LAS AFIRMACIONES EN NUESTRA VIDA COTIDIANA


Generalmente, cuando nos expresamos no somos conscientes de la importancia y la fuerza que tienen las palabras que decimos, y vamos adquiriendo algo a lo que le podemos llamar "vicios de expresión" que consiste en que hablamos y repetimos palabras sin sentido y que no reflejan ni contienen lo que verdaderamente queremos y sentimos. Por ejemplo cuando tenemos algún problema, cuando sentimos que nuestra vida ha tomado un rumbo que no es el que deseamos, tenemos sentimientos de frustración, enojo y los "vicios de expresión" se presentan en frases como: " no quiero seguir viviendo", "la vida es muy dura", que son expresiones que no tienen sentido y que a pesar que reflejan el instante por el cual pasamos, no reflejan del todo nuestros verdaderos sentimientos y por el contrario afianzan el dolor y el miedo que tenemos de enfrentar la vida tal y como se presenta.


Para ayudarnos en esos momentos difíciles y quitar de nosotros y de nuestra mente esos "vicios de expresión", podemos ayudarnos con las afirmaciones. Pensemos por un momento ¿en qué consiste una afirmación?, si buscamos en cualquier diccionario, el significado de afirmación nos dice textualmente " acción o efecto de afirmar" y el significado de afirmar "poner en firme, asegurar o dar por cierta alguna cosa". Entonces cuando nosotros decimos "no quiero seguir viviendo" y lo repetimos muchas veces le estamos dando fuerza a ese sentimiento, que se convertirá en una realidad, y ya ese pensamiento inicial que surgió en un problema cualquiera pasa a invadir nuestras emociones generando miedo, dolor, angustia, y termina afectándonos físicamente. Tomemos el ejemplo que a cualquier persona le ha ocurrido, cuando tenemos un disgusto, una angustia profunda o muchísima tristeza por algún episodio o situación ocurrida, al cabo de un tiempo, nuestro cuerpo se resiente, y se presentan dolores de cabeza, dolor en cualquier parte del cuerpo, gastritis, alteraciones en el funcionamiento normal de nuestro organismo.

Con las afirmaciones podemos crear una actitud mental positiva, que realmente sólo depende de nosotros mismos. Generalmente nuestra actitud mental depende de las situaciones que se presentan, de las personas con las cuáles nos relacionamos, de los momentos por los que estamos pasando, pero realmente la actitud mental depende únicamente de nosotros. Por ello debemos hacernos conscientes de nosotros: de nuestros pensamientos, sentimientos, actos, palabras, etc. y así desarrollamos la capacidad de cambiar la forma de pensar y la forma de expresión. Como resultado tendremos un cambio significativo en nuestras vidas.

Las expresiones negativas no sólo están presentes cuando hablamos de cada uno de nosotros, pues también tenemos la muy mala costumbre de criticar a los demás, siempre vemos lo negativo en todos y en todo: que esto pudo ser mejor, que aquello se ve mejor en este otro lugar, que esta persona tiene tales defectos, que esta actividad pudo ser mejor. Todo esto en forma moderada es bueno, debido a que nos impulsa a mejorar lo que hacemos y lo que somos, pero es preferible siempre ver las cosas buenas y positivas de todo, y como un principio de relaciones humanas, mientras critiquemos a nuestros semejantes más difícil será guardar una buena relación con ellos pues generalmente mientras escuchamos a alguien siempre estamos criticándolo: recordemos que el escuchar sin criticar es la forma más alta de inteligencia.
Para poder ver con claridad la belleza a nuestro alrededor debemos cultivar, primero, la belleza en nuestro interior. Esto dado que interpretamos el mundo de acuerdo con el cúmulo de experiencias que llevemos dentro, de esta manera, si tenemos una visión limitada en nuestro interior así mismo concebiremos un mundo lleno de limitaciones, esto mientras no podamos ver el mundo como ES sino como SOMOS.

Cuando hagamos afirmaciones para mejorar nuestra vida, debemos dejar que sea nuestro corazón el que nos diga cuál es la afirmación correcta, sin embargo aquí van algunos elementos que son importantes para que la afirmación tenga buenos resultados.

 

Lo primero que debemos hacer es comprender y ser conscientes que las palabras y expresiones negativas solamente atraen cosas y situaciones negativas, atraemos a nosotros lo que pensamos, lo que hablamos porque al entrar en "resonancia" nos identificamos con ellas.
Muchas de esas frases y pensamientos negativos tienen orígenes en los traumas y situaciones difíciles que vivimos en la niñez y en lo que llamamos creencias. Las creencias son parte fundamental de nuestras vidas, somos en parte lo que creemos ser y éstas se manifiestan en nuestras vidas como experiencias. El pensamiento se comporta como un imán, si tienes pensamientos de miedo, de desamor, de fracaso, más rápido llegara a tu vida. Lo mismo ocurre cuando pensamos positivamente atraemos situaciones y experiencias positivas.

Los pensamientos y palabras van juntos, ambos son vibraciones energéticas que atraen lo que llaman, sucesos de la misma calidad de sus vibraciones. Los pensamientos son sólo eso y podemos cambiarlos. Nosotros tenemos el poder de hacerlo.

 

El segundo paso es analizar cuál es la calidad de nuestros pensamientos y nuestras palabras, hagamos un balance y reflexionemos acerca de las afirmaciones que hacemos diariamente.

He aquí una muestra de afirmaciones negativas cotidianas: "nadie me quiere", "todo el mundo me hace daño", " yo no soy capaz", "no tengo dinero", "no tengo capacidad para un empleo mejor", "es que la vida es tan dura y difícil", " aquí no se consigue trabajo, todo es tan difícil", " yo soy tan feo(a)". Si analizamos las afirmaciones anteriores, nos damos cuenta que las podríamos resumir en una sola frase " baja auto-estima", es el resultado de no valorarnos como personas, como seres humanos, como trabajadores, profesionales, como seres capaces de inspirar amor, respeto o admiración, y esto es lo que creemos, estamos convencidos de ello y lo estamos viviendo, hemos cimentado toda nuestra vida sobre la base de estas FALSAS CREENCIAS.

Nuestra vida actual es el reflejo de un pasado arraigado en nosotros, desde ahí vienen las creencias negativas que se convierten en afirmaciones negativas.

 

El tercer paso es identificar las afirmaciones negativas más repetitivas, después de identificarlas remplazarlas por pensamientos y afirmaciones positivas.

Para crear una afirmación es importante tener en cuenta que debemos colocar nuestro nombre, así damos más fuerza y nos identificamos con propiedad con la afirmación, siempre debe estar expresada en positivo y en presente y además debe ser absoluta para que a nuestra subconciencia no le quede la menor duda de qué es lo que realmente queremos para nuestra vida.

Por ejemplo, si el problema es que tengo mucho miedo e inseguridad, pues bien la afirmación correcta sería: yo ( el nombre de la persona) soy muy valiente y seguro(a) de mí. La afirmación anterior sería la más apropiada por tener las características antes mencionadas. Si por el contrario digo: yo (nombre) no tengo miedo, no soy insegura, lo que esta haciendo es afirmando las cosas negativas, por eso recordemos siempre afirmar cosas positivas, virtudes. Es importante que aclaremos que las afirmaciones no son oraciones ni letanías para repetir, debemos tener plena conciencia de los que estamos diciendo, y tener los cinco sentidos atentos y dispuestos en la actividad que estemos realizando, además, es muy bueno acompañarlas de una correcta respiración que haga que nos sintamos mejor y que le de mayor fuerza a la afirmación (recordemos que el elemento AIRE se relaciona con la MENTE).

 

Afirmaciones y Prosperidad >>>

(continuación)

 


 

Grupo ERCS©

Todos los derechos reservados