*Capitulo 6: ¿Gissa o Jen?*
Zac se encontraba en la casa de su novia, él cada día se sentía más enamorado de Lizzy, se creía afortunado pues ella era su primera novia y nunca pensó que la iba a querer tanto.
- ¿Y por fin cuando me vas a presentar con tus hermanos?
–le preguntó ella-
- Más pronto de lo que crees, ¿sabes? Ya no me importa que
se enteren y se burlen de mi, lo que quiero es que todo el
mundo sepa que te amo y que eres mi vida.
- Ay Zac, nada me haría más feliz que eso… pero es obvio
que no todo el mundo puede saberlo
- ¿Y por qué no?
- Pues tú ya sabes, tus fans no lo aceptarían, ni creo que
a tu papá le agrade mucho la idea, ya ves como ha ocultado
por tanto tiempo a la novia de Taylor
- MMMM, no lo había pensado… tienes razón no creo poder
decirle a todo el mundo lo feliz que soy… ¡entonces que lo
sepa todo Tulsa! –le dijo Zac mientras la levantaba en sus
brazos-
- Estás loco Zachary, jajajajaja… bájame, me vas a tirar
–Zac la puso en el suelo y en seguida la besó-
- Me gusta tanto estar contigo, no quisiera separarme de ti
nunca
- Yo igual Zac, cada vez que te vas me queda un vacio tan
grande, sobre todo cuando estás de gira y tardas tanto en
regresar
- Sí, pero no te preocupes, por ahora eso no nos afecta, ya
terminamos la gira y por lo que sé, tenemos varios meses de
vacaciones… así que olvídate de eso…
El resto del día transcurrió tranquilamente, por la noche habían invitado a toda la familia a una cena de aniversario que ofrecían los Harding, amigos íntimos de Walker y Diana, eran las 9:00 de la noche cuando salieron de casa, Taylor no quiso ir, pues se sentía cansado un tanto triste, así que decidió quedarse.
Las horas se le fueron muy lentamente, se acordó de Jen en varias ocasiones y quiso llamarla, pero desistió, no quería que ella volviera a gritarle y a insultarlo. Fue hasta la cocina y tomó un bote de helado de fresa, su favorito, y se sentó a ver T.V, el sueño estaba venciéndole, los ojos se le cerraban de cansancio y entonces le pareció ver a Gissa frente a él, sin embargo la voz que escuchó hizo que despertara por completo.
- Hola Tay, vine a verte porque ya lo pensé mejor… no
quiero perderte
- ¿Hablas en serio?… Jen… no sabes lo feliz que me haces
–él la abrazó emocionado-
- Y no solo eso… Taylor, ya lo decidí y quiero ser tuya…
ahora mismo. –le susurró al oído, él la miró asombrado-
- No, Jen ya lo he comprendido todo, no tienes que hacer
esto, esperaré hasta que tú estés lista…
- Quiero hacerlo ahora –dijo con determinación-
Ella lo tomó de la mano, lo llevó hasta la habitación de él, una vez ahí ella empezó a besarlo con frenesí y una pasión hasta ahora desconocida en ella, Taylor no podía creerlo, no de Jen, no parecía ser la misma, hasta el brillo de sus ojos era distinto, sin embargo Taylor se dejó llevar. Jennifer mientras lo besaba en el cuello le sacó la playera y lo arrojó sobre la cama, ella comenzó a desabotonar su blusa, Tay intentó decir algo, pero ella le hizo la seña de que no hablara, Jen se colocó sobre Taylor él la abrazó, la intensidad subía cada vez más, sus besos eran candentes, pero Taylor sabía que algo andaba mal, Jen no había podido cambiar tanto de un día a otro, intentó incorporarse un poco y fue así como sin querer miró al espejo y lo que vio en él lo asustó demasiado… Podía verse acostado en la cama, pero la mujer a la que estaba besando y acariciando no era Jen…sino… ¡Gissa!
- ¿Que… que demonios pasa?, ¿que haces aquí? –se levantó de
inmediato, aventando a Gissa-
- De veras quieres que te diga que hacíamos, ¿no es
demasiado evidente… darling?
- Pero tú… ¿dónde está Jen?
- Me imagino que dormida en su camita, soñando con los
angelitos… ugh, ¡que aburrida!
- Pero si ella… y yo… ¿cómo?
- Tranquilo guapo, parece que viste al diablo… ¿qué no
vamos a terminar lo que empezamos?
- Yo… yo no estaba contigo, ¿de donde saliste? –decía
Taylor cada vez más ofuscado y confundido-
- Vine a ayudarte, no sé a qué te refieres yo estoy aquí
porque tú me llamaste con tu mente
- Eso no es cierto… no es cierto, yo estaba con Jenny
- Por favor Taylor no me hagas reír, la mojigata de tu
novia no quiso tener sexo contigo… después de todo es sólo
una mocosa que no puede ver que tú ya eres todo un hombre…
y un hombre muy atractivo
Taylor tragó saliva, se estaba poniendo nervioso, la enigmática sonrisa de Gissa lo atraía y sus ojos parecían hipnotizarlo, todo el ambiente era tan extraño, ella caminó hacia él, y Taylor retrocedió… se sentía asustado, muy asustado, no entendía lo sucedido, el había estado con Jen, había hablado con Jen… ¿qué había pasado?
- Vine hasta aquí para darte lo que tu novia no quiso brindarte… ¿vas a despreciarme?
Lo tomó bruscamente por la cabeza y le dio un beso muy intenso, Taylor le respondió apasionado al sentir el calor de la piel de Gissa contra su cuerpo y la tomo por la cintura, ella se apresuraba a desabrochar el pantalón de Tay, él le besaba los hombros muy excitado, entonces oyeron el sonido de un coche y que la puerta principal se abría, Taylor soltó a Gissa y corrió hacia la ventana
- ¡Maldición!… son mis padres y mis hermanos, tendrás que esconderte hasta que pueda sacarte de aquí –se volvió a mirar a Gissa, pero ella ya no estaba, Taylor miró extrañado y la busco rápidamente por la habitación, pero no había ni rastro de ella, se acostó sobre su cama fatigado y fue perdiendo el sentido.
Según él no habían pasado ni 5 minutos desde que cerró los ojos, cuando sintió que lo sacudían violentamente, abrió los ojos y vio a Isaac que lo zarandeaba
- Despiértate flojo, te quedaste dormidote viendo televisión, ¿no te da vergüenza? –le dijo Isaac –
Taylor, despertó de inmediato, el corazón le saltó del susto, ¿qué estaba haciendo en la sala?, él recordaba perfecto que se había quedado en su cuarto… pero en efecto la televisión estaba encendida, el bote de helado a medias… todo como si no hubiera pasado nada, él continuaba en jeans y la playera puesta. Se llevó las manos a la cabeza… le estaba ocurriendo lo mismo que en Los Angeles… no sabía si era un sueño o en verdad había ocurrido, todo parecía indicar que sí, pero entonces ¿porque en apariencia todo ocurría en su imaginación?
Taylor apagó la T.V y se fue directamente al baño, necesitaba una ducha fría, abrió la regadera y estuvo bajo el agua unos diez minutos, salió, se envolvió una toalla a la cintura y se miró al espejo, se sabía atractivo, y aunque no lo aceptaba le encantaba alimentar su ego, que las chicas le gritaran y todo eso, miraba atento sus ojos, su nariz, su boca y entonces descubrió una ligera mancha roja en su cuello, se acercó para ver con más claridad lo que era, la tocó y le dolió un poco, descubrió al fin que era una pequeña mordida… por lo visto a Gissa le gustaba dejar recuerditos, esto lo confundió aún más, pues todo era tan extraño, eso demostraba que no había sido únicamente un sueño y luego lo de Jen…
Mientras tanto Jill se había quedado muy inquieta por lo que Taylor le había platicado, pues intuía que algo malo iba a pasarle, por lo que decidió echar las cartas en su nombre y lo que vio no le gustó nada, nada. Estaba muy preocupada pero era muy noche para salir a buscarlo por lo que tuvo que esperar a que amaneciera.