*AROUND THE HANSON´S LIFE*

*Capitulo 17: El Viaje*

Cuando llegaron a Arkansas, buscaron un hotel donde quedarse, como ya era muy tarde prefirieron dormir y empezar por la mañana. La primera en despertar fue Jill, se levantó y vio a Zac durmiendo plácidamente así que se metio a bañar y lo despertó hasta que ella estuvo lista

- Despiértate flojito, tenemos mucho que hacer –le dijo ella moviéndolo, Zac abrió los ojos, dio un enorme bostezo, se estiró y después se sentó en la cama
- Dormí como un bebé… ¡wow ya estas lista!… ok, voy a bañarme – dijo Zac saliendo de la cama envuelto en la cobija-
- Esta bien, mientras voy pidiendo el desayuno… ¿qué se te antoja?
- Mmmm, no sé, tú escoge… ¡hot cakes! –pidió finalmente-

Después de un rato, subieron al auto y salieron con rumbo a la casa de Gissa

- Zac, desde ayer te noto un poco distraido y triste, en todo el trayecto casi no hablaste ¿te pasa algo?
- No, no sé porque dices eso –dijo evadiendola-
- De acuerdo si no quieres hablar, lo comprendo, pero algo me dice que no estas bien, es Lizzy ¿verdad?
- ¿Cómo lo supiste? –preguntó asombrado-
- Soy bruja ¿lo olvidas?
- Bueno pues ya que lo sabes… ella y yo terminamos, quiere presionarme y eso no me gusta, lo peor es que la extraño y me cuesta trabajo hacerme a la idea de que todo lo que teníamos ya se terminó, habíamos hecho tantos planes…
- Tal vez no todo esta perdido Zac, quizá se alteró demasiado, pero si en verdad te quiere va a recapacitar, está bien que se den un tiempo, así sabrán si de verdad su relación vale la pena
- En fin, en fin… voy a estar bien –dijo él como si no le importara-
- No te engañes, la quieres y por eso te duele mucho, pero hombre al fin, no reconoces las cosas, por eso hacen tantas tonterías y después se quejan de que se quedan solos –dijo ella con un tono de molestia-
- ¿Y tú Jill?, ¿por qué te pones así? ¿quién te está haciendo sufrir?
- ¿A mi?, ¡nadie, nadie!, ¡qué cosas dices! –respondió nerviosa y mirando hacia la calle-
- Pues… yo no soy brujo pero podría apostar mi cabello, y mira que estoy diciendo mi cabello, a que un Hanson te está moviendo el tapete… pero ¿cual?, ¿Taylor?, ¿Isaac?, ¿quién de los dos Jill? –preguntó inquisitivo-
- ¡Zac, por favor! –respondió ella poniéndose roja-
- Vamos Jill, confiesa, si me dices prometo ayudarte, nadie los conoce más que yo, anda, ¡dime quién es!
- He… pues… ah… ¡ya llegamos!, mira ahí es –dijo ella señalando una de las casas, Zac se estacionó y ella bajó de inmediato, estuvo a punto de tocar, pero él la detuvo-
- Espera, ¿qué les vas a decir?, ¿vengo a ver si es verdad si su hija está muerta?, porque a mi se me aparece por las noches…
- ¡Claro que no!, ya había pensado en eso, tú sígueme la corriente y ¡por favor!, actua con naturalidad
–Zac asintió y ella tocó la puerta, estuvieron esperando algunos minutos, hasta que una señora de unos 44 años les abrió la puerta-
- ¿Si?, ¿en qué puedo ayudarles? –dijo la mujer amablemente-
- Hola señora, mire mi nombre es Jill y bueno, acabo de regresar de viaje y tengo muchas ganas de saludar a mi amiga Gissa, ¿se encontrará en casa?
– la mujer cambió rápidamente su semblante, pareció como si fuera a desmayarse, Zac intentó sostenerla, pero ella se soltó y los miró con coraje-
- ¿Qué tontería estás diciendo?… ¡largo de aquí!… ¡fuera!
- Pero señora… yo sólo… -intentó decir Jill, pero la mujer los corrió a empujones-
- ¡Lárguense y no vuelvan o les juro que llamo a la policía! –y cerró la puerta-
- ¡Vaya, qué gran idea!, ¿no tienes una mejor? –dijo Zac fastidiado-
- ¿Y ahora qué hacemos?, seguro que ella no nos dice nada…
- ¿Y si Gissa no es más que una chamaca loca a la que corrieron de su casa?, ¿una mala hija?, ¿por qué tiene que ser una muerta viviente? –dijo él ya desesperado-
- ¡No Zac!, ella no es normal, ¿ya se te olvidó lo te pasó?, ¡además su mamá te dijo que estaba muerta! – gritó ella-
- ¡Tú me sugestionaste!, yo ni siquiera estoy seguro de nada… sí, la señora me dijo eso, pero pudo haber sido porque no quieren ni verla, todo esto son alucinaciones tuyas y aquí estamos, molestando gente –replicó Zac, subiéndose al coche- ya vámonos, ¿o te vas a quedar ahí, esperando a que te llevan detenida? –dijo poniendo en marcha el motor-
- Estás cometiendo un error Zachary… ¡Por Dios, se trata de tu hermano! –dijo ella al borde de las lágrimas y subiéndose al auto-
- Jill esto es descabellado, no sé cómo me deje convencer por ti, digo, es cierto Gissa es una piruja, una zorra de lo peor que hay que quitar del camino pero todo esto de lo que hablas…
- Es que yo lo siento, ella es mala y si no hacemos nada va a dañar a Taylor y si algo le pasa, me muero… por favor Zac creeme, ya estamos aquí vamos a preguntarle a los vecinos, alguien tiene que decirnos algo –suplicó Jill, Zac la miró dudando, pero ella estaba llorando y eso le conmovió-
- Está bien, nos quedamos unas horas más, pero ni creas que yo voy a seguir haciendo el ridículo, investigas sola yo me quedo en el hotel… y ya no llores, me haces sentir mal

Zac llevaba ya un buen tiempo en la habitación, a ratos sentía remordimientos por haber dejado sola a Jill, pero pensó que estaban perdiendo el tiempo, además él estaba triste por lo sucedido con Lizzy, por un momento tomo el teléfono para llamarla, pero por orgullo no lo hizo, empezaba a aburrirse, cuando Jill llegó, cansada y deprimida

- ¿Que pasó?, ¿qué tal te fue? –preguntó Zac, aunque sin ganas-
- Nada, nadie quiere decirme nada, no sé que esconden pero es obvio que todos rehuyen el tema… hay algo muy obscuro detrás de esto, pero no sé qué, antes de venirme para acá lei las cartas en nombre de Gissa y de Taylor y todo aparece confuso, no hay nada claro… Zac, ahora sí vámonos, hoy es luna nueva y prefiero estar cerca de Tay, si es preciso no voy a dejarlo solo ni un segundo
- Y sigues con lo mismo, en fin, allá tú, en unas tres horas estaremos en casa –respondió Zac con cara de fastidio-

Empezaba a obscurecer cuando salieron del hotel, Zac fue a liquidar la cuenta mientras Jill, telefoneaba a casa, Isaac le contestó

- Hola… ¿Jill?, ¿cómo estás?, ¿encontraste a tus familiares?
- No, no, oye… ¿y Taylor?, ¿cómo está Taylor? –preguntó con insistencia
- Ah, ya veo, eso es lo que te interesa, descuida que por un par de días que estes lejos no se te va a ir –contestó despectivo-
- Ike, necesito pedirte un favor muy grande…
- Bueno, eso depende de lo que sea…
- Te suplico que no dejes a Taylor solo ni un minuto, por lo menos hasta que yo regrese, ya vamos para allá
- ¡Uy qué celosita resultaste! –dijo con cinismo- y qué ¿ya no estás enojada conmigo?
- No estoy jugando Isaac, de verdad es importante
- Está bien, yo te lo cuido, aunque no sé como lo tome él, como no nos hablamos… haré lo que pueda
- Mil gracias…, ¿sabes?, no eres tan desagradable después de todo
- Tú tampoco, ¿por qué no empezamos otra vez?,¿amigos?
- De acuerdo… te veo más tarde, bye –se despidió Jill-

Ike colgó el teléfono y sonrió contento, estaba feliz de haber hecho las paces con Jill, aunque empezó a preocuparse ya que de nuevo volvió a sentir esas punzadas en su pecho cada vez más intensas, logró llegar hasta su cuarto y ahí se tendió en su cama, poco a poco el dolor lo venció y perdió el sentido

Jill un poco más tranquila, alcanzó a Zac en el coche, iba a subirse cuando una chica se les acercó, él pensó que era una admiradora que lo había reconocido y se bajó para atenderla, al principio la miraron con curiosidad pues se veia bastante misteriosa, iba vestida con una especie de toga negra con un capuchón, resaltaban de su rostro unos hermosos ojos color miel

- Tengo entendido que ustedes vinieron aquí preguntando por Gissa ¿no es así? –fue lo primero que dijo la desconocida-
- Sí, sí, ¿tú la conociste? –preguntó Jill con la mirada iluminada-
- Hay mucho que contar, ¡vamos no podemos perder más tiempo!
- Un momento… ¿de que se trata todo esto?, nosotros no vamos a ningún lado que no sea Tulsa –dijo Zac enojado-
- Zachary, todavía se puede evitar una tragedia –le dijo la chica-
- Pero ¿tú me conoces?… espera, qué pregunta más tonta, ¡claro que me conoces!, buen truco pero no funcionó, Jill vámonos
- Ella es la única que puede detener a Gissa, porque es una bruja natural, pero necesita conocer los detalles, estaba esperando a que llegaran… tardaron demasiado, esperemos que no sea muy tarde… ¿entonces me acompañan?
- Zac, ya le escuchaste Tay está en peligro, vamos con ella, no perdemos nada, por favor deja a un lado tus escepticismos
- Jill… ¡es una charlatana! A ver ¿cuánto nos va a costar tu colaboración? –preguntó Zac cada vez más enojado y se volvió a subir al auto-
- Acompañame tú, él no nos hace falta –dijo la muchacha mirando a Jill, ella asintió con la mirada y se alejaron caminando, Jill volteó a mirar a Zac-
- ¿Me vas a dejar sóla en esto?, es tu hermano Zac –dijo Jill-
- Y te puedo asegurar que también tu hermano mayor corre peligro, incluso el resto de tu familia – dijo la muchacha, Zac sintió un escalofrío y le pareció ver la mirada penetrante de Gissa en el retrovisor, eso lo asustó y decidió acompañarlas-
- ¡Aaaaaaaaaaaah! –dijo dánsose por vencido- De acuerdo vamos, pero sigo pensando que esto es de locos…
- Tal vez hoy cambies tu forma de pensar en relación a muchas cosas –le contestó la chica-

Estuvieron caminando por espacio de 5 minutos, llegaron a una casa que tenía el aspecto de ser muy antigua y de estar abandonada , entraron en ella y la chica prendió unas cuantas velas, Jill y Zac se asombraron al ver que se encontraban en un especie de salón ceremonial, con altares y extraños signos dibujados en el piso, la desconocida les ofreció asiento y les sirvió una bebida que ámbos tomaron con desconfianza, hasta que Zac rompió el silencio

- ¿Qué es todo esto?, ¿qué está sucediendo con esa tal Gissa?
- ¿Es cierto que ella está… está muerta? –preguntó Jill con cierto temor
- Así es, hace muchos años que ella murió, de hecho hace cientos de años… ahora está intentando regresar, pero es una historia que tienen que escuchar por completo… muchas de sus dudas se van a aclarar…

@
Frames
http://www.oocities.org/hansonmexico