República Federal del Centro de América
El 1 de julio de
1823, después de caer el imperio de Iturbide Centroamérica
declara su independencia tanto de México, como de España y
cualquier otro país y se crean las Provincias Unidas de Centro
América o la República Federal del Centro de América. Las que eran integradas por Guatemala, El
Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica.
La provincia de Chiapas que pertenecía a la antigua
Capitanía General de Guatemala se incorporó a la República
Mexicana.
Según La
Carta Constitucional promulgada el 22 de noviembre de 1824, cada provincia
tenía su gobierno local propio encabezado por un jefe de gobierno. Todos los gobiernos locales obedecían
al Gobierno Federal con sede en Guatemala y encabezado por su Presidente,
Manuel José Arce.
Juan Barrundia fue
el primer jefe de Gobierno de Guatemala, por diferencias con el Presidente
Federal, fue depuesto y encarcelado y la cede del Estado de Guatemala
trasladada a Quetzaltenango en donde fue asesinado el Vicejefe guatemalteco
Cirilo Flores. Ante esto los estados de
El Salvador, Honduras y Nicaragua protestaron y declararon la guerra al
Gobierno Federal. El 13 de abril de
1829, la ciudad de Guatemala es ocupada y saqueada por el ejército que
comandaba el general hondureño Francisco Morazán, quien
reinstaló en sus cargos a las autoridades depuestas por Manuel
José Arce. En 1833, Francisco
Morazán, Presidente de la Federación, trasladó la sede del
gobierno federal a San Salvador por sugerencia del Doctor Mariano
Gálvez, jefe del Estado de Guatemala.
Gálvez, de tendencias liberales, fue reelecto en 1835, pero tuvo
que huir a México en febrero de 1838, ante el avance de fuerzas
conservadoras comandadas por Rafael Carrera.
Desde El Salvador, el Presidente Federal nada pudo hacer para evitar que
Rafael Carrera y el partido conservador se hiciesen del poder en
Guatemala. En mayo de 1838, el Congreso
Federal autorizó a los estados integrantes de la Federación a
organizarse como mejor les conviniera.
A raíz de esto Nicaragua se declara separada de la
Federación, en abril de 1838; Honduras y Costa Rica, en noviembre de
1838; El Salvador, en febrero de 1841; y, por último, en 1847, es
fundada la República de Guatemala.
A nivel
económico, cuando se dio la independencia, Centroamérica estaba en
bancarrota. No se recaudaban mayores
impuestos. La explotación minera
había bajado considerablemente.
El paso de las tropas mexicanas había dejado en cero a todas las
instituciones estatales. El país
venía arrastrando una deuda colonial con México que no se
podía pagar. A pesar que se
abrió el comercio exterior, Centroamérica tenía poco que
exportar. El comercio entre las
provincias era casi inexistente y difícil de implementar por la falta de
carreteras que las uniera entre sí.
Las distintas luchas entre las provincias empeoraron la situación
económica. La gente atesoraba
las pocas monedas de oro y plata que todavía existían previniendo
inestabilidades futuras y siendo este el único medio de ahorro seguro
del que disponían. Con el tiempo
y la carestía empezaron a aparecer gran cantidad de macacos coloniales
que los indígenas habían atesorado, los cuales posteriormente
fueron contramarcados por las autoridades junto con moneda extranjera que
también entró en circulación. Asimismo, empezó a circular gran
cantidad de moneda macuquina falsa hecha en Honduras, la cual el gobierno
prohibió y recogió.
Con la
situación económica en contra y al dejar de existir la mano dura
colonial, que al parecer era lo único que unía a las cinco
provincias de La Capitanía General, empieza a surgir un fuerte localismo
en cada una de ellas que no fue contrarrestados por ningún
interés económico, político o social en común. En un intento unionista se contrajo en 1828,
la deuda "Inglesa", supuestamente para invertir en infraestructura y
generar riqueza, pero está fue usada para pagar sueldos atrasados y
deudas del Estado. Los gastos de la
unión así como las deudas contraídas las absorbió
básicamente Guatemala.
La Casa de Moneda
de Guatemala había estado prácticamente paralizada desde
1821. En 1824, se empezó la
acuñación de las monedas de La Federación en cantidades
muy escasas y muchas eran exportadas o salían del país al pagar
mercancías que se importaban.
Para las acuñaciones fueron usados los pesos, módulos,
cordoncillo y títulos del período colonial diferenciándose
únicamente en el diseño y el agregado de 10 dineros y 20 granos,
en las monedas de plata y 21 quilates en las de oro. Además de Guatemala que
continúo usando la "NG" como marca de seca, salvo en los
cuartillos que se usó únicamente la "G", también
realizaron acuñaciones esporádicas y sólo en algunas
denominaciones las provincias de Honduras ("T" de Tegucigalpa) y
Costa Rica ("CR"). Guatemala
acuñó monedas de 1/4, 1/2, 1 y 8 reales en plata y de 1/2, 1, 2,
4 y 8 escudos en oro; aunque únicamente las acuñaciones de
cuartillos, 8 reales y 2 escudos, se realizaron de forma casi regular.
Se conocen dos
ensayos o pruebas de 8 reales de 1824.
Uno con el follaje de la Ceiba más grande, en dos variedades, con
canto estriado y con cordoncillo. Y el
otro, con el sol en medio de los 5 volcanes.
En 1829, durante la ocupación de Francisco Morazán, se
acuña la pieza provisional de 1 real del Estado de Guatemala. De 1838, a 1841, Guatemala resella por
segunda vez monedas extranjeras y macacos locales.
Cualquier sugerencia o consulta por favor
háganoslo saber.
Monedas de Guatemala
Víctor
Hugo Sandoval
Abullarade
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