qué sucede? Traes una cara que...
-Ah, no es nada, sólo que... bueno, rompí un juguete de tu hermano y él se disgustó mucho... no sé qué hacer para disculparme...
-¿Goten... enfadado contigo? Vamos, él es un niño muy noble... no creo que sea para tanto. A mí nunca ha dejado de hablarme, ni a Trunks, y mira que esos dos han tenido tremendas discusiones...
-¿Tú crees... ?
-Sí, te digo que ya se le pasará... - Los ojos de Gohan se iluminaron con cierta idea que se le acababa de ocurrir...
Gokú obedeció a su hijo mayor, quien velozmente lo guió por los aires hasta un conocido claro en medio del bosque,
-¿Te acuerdas de este lugar, papá... ? Vinimos aquí antes del... Cell Game.
Ambos se sentaron en el suelo, y Gokú sonrió. - ¿Cómo olvidarlo? Esos últimos días fueron fantásticos... vaya, hasta
-¿Son... Gohan? Ah, yo me llamo así por él, ¿verdad? Mamá me lo contó una vez...
-Sí... - rió él. - Ella quería ponerte 'Einstein'...
-Ah...
Gohan suspiró, y lanzó una piedra en el agua, la cual rebotó tres veces antes de hundirse.
Gokú pasó un brazo por la espalda de su hijo. - Habla... te escucho.
El chico bajó la vista, contemplando el reflejo de ambos sobre el río. - Todo... todo este tiempo no he podido dejar de sentirme culpable por tu muerte... a pesar de que tú me dijiste que no me lamentara, no puedo... ¡no puedo perdonármelo!
La voz de Gohan se quebró, y un par de lágrimas resbalaron por sus mejillas, mientras todo se nublaba a su alrededor...
- Por mi estupidez, Goten no tuvo un padre... ¡no merezco ser tu hijo! ¡desde niño siempre te he metido en problemas! -
- Hijo... ¿cómo puedes pensar así? No podemos cambiar el pasado... ni el destino. Yo morí en el futuro de Mirai Trunks, y aquí también... pero tuve la oportunidad de elegir, y elegí morir, por ustedes... lo sabes bien. En todo caso, si alguien tiene que pedir disculpas soy yo, por tantos momentos no compartidos en siete años... y por no haber podido evitar tu muerte cuando explotó la Tierra...
-Otousan...
-Yos´h...
Tú no le quitaste un padre a Goten. Tú lo has sido... todo este tiempo. Y me siento muy orgulloso de que seas mi hijo...Ambos guardaron fraternal silencio por unos minutos, que parecieron durar una eternidad.
-¡Beep, beep!-
-¿Uh? ¿Qué fue eso, Gohan?
-La alarma de mi reloj... - Gohan se ruborizó ligeramente. -¿Videl? ¿Qué... ? ¡No puede ser! ¿En este momento? Pero yo...
Volteó a ver a Gokú, quien a señas le dió a entender que no había problema... el chico sonrió, aliviado.
-¿Tu novia, neh? - Gokú le dió una palmadita en el hombro. -¿Cuándo la invitas a casa... ? Salúdala de mi parte, Gohan...
-Je... estee... siento no poder quedarme... Buu se ha perdido y Videl quiere que le ayude a encontrarlo...
-Pues anda, hijo... no sé por qué, pero todas las mujeres se enojan mucho cuando uno llega tarde... yo avisaré a tu madre
-¡Oh papá, lo dices como si fuera una cita... ! Ya me voy... - exclamó Gohan, abochornado, transformándose en el Gran Saiyaman I. - Eh... ¿otousan?
-¿Mmh?
-Me alegra mucho que estés vivo... ¡nos vemos luego! - y emprendió el vuelo.
Gokú lo siguió con la mirada, hasta que sólo era un punto en el firmamento vespertino. Gohan... parecía que apenas ayer lo había cargado, cuando sólo era un bebé... y en un abrir y cerrar de ojos, se había convertido en todo un hombre de bien.
El murmullo del río atrajo su atención... ¡hacía tanto que no nadaba! ¿Por qué no se le había ocurrido antes...?
-¡Atraparé un pescado grande para la cena! Eso le gustará a Chichi...
Unas hojas crujieron al ser pisadas, entre las sombras del bosque... sorprendiendo in fraganti a Gokú, quien apenas se había quitado la playera...
- Ni te molestes, no hace falta... YO siempre llevo la cena a casa... - dijo el recién llegado, quien arrastraba una trucha de tamaño descomunal. El chico estaba desnudo, y completamente mojado.
-Goten... ¡eres tú! - balbuceó Gokú, realmente impresionado... ¡Ahora sí que le parecía estar viendo su reflejo en un espejo!
-Hijo, lamento mucho lo de hace un rato... ¿qué puedo hacer para que me disculpes?
-Nada. - Goten ató bien los cordones de sus zapatos. - Olvídalo, ¿sí? Ya no me importa...
-Entonces, ¿por qué sigues molesto conmigo? Vamos, Goten... ¿quieres que te ruegue? ¡Pues bien! ¡Te lo ruego! Pero habla ya, ¡estoy harto! ¡Hoy no ha sido un día fácil para mí! - gimió Gokú, dando un puñetazo a un tronco, que se convirtió en astillas instantáneamente...
Goten abrió los ojos de par en par, al ver cómo su padre perdía la paciencia... pero no se inmutó en lo más mínimo. Si algo había aprendido como guerrero, era a no dejarse impresionar por arranques de furia...
-¡Ja! ¿Quieres que te lo diga? ¡Pues no creo que te guste! ¡Apuesto a que preferirías no haber resucitado NUNCA!
-¡PLAF! -
Gokú lo calló de una bofetada, sin poder evitarlo...
Un hilillo de sangre escurrió por la boca de Goten, quien miraba impávido a su padre, con los ojos anegados de lágrimas. Gokú no alcanzaba a comprender por qué lo había golpeado... ¡él, que nunca había levantado una mano contra su familia! Arrepentido de su acción, se acercó al niño, pero éste lo detuvo con expresión fulminante...
Expresión propia... de un Super Saiyajin.
-No. Me. Toques.
-Perdón Goten, yo no sabía lo que hacía...
-¡¿Cuándo lo has sabido, papá?! - masculló él, apretando los dientes. - No sé como Gohan y mamá pueden amarte tanto...
-¡No, Goten! - exclamó Gokú, tratando de apaciguar su cólera. - Hijo, estoy aquí... y te prometo que jamás volveré a separarme de ustedes...
-Papá... - sentenció Goten. - No prometas... ¡ALGO QUE NO VAS A CUMPLIR! - rugió, abalanzándose sobre él, pillándole desprevenido. Gokú cayó al suelo, cubriéndose solo con los brazos para defenderse de la fuerte arremetida... -¡HIJO!
-¡CALLA! ¡Tú no eres mi padre... nunca lo he tenido! - bufó él, cegado por la furia... - ¡Estoy HARTO de que me comparen contigo... a pesar de tus poderes, eres un IMBÉCIL! ¡TE ODIO! ¡Kame... kame... HAAAAAAAAAAAAAAAA!
- Iie, Goten... - corrigió Gokú, mirándolo con dureza. - Es... ¡Kame - hame - HAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
Un destello blanco inundó el valle, mientras el impacto de los poderes lo estremecía hasta sus raíces... Aturdido, Goten tosió, no muy seguro de haber vencido, pero... al disiparse el polvo, no vió a Gokú por ninguna parte... ¿acaso él... ?
-¿Doushite... ? ¡Otousan! ¡OTOOUSAN!
-¡Aquí estoy! - respondió Gokú, asiéndolo por detrás. - Nunca bajes la guardia... ¿no pudiste sentir mi ki, Goten?
-¡Suéltame, hiciste trampa! ¡Tú te teletransportas con el Shuken Idou!
-Y tú peleaste como SSJ... yo no. - sonrió Gokú.
-¡¿Nanii?! ¡Imposible! - Goten dejó de patalear, y su cabello y ojos regresaron a la normalidad... hasta ese instante pudo sentir el daño que se había hecho físicamente... por no contar el espiritual.
-Ayy... ¿pero cómo has podido vencerme así?
-"La transformación no lo es todo"... eso me dijo el Gran Kaio-shin cuando estuve en el Planeta Sagrado. Te falta mucho por aprender... aunque Gohan no ha sido tan mal maestro, ¿neh? ¡Peleas duro, sin necesidad de fusionarte!
-Él no me enseñó... fue mamá.
Gokú parpadeó, sorprendido. - ¿Chichi... ? ¡Eso sí que no lo sabía! Hay tantas cosas de las que aún no me entero... ¿qué te parece si volvemos a casa, hijo? Seguro nos está esperando...
-Sí... - Goten bajó la vista, humildemente. - Perdón... papá. No quería decir todo eso, es sólo que... no comprendo por qué te quedaste en el Otro Mundo, pudiendo haber resucitado... ¿qué no nos querías?
-Con toda mi alma... por eso no volví. Verás, una vez Bulma dijo que tipos como yo atraemos las amenazas, y tiene toda la razón. Yo no quería que ustedes arriesgaran la vida por mi culpa... Quise que tú, Gohan, Trunks y todos los humanos gozaran de una existencia pacífica, como debe ser...
-¿Pero a qué precio...? - sollozó Goten. - Yo hubiera preferido que estuvieras conmigo... de todas formas, apareció Majin Buu...
-Ya... - Gokú cargó con el pequeño entre sus brazos, y se colgó el pescado en la espalda.
El niño se acurrucó en su pecho, como el día en que se habían 'despedido', arriba en el templo. - Dime, papá...
-No por estar siete años en el más allá, quiere decir que no los ame... al contrario. Nunca olvides esto, si algún día tengo
-Te quiero, papá... - suspiró Goten, mientras se acercaban cada vez más a su hogar.
-Vaya... ya era hora de que llegaran... ¡pero mírense, están hechos un desastre! ¡qué horror!
-Gomen... - sonrieron ellos, con cierta complicidad. - ¡Mira, trajimos pescado!
-Gran cosa... ya serví la cena. ¡Ea! ¡Lávense las manos!
-Sí... ah Chichi, Gohan tuvo que ir a Ciudad Satán y...
-No hace falta que me expliques, Gokú. Él llegó antes que ustedes... en este momento, se está duchando. Tú también necesitas un baño, ¿eh?
-¡Lo
que tú digas! - exclamó él, feliz... al fin todo había
vuelto a la normalidad...
Por primera
vez en mucho tiempo, fueron ocupados los cuatro asientos del comedor de
los Son; el día no podía concluir mejor... al menos eso pensó
él, cuando fue a despedirse de sus hijos, en su recámara.
Gohan estaba extenuado, después de una alocada persecución
de Majin Buu por todo un centro gastronómico, y yacía profundamente
dormido. - ¿Goten?
-¿Sí, papá... ? - bostezó él, somnoliento.
-Mañana quiero que vayas a la Corporación Cápsula, y le pidas un radar dragón a Bulma... vamos a buscar las esferas, solos tú y yo... hay que pedirle a Shen-lon que borre a Buu de la memoria de las personas, ¿qué dices?
-Me parece...
fantástico... - cabeceó él, rendido. Gokú
despejó cariñosamente su melena, viéndolo dormir por
primera vez... En eso, alguien se acercó por detrás, y lo
tomó de la mano... Era una mano pequeña y delicada, que contrastaba
enormemente con la suya, grande y tosca. Luchar era su único punto
en común, aunque en diferentes terrenos...
Lentamente,
Gokú posó sus labios sobre esa mano, volteando a ver a sus
hijos, y luego a ella.
- Chichi... gracias.
-Ssh... - La mujer jaló de su mano, sujetándola suavemente. - Vamos...
-¿Uh? ¿A dónde... ?
-A... - Chichi lo miró, por encima del hombro. - A recuperar el tiempo perdido.
Gokú
sonrió... y cerró tras él la puerta de su habitación.
ziRt@, Septiembre 1999.