Decoración

Un lugar de lectura

BUENOS AIRES.- Como es sabido, no todas las viviendas son de tan generosas dimensiones como para destinar un ambiente exclusivamente a la lectura. Cada espacio demanda requisitos indispensables para hacer posible un eficiente desarrollo de las actividades que allí se proponen. Es por ello que la elección adecuada de un mobiliario sobre la base de una estudiada organización del mismo, junto a una ubicación alejada de los lugares ruidosos de la vivienda, hará del rincón más pequeño, un lugar confortable y propicio para el goce de la lectura. En estos pequeños ambientes es necesario tener en cuenta el estilo y los colores del lugar en donde se inserta para que armonice con su entorno inmediato, con la posibilidad de integrarse al mismo en el momento que sea preciso.

Equipamiento adecuado

Sólo bastan pocos elementos para conformar el rincón de lectura. Un cómodo sillón debe permitir la relajación del cuerpo que se dispone a la actividad de leer. En la actualidad, los sillones de lectura son ergonómicos, para proporcionar el máximo confort en los tiempos de ocio. Este mobiliario puede complementarse con algún apoyapies o escabel, que haga factible el reposo de las piernas y posibilitar así un mejor estado de distensión. Las últimas tendencias ofrecen novedosos diseños fabricados en materiales naturales, de líneas suaves y sobrias formas, con el manejo de una tecnología de avanzada al servicio de la funcionalidad mobiliaria. De este modo, se presenta en el mercado una amplia variedad en estilos y modelos, que permiten adaptarse a las medidas y formas tanto de cada usuario (las posturas propias que cada individuo adopta al sentarse), como del espacio en donde se ubicará. El conocido sillón orejero de estilo clásico sigue siendo insustituible en los ambientes hogareños. La comodidad de éstos depende principalmente de la profundidad del asiento y la altura del respaldo.

Elementos fundamentales

Siempre es conveniente ubicar junto al sillón un mueble de apoyo, que bien podría ser un baúl antiguo, o un informal taburete plegable de cuero, para servir de mesa auxiliar, al tiempo que es de gran utilidad al momento de requerir un asiento más en el ambiente. Si se dispone de un espacio más amplio, una pequeña biblioteca o mesa con algunos estantes a la medida del material de lectura y al alcance del usuario, permitirá conservar un orden, a la vez que adquiere mayor definición la presencia de dicho rincón. Otro elemento a considerar de fundamental importancia es la iluminación. Si la luz es natural, mejor; pero en muchas ocasiones el momento de lectura no coincide con las horas de iluminación solar. Es por ello que se debe tener especial cuidado al elegir el tipo de artefacto y la lámpara. Si se requiere una que se asemeje a la natural, las lámparas halógenas son recomendables, pero si la intención es crear un ambiente más cálido, las tradicionales incandescentes con una pantalla de tela lo hacen posible. Las opciones son numerosas, sólo cabe saber qué se desea y tomar los consejos de especialistas en luminotecnia.

Alejandro Iuliani & OpenPress Argentina