1. El Sitio de Práctica.
El lugar de tu práctica debe estar libre
de distracciones, donde se escuche el mínimo de ruido
exterior, con buena iluminación y con una silla cómoda.
Ten a la mano todo lo que necesitas para tu práctica para
que no tengas que estar saliendo y entrando o incluso
buscando por toda tu casa y a media práctica algo que
necesites para continuar.
2. Relájate y Concéntrate.
No gastes todo el tiempo de tu práctica
preocupándote por tus problemas diarios. Si no puedes
concentrarte para y luego regresa a ella. Unas cuantas
respiraciones profundas antes de empezar te ayuda a enfocarte,
la tensión es la que la hecha a perder. Si te sabes la
técnica de Karate Kid no dudes en usarla.
3. Se Consistente.
Elige un horario diario para tu práctica,
tomando en cuenta el tiempo del día cuando estés mentalmente
fresco. Practica todos los días, aunque sólo sea de 15
a 20 minutos, un día que no toques es un día perdido.
4. Paciencia y Precisión.
Realiza cada ejercicio, cada pieza musical,
progresión de acordes, etc. lentamente, así hasta que
te salga lo mejor posible, hasta entonces podrás tocarlo
más rápido o al tiempo real según sea el caso. Este consejo
realmente pocos le hacen caso, es muy común ver a un principiante
tratando de tocar todo rápido y sin precisión.