*Capitulo 25: ¡Corre Zac!*
Jill se quedó sumamente consternada, pues no comprendía a qué se debía tanto movimiento. Cuando ella iba de regreso al hogar de los Hanson, comenzó a llover, al llegar entró al jardín para ocultarse, luego todo pasó tan rápido, las luces en la casa se encendieron y escuchó voces alteradas, poco después una ambulancia se estacionó fuera de la casa, vio a los paramédicos entrar y en seguida salir con alguien en una camilla, Walker y Diana tristes abordando el vehículo… silencio… sorpresivamente Taylor salió como alma que lleva el diablo, ella intentó detenerlo pero él la empujó y se fue.
Dedujo que seguirlo era inutil, pues ni siquiera vio que rumbo tomó, consideró que lo mejor era ir a la clínica y averiguar allí que estaba pasando. Así que se puso en camino. Al llegar vio a Diana en la sala de espera, tomaba café y se veía muy afligida, dudó si acercarse o no, finalmente lo hizo.
- Hola Diana ¿que ocurrió? -preguntó cautelosamente-
- ¿Qué haces aquí?, creí haber sido muy clara contigo, vete Jill ahora
no
quiero discutir, no puedo discutir –dijo estallando en llanto-
- Por favor Di, no te pongas así, ¿no has hablado con Zac?, yo creí que
a
esta hora él ya te habría dicho que…
- ¿¡Zac!?, ¿pero que no está contigo? –interrumpió Diana, mirándola
espectante-
- N…no, no lo he visto desde… ayer, hoy que desperté en el auto él ya
no
estaba –contestó Jill tratándo de recordar-
- ¿Qué le hiciste a mi hijo?, ¿dónde lo dejaste? –cuestionó cada vez
más
alterada-
- Yo no le he hecho nada, te juro que no sé donde está…
- ¿Cómo que no sabes?, tu fuiste la última persona que estuvo con él…
si
algo malo le pasó a Zachary…
- Ay no, ni lo menciones… ahorita mismo me voy a buscarlo –dijo Jill y
se
dirigió a la salida, pero Diana la tomó fuertemente por el brazo-
- Tú no vas a ningún lado, ya no te tengo confianza y te vas a quedar
detenida hasta que Zac aparezca –
Y en el acto comenzó a llamar al
policía
que cuidaba la entrada del hospital, Jill se asustó mucho y sabía que
no era
conveniente para nadie que ella estuviera encerrada, además todavía
tenía
que averiguar lo que había sucedido con Zac, así que de un aventón, se
deshizo de ella y escapó corriendo. Diana se quedó muy nerviosa, pues
no
sólo la salud de Isaac estaba en juego, ahora tampoco conocía el
paradero de
Zac –
Y Zachary continuaba perdido, había caminado hacia todas direcciones y comenzaba a desesperarse, por ratos gritaba llamando a Jill, se le hacía tan raro que ella se hubiera ido sin él ¿y si se había extraviado también por estarlo buscando?
- ¿Cómo pudo pasarme esto?, ¿dónde estará Jill?, ayyyy ¿por qué ahora que tenemos que llegar a casa?… esto no me gusta nada, ¿y si nadie me encuentra?… tengo hambre… -pensaba Zac mientras deambulaba por ahí.
Había obscurecido y una densa niebla no le dejaba ver más allá de su nariz. Estaba intimidado, en el ambiente había algo tétrico que no lograba descifrar. Harto de no llegar a ninguna parte, se sentó sobre una roca, después de todo no podía hacer nada, sólo esperaba que alguien lo encontrara pronto. Se le figuró escuchar el sonido de una risa a lo lejos, se puso atento y ahora claramente oyó pasos cerca de él, volteó hacia todos lados, pero no podía vislumbrar nada con esa neblina tan espesa, comenzó a ponerse nervioso, se sentía observado, vigilado, los pasos sonaban cada vez más cerca suyo pero era incapaz de avidinar de donde provenían exactamente, giró sobre su propio eje esforzándose por descubrir de quién se trataba mas le fue imposible.
Tenía los nervios de punta, aparentemente estaba solo pero el sentía que había alguien más, la risa volvió a presentarse, y al poco una voz empezó a llamarle…
- Zac… Zac ¿puedes escucharme? – parecía como un susurro que el viento
traía
desde la lejanía, Zac ya no sabía qué hacer, el temor comenzaba a
invadirlo-
- ¿J… Jill… e… eres tú? –
- Zac… Zac…estoy a punto de encontrarte y no podrás escapar de mi…
- ¿Qui… quien eres?… ¿por qué te escondes? –dijo tratando de recobrar
el
aplomo y mirando hacia todas partes, de pronto… sintió una respiración
en su
nuca, asustado volteó pero no vio a nadie, y entonces escuchó la voz
hablándole al oído
- … Ya te tengo
Zac se sobresaltó y salió corriendo, iba a ciegas pues no veía absolutamente nada, se fue abriendo paso entre la maleza y los árboles que a tientas encontraba a su paso, no quería detenerse porque podía sentir que aquella presencia lo estaba persiguiendo, no se atrevía a mirar atrás, en su mente sólo estaba escapar, correr y correr para ponerse a salvo…
Taylor despertó de improviso, al abrir los ojos reconoció su cuarto, su cama. Por un momento creyó que se había tratado de una pesadilla, pero el gusto le duró poco pues en su espejo había un mensaje, se levantó de inmediato y fue a leerlo "Te atreviste a desafiarme, ahora observa las consecuencias". Tay fue de inmediato a la habitación de Isaac y la encontró vacía, bajó a la cocina y ahí encontró una nota de sus padres. "Tay, estamos en el hospital, tu hermano está muy mal, aunque los doctores no encuentran nada que le ocasione esos dolores, se sigue quejando mucho, no te preocupes por Jess, Avie, Mackie y Zöe, los llevamos a casa de la abuela, por favor si sabes algo de Zac avísanos" Sin dudarlo, se metió a bañar se cambió y salió en busca de Gissa, tenía que hablar con ella y explicarle porque no acudió a la cita, no le tomó mucha importancia a lo de Zac, lo primordial para él en esos momentos era Ike.
Jill no sabía a donde ir y estaba muy triste por todo lo sucedido, se sentía muy preocupada por Zac, no era normal que no apareciera y sólo se pudo imaginar lo peor, debía hablar con Taylor, él podía ayudarla pues era el único aparte de Zac que sabía que Gissa no era terrenal, le diría toda la verdad, le quitaría todas las dudas que seguramente aún tendría y juntos la destruirían. ¿Pero dónde encontrar a Taylor?, siguió caminando hasta el amanecer sin tener todavía ninguna respuesta. Finalmente regresó a la casa Hanson y se ocultó en el jardín, el sueño la venció pero horas después, vio salir a Taylor otra vez, lucía inquieto, como la noche anterior, temerosa de que la fuera a echar, decidió seguirlo.
Zac continuaba huyendo, estaba seguro de que ya pronto lo alcanzaría, comenzó a sentirse agotado pero era vital que continuara, y la voz no cesaba de llamarlo y él estaba cada vez más aterrado, muy dentro de sí sabía que de todas maneras no tenía escapatoria, que no tenía a donde ir, ni siquiera podía ver por dónde iba pero no quería darse por vencido tan fácilmente. Entonces tropezó con el tronco de un árbol caído, intentó levantarse pero una molestia muy intensa se lo impidió, se había torcido el tobillo, maldijo entre dientes mientras escuchaba que "eso" que le perseguía se abría paso entre la maleza, completamente horrorizado pudo sentir como se acercaba con rapidez hasta él, trató de alejarse reptando pero entonces sintió que lo sujetaban fuertemente, trató de vislumbrar a su perseguidor pero fue inutil, allí no había nadie físicamente.
- Te tengo –le dijo la voz al oído e inmediatamente lo jaló de los pies y lo arrastró a gran velocidad por el suelo, ante la súplicas de Zac para que parara, cuando por fin se detuvo él estaba inconsciente.
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Hola, este capítulo estuvo algo corto, pero bastante intenso ¿no?. Ultimamente he tenido mucho trabajo y me queda poco tiempo para escribir, por eso les pido que por favor me entiendan y sobre todo me tengan algo de peciencia, a veces me es muy dificil compaginar ámbas cosas porque no puedo descuidar mi trabajo, de cualquier manera yo trataré de no fallarles y tenerles listo el capítulo cada semana. Comentarios y sugerencias a karina_hanson_tay@yahoo.com.mx o en el foro de esta página. Estos últimos capítulos han estado muy flojos los mails ¿que ya no quieren que escriba? recuerden que para mi sus puntos de vista son muy importantes...
KARINA HANSON