PREGUNTAS CON TRAMPA
====================
> > Hay preguntas que contestarías sin problema alguno si te las planteara
> un
> > amigo. Sin embargo, si es ella quien te las hace, se convierten en
> > «preguntas trampa». Yo llamo «preguntas trampa» a esas preguntitas que
> > parecen inocentes y que tu pareja te hace para que te sientas culpable,
> > aunque no hayas hecho nada malo...
> >
> > Por ejemplo, te has ido a cenar con los companeros y cuando vuelves,
> ella
> > está esperando en la cama, preparada con su pregunta trampa:
> >
> > -¿Qué tal te lo has pasado?
> >
> > Mucho cuidado con lo que le contestas, porque si le dices:
> >
> > -Huy, muy bien, me he reído más con María... ¡No, no, con María-no, con
> el
> > de administración!.
> >
> > Ya la has cagado. Se dará la vuelta y pondrá su culo de barrera entre
> los
> > dos.
> >
> > Tampoco puedes decirle que te lo has pasado regular, porque te dirá:
> >
> > -Pues entonces, ¿para qué vas? Todos los años dices lo mismo y todos lo
> > años vuelves.
> >
> > Y pondrá su culo entre los dos.
> >
> > Vamos, que si quieres tener su culo a favor, sólo hay una respuesta
> > posible:
> >
> > -¡Mal, me lo he pasado muy mal!
> >
> > En las relaciones de pareja hay que estar siempre alerta, porque cuando
> > menos te lo esperas, te lanzan el anzuelo a ver si picas:
> >
> > -¿Te gustó el vestido que llevaba Marta el jueves?
> >
> > En este caso sólo hay una respuesta posible:
> >
> > -¿Cómo era? No me fijé...
> >
> > Porque, como te haya gustado e incluso si no te ha gustado, la siguiente
> > pregunta es:
> >
> > -¿Ah sí? ¿Y cómo iba yo vestida?
> >
> > Y es que hay una ley inquebrantable con respecto a sus amigas. Nunca le
> > digas que su amiga es guapa, por mucho que insista. Si te pregunta:
> >
> > -Está guapa mi amiga Sara, ¿verdad?
> >
> > ¡Danger! ¡Peligro! ¡Calavera con dos palitos!
> >
> > -¿Tu amiga Sara? Pero si parece un calamar...
> >
> > -Pues ahora que ha adelgazado está muy bien.
> >
> > -¿Que ha adelgazado? ¡Pues como no sea de los codos!
> >
> > ¡Nunca lo admitas! Te diga lo que te diga, tú no cedas:
> >
> > -Pues la han elegido Miss Mundo.
> >
> > -Estará comprado el jurado...
> >
> > Hay una pregunta trampa a la que yo le tengo auténtico pánico:
> >
> > -Cariño, ¿tú crees que estoy más gorda?
> >
> > En este caso es importantísimo la reacción rápida, no dejes pasar ni
> medio
> > segundo antes de contestar:
> >
> > -¡No! ¡No estás gorda!
> >
> > No se te ocurra dudar lo más mínimo, porque como le digas:
> >
> > -Pueeees, no sé... No.
> >
> > Ella saltará:
> >
> > -¿Cómo que no lo sabes? ¿Es que no se ve? ¡Pues yo sí que veo que tú
> estás
> > más gordo! ¡Que se te ha puesto la papada como una saca de correos!
> >
> > De todas formas, no os hagáis muchas ilusiones porque tengo que decir
> que
> > hay algunas preguntas trampa en las que contestes lo que contestes
> quedas
> > mal. Yo creo que antes de hacerte una de ellas te deberían leer tus
> > derechos, porque cualquier cosa que digas será utilizada en tu contra.
> >
> > Por ejemplo, si durante una limpieza general, ella dice:
> >
> > -¡Huy!, aquí hay una foto de tu ex. ¿Qué hago con ella?
> >
> > Macho, estás perdido. Si le dices:
> >
> > -Rómpela.
> >
> > Mal, porque te dirá:
> >
> > -¿Qué pasa, que todavía te afecta cuando la ves?
> >
> > Pero como le digas:
> >
> > -Mujer, las fotos no se rompen.
> >
> > ¡Mal!
> >
> > -Ah, ¿no? Pues no sé para qué la quieres. ¿Qué pasa, que te vas a hacer
> un
> > póster? Pues en esta foto está horrible, ella nunca ha sido mona, pero
> > aquí tiene una cara de pan...
> >
> > No hay escapatoria posible.
> >
> > Hay que estar siempre atento, ya que puede asaltarte con una pregunta
> > trampa cuando menos te lo esperes:
> >
> > -Cariño, me han dicho mis padres que este año quieren venir a casa a
> pasar
> > las fiestas. ¿Qué les digo?, ¿que sí o que no?
> >
> > Si eres sincero y le contestas:
> >
> > -Pues no me apetece mucho, para qué te voy a engañar...
> >
> > -Claro, qué fácil, cómo se nota que no son tus padres, si fueran tus
> > padres ya estarías perdiendo el culo.
> >
> > Pero si le dices:
> >
> > -Ah, muy bien, pues que se vengan.
> >
> > _Claro, qué fácil, como tú no haces nada... ¡Hala, a llenar la casa de
> > gente! ¿Por qué no invitamos a cenar a la orquesta de Luis Cobos?
> >
> > Algunas preguntas trampa se pueden convertir en una auténtica pesadilla:
> > cuando estás tan tranquilo, ella aprovecha y te lanza:
> >
> > -¿Me quieres?
> >
> > -Pues claro.
> >
> > -¿Pero me quieres como antes?
> >
> > -Te quiero más.
> >
> > -0 sea, ¿que no me quieres como antes, que no podías vivir sin mí?
> >
> > -Síí.
> >
> > -¿Sí, qué?
> >
> > -Que te quiero.
> >
> > --¿Pero me quieres como antes?
> >
> > -Te quiero más.
> >
> > -0 sea, que no me quieres como antes.
> >
> > ¡Coño, dan ganas de separarse! ¡Aunque sea sólo por acabar la
> > conversación!
> >
> > Pero sin duda la pregunta que más odio de todas es ésta:
> >
> > -¿En qué piensas?
> >
> > -En nada.
> >
> > -En algo estarás pensando.
> >
> > -Pues no, no estoy pensando en nada.
> >
> > -Vale, vale, si no quieres decírmelo no me lo digas... -No es que no
> > quiera decírtelo, es que no estaba pensando en nada.
> >
> > -Aunque sea una tontería en algo estarás pensando.
> >
> > ¿Pero por qué ese empeño en que piense? ¡Pues no
> > pienso en nada! ¡Y no quiero que vengan sus padres! ¡Y está más gorda!
> ¡Y
> > su amiga Sara está muy buena! ¡Y que viva la orquesta de Luis Cobos!
> >
> >
               (
geocities.com/graciosidades)