*Capitulo 19: Jill, eres una bruja*
- ¿Cómo que eso es todo? –preguntó Zac- yo todavía no entiendo nada, es
demasiado ilógico, ¡a ver explícame!, si esa historia es cierta y está
muerta hace tanto tiempo ¿cómo es que vimos y hablamos con su madre?
- Sí eso es cierto, primero por teléfono y ayer nos corrió de su casa
–medió
Jill-
- Bueno hay una razón muy sencilla para eso… en efecto, la mujer que
ustedes
conocieron es madre o fue madre de una Gissa, pero evidentemente no la
misma, ella es muy inteligente y se aseguró de que los datos de
identidad
que daba concordaran a la perfección, pero no contó con que esa chica
se
suicidó hace dos semanas… vivía en un internado y ahí se ahorcó
- ¡Ah!, o sea que si eso no hubiera pasado, su madre nos habría dicho
que
ella no estaba y nunca hubiesemos sospechado nada ¿cierto? –concluyó
Zac-
- Exacto, y tal parece que Gissa no se ha enterado de lo sucedido, ni
tampoco sabe que ustedes están aquí y eso es bueno
- ¿Y entonces?, ¿qué quiere ahora?, ¿qué va a hacer? –preguntó Jill
preocupada-
- Volver a vivir y para eso necesita a Taylor –contestó la desconocida-
- ¿Cómo? ¿y para qué quiere a mi hermano? –Zac seguía dudando-
- Bueno… ella necesita tener relaciones sexuales con el chico que ella
eligió, en este caso tu hermano y debe ser únicamente en periodo de
luna
nueva, si no lo logra en ese tiempo perderá su oportunidad y entonces
volverá al purgatorio para no regresar jamás… ¿saben a lo que me
refiero?
- Si, pero… ¿sexo? –preguntó incrédulo Zac-
- Supongo lo que estás imaginando, pero piénsalo de este modo… ¿cómo se
concibe la vida?… a través de la actividad sexual ¿no?, ¿ahora lo
entiendes?
- ¿¡Quiere embarazarse de Taylor!? –volvió a preguntar Zac cada vez más
confundido-
- No, claro que no, es simplemente el ritual, lo que significa la
entrega y
obtener la semilla masculina de vida después de eso… ella cambiará la
vida
de Taylor por la suya…
- ¿Y eso qué significa? –preguntó Jill temerosa de escuchar una
respuesta
que ya suponía-
- …Que va a matarlo… -los tres guardaron silencio, Zac volteó a mirar a
Jill, quién estaba casi transparente de la impresión, de momento sintió
que
la respiración le faltaba, Zac al darse cuenta de su estado, se sentó a
su
lado y le tomó una mano entre las suyas como tratando de infundirle
fuerza,
de repente Jill se levantó gritando histérica-
- Por Dios… ¡hoy es luna nueva!, ¡hoy es luna nueva!, es demasiado
tarde,
¡lo va a matar!… ¡Taylor va a hacer el amor con ella esta noche!, ¡tú
lo
escuchaste Zac!, ¡se va a morir, Taylor se va a morir!… y yo también
-Zac la
sujetó entre sus brazos intentando tranquilizarla, aunque él mismo se
sentía
desolado y muy preocupado-
- ¿Y qué podemos hacer nosotros? –preguntó Zac mientras acariciaba el
rubio
cabello de Jill y ésta sollozaba ya un poco más serena-
- Jill, tú eres una bruja al igual que ella, lo que tienes que hacer
por
ahora es impedir que ella consuma el acto con Taylor, eso es lo
principal,
después tendrás que hacer uso de tus dones para acabar con ella
- Pero ellos van a hacerlo ésta noche, y por más rápido que maneje no
llegamos a tiempo… debe haber alguna forma… lo peor es que Tay está tan
entrado con esa zorra que no va a pensarlo ni una vez, lleva días
deseando
acostarse con ella… o con la que sea… sus hormonas están desquiciadas
-dijo
Zac tratando de aliviar un poco la tensión-
- ¿Y si le contamos todo?, ¡llama a la casa Zac, todavía podemos
prevenirlo!
–dijo Jill safandose del abrazo de Zac y mirándolo a los ojos-
- Sí, nada perdemos aunque lo más seguro es que se enoje y nos tire de
a
locos, ya sabes que está idiotizado por ella y cualquier comentario
negativo
le molesta –sacó el celular y marcó. Contestó Avie
- Hola, estás llamando a la casa de la familia Hanson, en este momento
no
podemos atenderte, deja tu recado después de la señal y te llamaremos
más
tarde… Beep
- ¿Avie? –preguntó Zac-
- ¡Nooooo!, se supone que soy la contestadora ¿qué no me oiste? –se
quejó
ella-
- Avie, por favor no estoy para juegos, me urge que me comuniques con
Taylor, ¿está por ahí?
- MMM no sé, creo que no, dijo que iba a salir más tarde y se fue al
centro
comercial, no ha regresado
- ¿Se llevó su celular?
- Nop, de eso estoy segura porque he contestado sus llamadas… le llamó
Andy,
Erick, Josh y una fulana
- Esta bien, esta bien… ¿Y Ike?
- Dormidote, hace rato le llamamos para cenar y no bajó, ¿donde estás
Zac?…
vamos a ir a la casa de la abuela y ni tú, ni Tay, ni Ike van a venir,
siempre son ustedes los que faltan y ella se pone triste
- ¡No Avie!, ¡no vayan con la abuela!, dile a mis papás que no salgan y
tampoco dejen salir a Taylor más tarde…
- ¿Pero por qué?, yo sí quiero ir…
- ¡pásame a mi papá!
- ¡Papaaaaaaaaaaaaá, Zac quiere hablar contigo!…
Zac esperó impaciente unos minutos que le parecieron eternos, finalmente escuchó la voz de su padre al otro lado de la línea, pero cuando iba a decirle algo repentinamente la llamada se cortó
- ¡Me lleva!, ¡ya se descargó esta porquería! –gritó muy enojado-
espero que
Avary le diga lo que hablé con ella…
- …Hay… algo que puedes hacer Jill –dijo la chica- pero eso
significaría
enfrentar a Gissa hoy mismo, de hacerlo ella sabrá que conoces su
secreto y
las cosas pueden complicarse mucho para ti, pues es como prevenirla y
derrotarla ya no va a ser tan fácil… -Jill dudó por un instante, la
verdad
es que sentía mucho miedo, pero no tenía más alternativas-
- Sí, no importa, sea lo que sea, haré cualquier cosa con tal de que
esa
tipa no dañe a Taylor, ni a ninguno de los Hanson
- Eres asombrosa Jill, de veras –dijo Zac abrazándola de nuevo-
- … ¿Y qué tengo que hacer?… preguntó Jill con temor-
- Atraerla hasta aquí… invocar a su parte espiritual para que se haga
presente…
- ¿Y cómo hago eso?, soy bruja pero nunca lo he practicado, qué irónico
¿no?
siempre lo odié y ahora resulta que va a servirme para salvarle la vida
a
Taylor
- No te preocupes poco a poco irás descubriendote, tus poderes nacen de
ti
pero debes aprender a usarlos ¿ves ese libro?, es todo lo que tienes y
lo
que necesitas, sigue cada paso con cuidado, por cualquier duda que
tengas
recurre a él, ahí encontrarás los conjuros que sean necesarios,
mientras
aprendes a hacer los tuyos propios
Jill, se separó de Zac y lentamente tomó el pesado libro en sus manos al primer contacto con él sintió una especie de energía que recorrió su cuerpo y sin saber porque, también le infundió paz, se quedó absorta contemplandolo sin atreverse a abrirlo. Se hizo un profundo silencio
- Hay algo que todavía no comprendo… –preguntó de pronto Zac bastante
pensativo- ¿por qué escogió a Taylor? -él y Jill voltearon a mirar a la
chica con espectación
- Sí… ¿por qué precisamente a él? Alguna explicación debe de tener ¿no?
–cuestionó Jill-
La chica sin decir palabra extrajo de entre sus ropas un objeto que les mostró a ambos, era un camafeo bastante antiguo aunque muy hermoso, ella lo abrió y dentro venía una imagen pintada a mano, Zac y Jill abrieron sus ojos sorprendidos…
- Es… es… ¡Taylor! –dijo Zac asustado, mientras lo tomaba en sus manos-
- No, no lo es… su nombre es Christian –respondió la desconocida con la
voz
entrecortada-
- ¿El chico del que Gissa estuvo enamorada?, pero… ¿cómo?, es tan
idéntico a
Tay, ¿cómo puede ser eso? –interrogó Jill cada vez más asombrada, la
chica
sólo se encogió de hombros y unas lágrimas corrieron por sus mejillas-
- Fue hace muchas vidas, él no puede recordarlo, ni lo hará jamás, pero
Gissa lo tiene presente noche y día y no parará hasta vengarse de él
aunque
ya no se trate del alma de Christian, por eso eligió a Taylor ella no
puede
evitar ver en él a quien la engañó y la entregó para que la mataran,
por eso
quiere destruirlo y hacerle daño -dijo la chica llorando-
- No puedo creerlo… esto es… increible, ¿y tú cómo sabes tanto?, ¿por
qué
tienes esto?, ¿de dónde lo sacaste? –reaccionó Jill, pero al voltear la
chica había desaparecido, ambos se miraron a los ojos sin entender
nada,
todo era demasiado extraño, demasiado absurdo, y sin embargo era algo
que
estaban viviendo, de pronto a Zac se le iluminó la mirada, como si
acabara
de comprender algo-
- …Katherina… ella era Katherina! Jill, sólo ella podía conocer toda la
historia a la perfección y ese camafeo debió ser el objeto que
Christian
puso entre sus manos cuando la sepultaron –dijo Zac deduciendo las
cosas-
- Sí, tienes razón… pero entonces ella es…
- Un fantasma… sí, eso soy, un espíritu que no ha tenido paz desde hace
siglos… -dijo la chica apareciendo de nuevo, ahora con un vestido
blanco,
sin la túnica que antes cubría su rostro, Zac pudo observar que en
verdad
era muy hermosa- cuando morí pedí que me concedieran la gracia de ver
cómo
Gissa regresaba al infierno, mis ruegos fueron escuchados y desde
entonces
la he seguido en silencio, hasta ahora que llegó el momento de vengarme
por
lo que me hizo, pero sobre todo por lo que le hizo a Christian… por lo
que
quiere hacerle a Taylor
- Tú… ¿estas enamorada de él? –preguntó Jill algo recelosa-
- Yo sé que Taylor no es Christian pero en su rostro puedo ver al
hombre al
que alguna vez amé, aunque sea sólo una ilusión, si ella lo lastima es
como
si perdiera a Christian de nuevo y entonces jamás me lo perdonaría
–dijo
Katherina con tristeza-
- Yo no voy a dejar que le pase nada malo… eso te lo juro –dijo Jill y
se
acercó a Katherina para tratar de consolarla pero cuando intentó
tocarla no
pudo, la atravesaba como si se tratara de un holograma, Jill estaba
sorprendida-
- Quiero… pedirles algo muy importante –dijo la chica- no vayan a
decirle a
Gissa que yo estoy aquí, no todavía, me haré presente cuando sea
necesario,
cuando sea la hora decisiva voy a mirarla de frente, no antes
- Esta bien… se hará como tú quieras –respondió Zac-
- Entonces vamos, que ya perdimos mucho tiempo –dijo Katherina
señalando
hacia la ventana. En efecto ya había obscurecido por completo y la luna
nueva se divisaba en el cielo…