*Capitulo 4: Gissa teje su red*
Al día siguiente durante el desayuno Taylor e Isaac miraban con insistencia a Zac, (quién tranquilamente se servía un poco más de cereal) y se sonreían burlonamente.
- ¿Qué? –preguntó Zac un poco molesto-
- Nada… ¡Qué genio! –dijo Ike mirando de reojo a Taylor-
- Y… ¿que piensas hacer hoy Zac? –preguntó Taylor-
- Nada especial…
- Ah!, entonces puedes quedarte con nosotros en casa, se me
acaba de ocurrir una canción excelente y quiero que me
ayuden a perfeccionarla
- Lo siento chicos… me acabo de acordar que tengo que salir
–dijo Zac poniéndose un poco nervioso-
- ¿Y con quién si se puede saber? –preguntó Ike mientras le
quitaba la caja de cereal de las manos a Zac-
- Pues… con… con… eh… ¡bueno y a ti que te importa! Con
quién salga o no es asunto mío ¿de acuerdo?, no tienen
porque ser tan metiches, ahora nada más falta que se
conviertan en mis nanas…
- Cálmate Zac, Ike sólo te hizo una pregunta, no tienes por
qué ponerte así… a menos… que escondas algo –rió divertido
Taylor-
- ¡No escondo nada, y ya déjenme en paz!, son
insoportables… cuando se juntan no hay quién los aguante,
no dejan almorzar en paz a uno –gritó Zac, botando su plato
de cereal y salió furioso de la cocina-
- Jajajajajajajajaja –se atacaron Isaac y Taylor de la
risa-
- Jajajaja, te dije que algo trae –dijo Ike conteniendo a
penas la risa-
- Sí, jajajajaja, tenías razón, ¿y si lo seguimos?
- Buena idea, pero vamos a dejarlo en paz para que no
sospeche.
La mañana transcurrió tranquila, Ike y Taylor no hacían más que espiar a Zac disimuladamente, esperaban el momento en que éste saliera para poder seguirlo. Zac por su lado se bañó, se arreglo bastante guapetón, hizo una llamada telefónica y salió sin darse cuenta de que era observado. Isaac y Taylor estaban a punto de salir tras él y cuando abrieron la puerta…
- Jen ¿Qué haces aquí? –dijo Taylor con cara de asombro y
miró a Isaac un tanto decepcionado-
- Vine a verte, ayer me dejaste muy preocupada y como en
todo el día no te has dignado a llamarme, decidí venir…
¿ibas a algún lado?
- No… yo no, Isaac sí y tiene mucha prisa… adiós Ike, ya me
contarás después.
- Esta bien… adiós Jen, que gusto verte – y salió corriendo
tras Zachary-
Mientras tanto Taylor y Jennifer se sentaron en la sala.
- Que silencio ¿dónde están todos? –preguntó ella-
- Salieron desde temprano mis papás llevaron a mis hermanos
de picnic y como ves no hay nadie.
- Vine porque estuve algo inquieta, ayer estabas muy raro
¿porque no me has llamado?
- Pues… estuve desempacando, acomodando algunas cosas, ya
sabes como es esto y a lo de ayer… no les des importancia,
estaba jugando, quise hacerte una broma
- Pues estabas muy pálido, pero en fin… Tay te he extrañado
mucho, cuando te vas me siento muy sola –le dijo ella
mientras se le acercaba mimosa, le comenzó a acariciar el
cabello y luego el rostro, Taylor la tomo por el talle, la
atrajo hacia sí y la besó tiernamente-
- Yo también te extraño mucho Jen, me gustaría tanto que
pudieras viajar conmigo…
- Mis papás jamás me lo permitirían y lo sabes.
- Si, por eso tenemos que aprovechar el tiempo que
tengamos.
Taylor recostó a Jen sobre el sofá y se colocó encima de ella, empezaron a besarse con dulzura pero la intensidad de los besos subía cada vez más, Taylor no pudo evitar evocar en su mente la imagen de Gissa, la veía tan sensual y provocativa, por ello tal vez olvidó que estaba con Jenny , y comenzó a besarla con más pasión, desabotonando la blusa de ella, quién se sintió incómoda.
- ¡Taylor, Taylor! ¿¡Qué demonios haces!? –le dijo, lo
aventó y se incorporó cerrando su blusa, él abrió los ojos
y entonces comprendió que se había equivocado, con
desilusión se dio cuenta que no era Gissa, se sonrojó e
intentó disculparse.
- Perdóname Jen, no sé lo que me pasó… me dejé llevar por
el momento
- Esta bien Tay, no creas que a mi no me dan ganas de
llegar más lejos contigo, te amo y nada me gustaría más que
nuestra primera vez sea juntos… es sólo que aún no me
siento preparada, ¿me entiendes verdad?
- Sí, supongo que sí, pero ¿no crees que hemos esperado
demasiado tiempo?, tenemos casi 4 años de novios, nos
amamos, hemos hecho planes, creo que ya es tiempo Jen
- No se trata únicamente de eso Taylor, esto tiene que ser
especial… no en el sofá de tu sala ¿qué tal si llegan tus
padres?
- Si ese es el problema… vamos a mi habitación… Jenny
siempre me dejas igual, creo que necesito algo más
- ¿Me estás presionando? –le dijo y se levantó del sillón-
- No, pero tú tampoco entiendes mis necesidades
–levantándose también-
- ¿Tus necesidades?, ¿acaso eso soy para ti?, ¿una
necesidad?, ¡eres tan egoísta! –las lágrimas corrían por
sus mejillas-
- Soy un chico de 17 años… ¡virgen!, Jennifer tengo
curiosidad y quiero que esto sea contigo
- Pues si eso quieres, entonces vas a tener que esperarme.
Piénsalo.
Y salió de la casa muy indignada y triste, Taylor se quedó recostado en el sofá, pensando en que quizá había echado a perder todo lo que tenía con Jen, pero a él ya le costaba trabajo controlar sus emociones y más aún después de conocer a Gissa, ella había despertado en él sensaciones que no había experimentado nunca, y ahora ¿qué debía hacer?
- No pareces muy animado, ¿necesitas hablar?
Tay se incorporó de inmediato, sabía que era Gissa, la había sentido llegar, ahí estaba tan despreocupada como siempre, bella y atrevida pero ahora él estaba sumamente deprimido, ni siquiera la miró, salió de casa, necesitaba aire, necesitaba pensar.
No pasó ni un minuto cuando Isaac entró corriendo por la puerta, agitado, bastante cansado.
- Tay… no pude alcanzarlo, lo perdí en el centro comercial
y por más que lo busqué...…
- Taylor no está… tú eres Isaac ¿cierto? –dijo Gissa
mirando fijamente los ojos de Ike, quién no pudo evitar
sentirse atraído e intimidado por aquella mirada, ella
caminó hasta Isaac y se puso frente a él, demasiado cerca-
- Sssi… pero yo a ti no te conozco… ¿quién eres? Ah si,
debes ser Gissa –dijo Ike muy nervioso-
- Así es, ¿Sabes Ike, qué eres más atractivo que Taylor?
- ¿Tú crees?…
- De-fi-ni-ti-va-men-te, siento no haberte conocido antes
que a él, me siento un poco decepcionada… con razón él no
quería que te conociera –ella le hablaba muy cerca del
oído, casi susurrándole, sus manos se apoyaban en el pecho
de Ike, quien había comenzado a agitarse-
- ¿El… no quería?
- No, me dijo que no tenía caso, pero ahora… no sé, creo
que él me ha estado engañando todo este tiempo
- ¿A qué te refieres?
- Taylor nunca me dijo que tenía novia y hoy los he
encontrado juntos
- Pero… Tay me dijo que tú sólo eras su amiga
- ¿Su amiga?… ya veo… tenía todo planeado, por eso no
quería que nos conociéramos para no desenmascararlo… pero
no puedo ser sólo su amiga después de lo que hicimos en Los
Angeles… él ¿te dijo?
- Algo me contó pero, según él no pasó nada
- Era de esperarse… después de que casi me forzó –en los
ojos de Gissa había lágrimas y sus puños se cerraban de
impotencia- Yo… yo no quería por eso lo rasguñé… traté de
defenderme… al final accedí, él me convenció de que sería
especial y que iba a estar conmigo siempre…
- ¿Taylor hizo eso?… discúlpame pero no puedo creerte –Ike
se separó de ella y se sentó en el sofá, ella lo miraba
desafiante- , no puedo dudar de mi hermano así como así… es
imposible… él no es así
- Era de esperarse… ambos son iguales… Isaac tú no puedes
ser tan vil… por favor no le digas nada de esto a él, dile
que me conociste pero no lo que te dije, él es muy violento
y no quiero que me lastime, dame tiempo para demostrarte
que no miento
- No sé, yo tengo que saber la verdad, conocer la versión
de Taylor, no, no puedo callarme
- Por favor… sólo unos días en lo que te pruebo que todo es
verdad, promételo Ike, que no le vas a decir nada
- Esta bien, pero si no te apresuras yo voy a hablar con
Taylor –dijo Ike no muy convencido-
- Gracias, gracias… eres muy bueno. –Gissa se acercó de
nuevo a Isaac y le dio un tierno beso en los labios, se fue
y Ike solo sentía que su cabeza daba vueltas-
Taylor volvió dos horas después, se sentía mejor, pensaba pedirle disculpas a Jen y no ver más a Gissa, sin embargo se la encontró antes de entrar a la casa.
- Me dejaste con la palabra en la boca –le dijo ella a modo
de reproche-
- Lo siento Gissa, no me sentía bien tuve un problema con…
mi novia
- ¿Y… no hay algo que pueda hacer por ti?
- No lo creo, es algo que debo solucionar yo solo… pero la
verdad es que… ya no quiero verte más Gissa
- ¿Estas seguro?, yo no te veo tan convencido
- Pues… pues claro que estoy seguro, desde que te conocí
mis problemas comenzaron… y yo…
Gissa rodeó el cuello de Taylor con sus brazos
- Mírame a los ojos y repite lo que acabas de decir, de
otra manera no voy a creerte, más bien creo que tienes
miedo de lo que sientes por mi
- Gissa… yo…
El miró los ojos negros profundos de Gissa, y no pudo decir nada, una parte suya deseaba decir que no, pero la carne es débil y en un muchachito de 17 años más, ella besó los labios de Taylor de un modo que ninguna otra chica lo había hecho, lentamente se separó de él quien aún tenía los ojos cerrados tal vez queriendo detener el tiempo, abrió los ojos y Gissa ya no estaba ahí, se había marchado ¿por cuanto tiempo? Entró en la casa, sus padres aún no volvían. fue hasta la recámara donde estaba Isaac
- ¿Donde estabas? Tengo un rato esperándote –le dijo Isaac-
- Por ahí, tuve un problema con Jen… ahora sí está molesta,
pero ya veré como la contento… ¿qué pasó con Zac?, ¿lo
viste con su chica?
- No, se me escapó… Taylor hoy conocí a Gissa
- ¿De verdad?, ¿donde?
- Aquí en la casa, ella estaba aquí cuando tú te fuiste…
¿tuvo ella algo que ver en tu pelea con Jen?
- No directamente pero… sí, sí tuvo que ver… ¿y qué te
pareció?
- Tenías razón es endemoniadamente bonita… lo suficiente
como para perder la cabeza, ¿no te ha sucedido eso Tay?
- No, ¿cómo crees? Todo está bajo control… ella me gusta
pero yo amo a Jen, estoy un poco cansado, me voy a dormir
- Todavía es temprano
- Lo sé pero me duele un poco la cabeza
Y Taylor se acostó en su cama, pero lejos de dormir, estuvo pensando en las dos chicas que ahora había en su vida. Por un lado estaba Jen, tan dulce y amorosa, la mujer que él amaba y por otro Gissa, salvaje y sensual, la mujer que deseaba, ella se le había metido por los ojos, le resultaba prácticamente imposible rechazarla cada vez que Gissa estaba cerca Taylor se ponía muy inquieto, tenía ganas de abrazarla y besarla, no podía resistirse a su aroma, a sus labios, a su figura… le gustaba demasiado, sin embargo tampoco la entendía, ella se le insinuaba y lo provocaba abiertamente pero en cuanto él quería acercarse ella se alejaba, ¿por qué?.
Al poco rato volvió Zac y entró a la habitación creyendo que Taylor estaba dormido, trató de no hacer ruido, se fijo que nadie lo viera y marcó un número telefónico
- Hola, ¿está Lizzy por ahí?… soy Zac Hanson, su novio, - esperó unos segundos en la línea- Hola linda, sólo quería oírte… sí, ya sé que acabamos de vernos pero… no puedo evitarlo… ya te extraño, ¿nos vemos mañana?… sí, tú no te preocupes ya veré que les invento a mis hermanos, entonces te veo mañana donde siempre, un beso… te quiero.
Taylor se quedó en silencio, en cierta forma sintió alegría
por Zac, que al parecer ya había encontrado el amor, en
cambio él estaba hecho todo un enredo, no quiso pensar más,
estaba harto, lentamente se quedó dormido.