La estrategia de Dios

Los personajes Bíblicos nos cuentan su experiencia de encuentro con Dios.

Las circunstancias que han provocado este encuentro pueden tener matices diversos.

Observemos el pasaje del encuentro de Dios con Pablo (Hechos 9,3-7), que tiene tintes de violencia, ya que el futuro apóstol es derribado de su cabalgadura.

El encuentro de cada uno de los discípulos se realiza en lugares diversos y en circunstancias diferentes: A Pedro, Andrés, Santiago y Juan los toma de su ambiente de trabajo, eran pescadores (Marcos 1,16-20). A la Virgen María la llama a realizar su misión, en lo recóndito de Nazaret (Lucas 1,26-27), etc.

El común denominador sencillo y evidente que aparece en cada uno de los llamados es doble: Una llamada y una respuesta.

Es la estrategia de Dios: Él llama, provoca un cambio en ti, te clarifica el camino y la misión que tienes que realizar y espera de ti y en ti una respuesta positiva que comprometa tu vida, toda tu vida.

Respóndele con generosidad. No puedes seguir dándole respuestas mediocres. La oportunidad de seguirlo y darle tu sí, la tienes en tu vida todos los días. Sonríe ante la vida que el Señor te ofrece, ábrele a tu vida panoramas de optimismo, aunque cueste, cultiva la gracia de Dios en ti.

Es posible hacerlo como Dios manda.

A pesar de tus caídas no te desanimes, e inténtalo de nuevo, sin justificarte: la lucha es de todos los días.

La estrategia de Dios necesita de tu respuesta personal. Si Él nos da tanto, no le fallemos.

No debemos retornar a lo antiguo, como dice San Pablo: "Ahora que habéis conocido a Dios, o mejor, que Él os ha conocido, ¿cómo retornáis a esos elementos sin fuerza, ni valor a los cuales queréis volver a servir de nuevo?" (Gálatas 4,9).

Búscale la novedad a cada día.

Vive en gracia de Dios.