ABuso
sexual
El Abuso sexual es una realidad muy silenciada
a nivel familiar, comunitario, gubernamental, estatal y jurídico. Es una
realidad que está enterrada, como aplastada y los secretos que la rodean hacen
que se siga manteniendo. No hablar crea una situación de amparo y protección a
estas situaciones y las perpetúa en el tiempo.
Por otro lado es necesario que abordemos el
tema por la alta frecuencia que tiene el abuso sexual en nuestro país. No
existen cifras oficiales en nuestro medio y no hay estudios estadísticos al
respecto.
Si extrapolamos realidades de otros lados, con
todas las salvedades del caso, vemos una realidad mundial y podemos hablar de
cifras de Nueva Zelanda, Australia, Canadá, Francia, Ecuador y Estados Unidos,
que son los países que más han estudiado el tema. Ellos nos informan que la
incidencia de abuso es de uno cada tres niños, o uno cada seis niños, según
distintos estudios. Y no tenemos por qué pensar que nuestro país es diferente!
La impresión que tenemos es que las cifras son similares.
Creo que éstas, además de las serias
conciencias en la vida futura y las alteraciones en el desarrollo normal que
determinan, son fuertes razones como para que consideremos el tema del abuso en
la vida de los niños y las niñas.
Entendemos que el tema de la sexualidad ha sido
un tema tabú para las generaciones anteriores. Hoy se está intentando una mayor
y mejor información-formación en este sentido. No obstante algunos logros
alcanzados, creo que el tema del abuso sexual ha quedado como escondido. Quienes
estamos asistiendo a la gente en su problemática podemos reconocer la presencia
de estas situaciones .
Se habla mucho más ahora que antes, pero es un
tema que moviliza , que nos afecta. Porque nos duele lo posponemos, tratamos de
evitarlo, de no darnos cuenta sin saber que el abuso sexual afecta a todos los
grupos sociales de la comunidad independientemente de la cultura, de la posición
económica, de la educación, y de sus credos religiosos. Si bien hay matices todo
esto ocurre en todas las capas sociales y todos, directa o indirectamente
estamos involucrados.
No obstante, hay gente que se está interesando
en el tema y están multiplicando esfuerzos para reconocer esta realidad y operar
sobre ella.
¿Qué
es una situación de abuso sexual?
A veces pensamos que el abuso sexual son esas
noticias espeluznantes y espectaculares que traen los diarios con violaciones,
con mucha violencia y heridas importantes. Pensamos que el abuso sexual es
solamente esa violación que ocurre un poco al azar por un desconocido. Si bien
las violaciones son una variedad del abuso sexual la expresión abuso sexual es
mucho más amplia. Abuso es todo contacto de naturaleza sexual que se impone a
otra persona ya sea con la fuerza física o con chantajes, amenazas, seducción o
falsas promesas a una persona, sea niño, adolescente, a veces puede ser a una
persona discapacitada mental, o a un adulto en situación limitada. Cuando digo
limitada me refiero a que no tiene una idea cabal de lo que significa el acto o
por motivos externos, que su capacidad de dar su consentimiento está limitada.
Por ejemplo un niño o una niña por más que
consienta, que apruebe o que demande un contacto de tipo sexual con un adulto,
no tiene la capacidad de darse cuenta lo que implica ese acto. El adulto sí se
da cuenta.
También ocurren abusos sexuales entre adultos ,
a veces dentro del matrimonio, en situación de privación de la libertad en donde
uno está bajo el dominio del otro y en casos de retardo mental.
Lo importante es recordar que en el abuso
siempre hay un abuso de poder, el tema poder es un tema central.
Y otra cosa que tenemos que recordar es que la
mayoría de las veces el abuso no se realiza por la fuerza física sino que se
utilizan formas mucho más sutiles como seducción, chantaje, engaño o por
aproximaciones sucesivas. Muchas veces son prolongados en el tiempo y duran
meses o años.
También es importante destacar que cuando
hablamos de abuso sexual no nos referimos solamente a una violación, a un coito
genital o anal sino a todo tipo de contacto de naturaleza sexual, como manoseo
de genitales, frotamientos, exhibicionismo, hacer que los niños estimulen los
genitales de los adultos, el voyerismo, así como la utilización de los niños y
niñas en pornografía o prostitución.
¿Seguramente, las situaciones que estás
presentando traerán consecuencias serias a la vida de las personas?
Eso es variable a los distintos tipos de
abusos. Los hay leves y muy graves. Son más graves y con mayores consecuencias,
cuanto más cercana sea la persona abusadora afectivamente, cuando hay
penetración, cuanto más prolongado en el tiempo, en determinadas edades y cuando
el entorno ha actuado negativamente en el momento que el abuso se descubre. El
85 o 90% de los abusos son realizados por personas que conocen a los niños o
niñas y en los cuales los niños tienen confianza. No son realizados por
desconocidos, pertenecen al círculo más cercano, ya sea padrastro, padre,
hermanos, tíos, primos, abuelos, amigos de la familia, vecinos, educadores. Son
personas conocidas por los niños y a los que éstos tienen confianza.
Y se habla de abusadores (voy a referirme en
masculino) ya que se sabe que el 99% de éstos son hombres. De este 90%
(abusadores) podemos decir que son personas que más o menos funcionan bien en
distintas áreas, son personas que no muestran una patología especial. Muchas
veces pensamos que quien es abusador es un "loco" o un alcohólico. Sin embargo
la mayoría de los abusadores son personas que funcionan bien en sus familias, en
sus trabajos, etc. Solamente un 10% de los abusadores sí tienen problemas
psiquiátricos serios u otro tipo de patologías. Pero la inmensa mayoría no tiene
una patología identificable a primera vista.
El caso de María Soledad (Catamarca) ilustra un
ejemplo muy fuerte de abuso y sus consecuencias, pero también entiendo que hay
otro tipo de situaciones de las cuales los afectados pueden llegar a tener
esperanza de reconstrucción de vida. Por ejemplo, personas que en su niñez o
adolescencia fueron abusadas y luego ello con el correr del tiempo ha
repercutido en su vida conyugal. Lo de María Soledad ya no es corregible porque
está muerta. En otros casos ¿se abren brechas de esperanza ?
Sí, independientemente de la gravedad del abuso
importa mucho el entorno, pensando en la capacidad reparativa del ser humano.
Hay personas que son más fuertes y frente a la situación son capaces de
enfrentarla como algo desagradable pero siguen viviendo. Son capaces de seguir
construyendo sus vidas. Y mucho de lo que pueden seguir construyendo va a
depender del entorno, del tipo de apoyo que reciben de la familia, de los
juicios que se hagan sobre esa persona una vez que un abuso se revela.
En la mayoría de los casos de abuso la persona
muere con el secreto, especialmente los casos de abusos que han sido prolongados
como los intrafamiliares, de padres o padrastros, el abuso incestuoso a lo largo
de muchos años, desde la infancia hasta que la hija llega a la adolescencia o se
va de la casa, el secreto permanece pero a veces manifestándose en otras
patologías y en otras problemáticas muy serias.
Si somos concientes de una situación de abuso,
sea en el entorno familiar o en la escuela donde somos educadores. ¿Cómo
proceder ante una situación así? ...
Es delicado cuando se trata de niños y niñas.
En cambio es más fácil proceder cuando el abuso es frente a personas que ya
pueden tomar decisiones.
Cuando se trata de niñas y niños debemos ser
concientes que trabajaremos en varios frentes, por momentos actuaremos
simultáneamente, en otras ocasiones podremos priorizar donde vamos a actuar.
Por un lado tenemos que tratar con el niño o la
niña abusado, en tanto en otros frentes tenemos: a el abusador, a la comunidad,
a la familia y el medio donde la situación sucede . Tenemos que ver qué hacemos
con nosotros mismos, porque es un tema que nos moviliza muchísimo y tendremos
que trabajar con nuestras emociones para poder actuar correctamente. Si nosotros
podemos estar bien, entonces podremos ayudar al niño.
En primer lugar será fundamental creerle al
niño lo que nos dice. El niño no miente -salvo excepcionalísimos casos- cuando
habla de abuso sexual. Es una tendencia muy nuestra preguntar: ¿Estás
seguro? ... Pero, ¿no será tu imaginación?...¿No estarás mintiendo? ... ¿Por qué
no hablaste antes? ...
Si el niño se animó a romper el silencio, pasar
por encima del secreto y de las amenazas de la persona que abusa de él, ya sean
amenazas físicas o de quitarle el cariño, como que ya nadie va a cuidar de él.
Si el niño logra romper ese secreto y llega a intuir que el adulto no le cree se
va a replegar y no va volver a hablar. Hay que creerles porque los niños no
mienten cuando hablan de abuso.
En segundo lugar afirmarle que hizo bien en
contarlo. Hay que abrazarlo y mostrarle afecto. El niño que ha sido abusado sabe
que los adultos en general no le creen a los niños, tienen un gran sentimiento
de culpa porque el abusador se lo hace sentir, porque es una persona que el niño
quiere y el niño por el concepto que tiene de los adultos no puede pensar que
alguien que lo quiere le hace un mal. Si hay algo que está mal, "esa persona que
me quiere no puede provocar este mal. Debe ser culpa mía". Es toda una serie de
mecanismos para que el niño se sienta culpable.
Entonces otro elemento fundamental es
desculpabilizar al niño y decirle: "no fue tu culpa, la culpa es del adulto". Por
más que el niño haya buscado las situaciones o que el niño haya demandado
determinadas caricias, nunca es culpa del niño una situación de abuso.
No hay que acosar al niño con preguntas de
detalles y no presionar al niño para que diga más de lo que pueda decir en ese
momento. Muchas veces los niños hacen deliberaciones internas, les es imposible
hablar de cosas que le están pasando. Pero cuando logran hablar algo, lo hacen a
su tiempo y a su ritmo. Tienen que saber que hay alguien dispuesto a
escucharlos.
Debemos asegurarle al niño dentro de lo posible
que eso no va a seguir pasando, que vamos a tomar las medidas para que eso no
siga pasando y que el hecho de hablar, confiar en alguien fue algo bueno, que lo
va a proteger. Obviamente, tendremos que tomar las medidas para que así sea.
También tenemos que asegurarle que está bien
físicamente. En general los niños y niñas abusados independientemente de que
puedan tener lesiones físicas, el abuso cuando no es con penetración no deja
lesiones, tienen la sensación de que están dañados, lastimados, sucios,
estropeados. Es importante poder asegurarle que está bien físicamente a través
de un pediatra de confianza "vamos a ver al doctor, vas a ver que estás bien, lo
que pasó fue feo, desagradabe pero estás bien y no va a volver a pasar". Y
quizás en algún caso donde el abuso ha sido más largo en el tiempo y más
prolongado y con una persona con un vínculo cercano al niño hace necesario una
ayuda más especializada, una especie de reeducación. Porque los niños abusados
tienen una sexualización excesiva y han aprendido a relacionarse solamente en
forma sexual con los adultos. Necesita toda una reeducación para poder
relacionarse afectivamente en forma adecuada con los padres y los adultos.
Para terminar estos pensamientos quisiera
recalcar lo importante que puede ser un adulto que ame al niño o niña y que
pueda acompañar con sabiduría y mesura un proceso de curación integral.
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Hoy
en día están saliendo a luz situaciones muy
impactantes relacionadas a abusos, pero es de destacar que estas situaciones son
cotidianas aunque muy pocas llegan a conocimiento público.
La situación de abuso y las características del abusador.
En la mayoría de los casos el abuso es
perpetrado por un adulto de la confianza del niño y que es parte del círculo
familiar cercano o de amistades cercanas; el abusador puede ser el padre, el
padrastro, hermanos, tíos, abuelos, vecinos, maestros, pero en el entorno de
los que el niño confía.
Frecuentemente el abuso es prolongado en el
tiempo puede llevar meses, aún años.
Cuando el abuso empieza desde muy pequeño el
niño o la niña no tienen idea del significado de los hechos que viven y es
probable que piensen que en todas las familias pase lo mismo y que esa es la
forma de relacionarse normal. A medida que pasan los años y que los niños ven
otras realidades en otras familias los niños si van tomando noción, de que es
eso no les pasa a todos y hay como una especie de "sexto sentido" que les dice
que eso es algo extraño. Algo que no pueden definir con palabras pero que es
algo que no viven otras familias y que tiene algo de sucio y desagradable.
En otros momentos el niño puede tener
sentimientos ambivalentes.
¿Cómo es vivida esa realidad desde el niño
abusado?
Por un lado puede sentirse muy gratificado por
la atención que le brinda un adulto. En general el adulto que abusa de los niños
es una persona que les dedica tiempo. El niño o la niña que muchas veces está
carente de atenciones y mimos, puede gratificarse mucho con la atención del
adulto.
Puede tener sentimientos ambivalentes en el
sentido de disfrutar del contacto, de la atención: pero por otro lado de sentir
que son cosas raras, cosas extrañas que le generan sentimientos raros que no
puede definir bien.
Cuando empieza a darse cuenta de la naturaleza
de lo que le está ocurriendo y de que es algo desagradable o malo, aparece la
culpa. El niño puede llegar a sentirse dañado, sucio, usado, estropeado, con una
autoestima y una percepción de sí mismo muy dañada. Lo más común es que el niño
se de cuenta de que eso que está pasando de algún modo es malo cuando llega a
determinada edad de desarrollo. Pero el niño ama al abusador, lo quiere, puede
tenerle miedo, pero muchas veces puede haber una relación de afecto con
él. Entonces el niño no puede entender que alguien a quien ama le pueda hacer
algo que le cause daño.
¿Cómo es que el niño
llega a desarrollar esa culpa?
Entonces el niño razona de esta manera: "La
persona que yo amo no puede hacer algo que me haga daño; entonces esto que me
pasa debe ser culpa mía". Empieza el gran tema de la culpa, el cual es
importantísimo en la medida que van creciendo y especialmente cuando llegan a la
adolescencia. La culpa es el tema central en los abusados y un lugar de
intervención terapéutica muy importante. Muchos niños están muy atemorizados. Si
bien los abusos son progresivos y muchas veces son más a través de una actitud
seductora y de chantaje, hay momentos también para las amenazas. Las amenazas
pueden ser de daño físico o "si vos lo contás voy a ir a la cárcel y se van a
morir de hambre" o "no te voy a querer más" ( una de las de más peso para el
niño), o "nadie te va a creer" o "tu mamá se va a enojar mucho".
El niño sabe que lo que él diga será poco
creíble en esta sociedad de adultos donde los niños valen muy poco. El niño sabe
que no es creíble, el abusador también lo sabe y se encarga de recalcarle que
nadie le cree a un niño; y lamentablemente muchas veces cuando el niño intenta
hablar constata que es justamente como dice el abusador, que nadie le cree.
Entonces los abusos se perpetúan en el tiempo. Vivir con un secreto de esta
naturaleza es algo que le imposibilita al niño o a la niña desarrollarse en
otros ámbitos. Es éste uno de los principales daños que provoca el abuso, toda
la vida afectiva del niño gira en torno a esto y no le permite interactuar
adecuadamente con sus pares y con otros adultos en una forma saludable.
Sin lugar a dudas esta
situación va a requerir que tomemos medidas preventivas. ¿Por dónde debemos
empezar?
Los niños abusados tienen en general una
sexualidad muy distorsionada. En alguna medida el abusador ha entrenado al niño
para relacionarse sexualmente con adultos, y eso hace que el niño utilice formas
de relacionarse sexualizadas con otros niños del jardín o de la escuela u otros
adultos, que no sepa manejarse en formas cariñosas y afectuosas que no sean
necesariamente sexualizadas, y cuando tú mencionaste el tema de la educación
sexual, y pasando ya al tema de la prevención, por un lado. Un pilar fundamental
en la prevención es ser concientes de que lugar el niño ocupa para nosotros, si
acostumbramos a decirle todo el tiempo, "callate vos", "no sabes lo que estás
diciendo", "sos un tarado", "sos un estúpido", "no hables que estás delante de
los grandes"... ¿Qué mensaje le estamos dando ? ¡¿Qué las cosas que él dice no
tienen valor?! ...¡¿Qué no son importantes?!... Por lo tanto cualquier cosa que
diga respecto de cualquier tema no va a tener ningún valor. Pensar que un
adulto siempre es más importante que un niño, y que un niño a un adulto no le
puede discutir pues éste siempre tiene la razón, es un punto de partida errado
en toda educación.
Pensando en la prevención del abuso sexual yo
creo que podemos trabajar en prevención a distintos niveles. Directamente con
los niños, o en las comunidades; o con los padres. Pero también podemos trabajar
con los abusadores, porque no olvidemos que el abusador abusa en general de
muchos niños y si no encaramos ese tema por más que es uno de los más difíciles,
estamos haciendo que los abusos sean mayores.
También otras líneas de prevención son a nivel
jurídico o legal o a nivel de penalización.
Pero pensando en los niños y niñas quisiera dar
algunas ideas que pueden ser muy prácticas para los padres preocupados por este
tema. Una de las cosas que precisan, además de ser considerados personas, es que
pueden opinar, y que pueden tener una opinión diferente sin por eso ser
castigados, como es habitual en nuestra cultura. Además es imprescindible una
adecuada educación de la sexualidad, no se puede tratar de hacer prevención de
abuso sexual si nunca se habló nada de sexualidad. El abordar la sexualidad,
sana, hermosa y placentera de un niño, de un joven o de un adulto desde el
abuso, empezar a hablar relacionando la sexualidad con el abuso, con el dolor,
con cosas negativas es una mala idea, refuerza el concepto de que la sexualidad
es algo malo, algo sucio, algo de lo que hay que protegerse, cuidarse.
Necesariamente debemos
promover una adecuada educación sexual como un forma positiva de encarar una
situación diferente a la que hemos estado hablando. ¿Qué otros aspectos
señalarías al respecto? ...
Una medida preventiva es una adecuada educación
sexual desde el nacimiento, y desde que la pareja se forma. Pero hay algunos
detalles en esta educación de la sexualidad que tienen relevancia en el tema del
abuso. Hay algunas cosas que los padres tienen que estar seguros de que los
niños las manejan: una de ellas es que los niños conozcan su cuerpo, y sepan
que su cuerpo es bueno. Que conozcan los nombres de las distintas partes de su
cuerpo. Para un niño es muy difícil hablar de algo sobre lo que está amenazado,
o chantajeado y si además no conoce los nombres de determinadas partes, menos
herramientas tiene todavía para hablar.
Que conozca su cuerpo, los nombres de las
distintas partes de su cuerpo, de sus genitales, tanto de los varones, como de
las niñas, y que aprenda a discriminar, que si bien todo su cuerpo es bueno, que
fue creado por Dios y que no hay nada malo en él, no obstante hay ciertas partes
del cuerpo que son privadas. Este es un concepto fundamental y uno lo puede
enseñar desde muy chiquitos y en forma sencilla. Las partes privadas son las
que cubre la ropa interior o el traje de baño, y privado o íntimo significa que
ningún adulto puede jugar o acariciarlas. Enfatizo jugar o acariciar
porque tocar a veces es adecuado, sea por revisación médica o en el momento de
higiene. Los niños y niñas tienen que saber que ellos pueden decir "no" y que
tienen derecho a que se respete su privacidad. De ahí la importancia de respetar
el pudor cuando aparece. A veces un "no" dicho con seguridad, es una barrera
suficiente.
Por otro lado es importante que los niños
puedan nombrar las emociones que van sintiendo, a través de distintos juegos y
de distintas actividades. Que aprendan a nombrar hasta las emociones más
sencillas y elementales, como frío, calor, tristeza, alegría, a otras un poco más
complejas como: duda, confusión, angustia. El niño tiene que aprender que a
veces algunas emociones le avisan que algo está mal. Por ejemplo si yo me pincho
o me quemo, tengo dolor, y eso me está avisando que algo me está haciendo daño,
ahí no hay duda. Si alguien me da un abrazo cariñoso, un beso, yo me siento
contento, y ahí no hay duda respecto a esa emoción, están las cosas claras. Pero
hay otras emociones que son como más ambivalentes, y son justamente las
que se dan en el caso del abuso. También se dan en otras situaciones, pero
también se dan en el caso del abuso porque el niño puede sentirse muy
gratificado con el abuso, y a la vez sentirse extraño. Es que nuestro cuerpo fue
diseñado para el placer, y un adulto experto puede hacer que un niño sienta
placer a través del abuso, placer físico y placer sensual. Es importante que el
niño, en el que se mezclan esas emociones de placer y displacer sepa como
nombrar ese tipo de cosas que le pasan.
Por otro lado, adecuado a cada edad, es
importante que el niño tenga la noción de que existen personas, adultos, que no
actúan bien, o sea que aprenda en alguna medida que puede cuestionar lo que un
adulto dice, cuestionarlo adecuadamente.
Otra línea de trabajo es
el tema de los secretos. El secreto es un ingrediente ineludible en el abuso,
siempre está presente. Entonces, ¿cómo podemos trabajar esto?... Ayudando al
niño a distinguir esos secretos lindos que provocan alegría, por ejemplo
comprar un regalo para un miembro de la familia y no decírselo, tener un secreto
que después se devela y aquellos secretos que no hay que mantener. Qué secretos
sí se pueden mantener y qué secretos no se pueden mantener, por ejemplo secretos
entre un adulto y un niño,secretos que hacen sentir mal.
Sin lugar a dudas que
resta mucho más para decir, pero tal vez sería conveniente usáramos los minutos
que restan para dar un un mensaje final.
Probablemente entre los oyentes hay hombres y
mujeres, adultos, que quizás han vivido estas situaciones en su infancia.
Quisiera decirles que es real lo que les ha sucedido. También es probable que
estas personas nunca han podido decirlo, no han podido aliviar esa carga, nunca
han podido compartirlo con alguien de confianza. Quizás se sienten culpables por
esas cosas que sucedieron en el pasado. Yo quisiera decirles -a estas personas
que han vivido situaciones de abuso- que el hecho de haber vivido una situación
de abuso, no los hace menos valiosos como personas, y no determina el tipo de
vida que van a tener más adelante. Es importante que tengan plena conciencia de
que los abusos que ocurren en la infancia o adolescencia no han sido
responsabilidad de ustedes, que el que tiene la responsabilidad ha sido la
persona adulta. Porque a veces por más que seamos adultos nos seguimos sintiendo
como esos niños aterrorizados que no parece tener ninguna salida. Yo quisiera
decir que no hay nada quizá que no pueda ser modificado, no hay situaciones, por
más traumáticas que hayan sido que no puedan tener una salida, una mejora, una
especie de redención. Hay ciertas cosas que podemos lograr a través de un apoyo
profesional, de un apoyo de una comunidad que nos acepta como somos como puede
ser una comunidad de fe o de familia hay otras cosas que quizá nunca las
lleguemos a compartir, pero es importante que sepamos que por más desagradables
que hayan sido las situaciones que hayamos vivido de chicos siempre hay
posibilidad, esperanza, de vida, de cambio, no están determinados por eso a no
poder entender una vida plena y abundante.
DRA.
ALICIA CASAS
Casada con el Ing. Luis
Cesari
Sus hijos: Lucas, Felipe y
Victoria Belén
Médica
Residente de Siquiatría
Sexóloga Clínica
Forma parte del programa de
Capacitación de Educadores en Prevención Sexual promovido por JUVENTUD PARA
CRISTO, B.I.C.E. y el apoyo de UNICEF.
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Yamandú Sánchez
