Construídos por los vecinos (mediante trabajo comunal y formando sociedades), los molinos han jugado un importante papel a lo largo de la historia: además de moler harina, eran puntos de comercio e intercambio; en tiempos de guerra, se acentuaba su valor estratégico como punto de aprovisionamiento. A lo largo del siglo XX han perdido su función y la mayoría han sido abandonados. Propiedad de numerosos vecinos, han caído en el abandono y la ruina definitiva.
El
texto y la fotografía corresponden al Nº 20 de "Itinerarios a pie
y bicicleta"