Jueves
16 diciembre
1999 - Nº 1322

INTERNACIONAL



"El ELK actúa como una mafia", según un dirigente policial alemán

EL PAÍS, Madrid
El Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) ha puesto en marcha "un refinado sistema policial, con policía secreta incluida, que busca de forma sistemática a los serbios y los mata", ha declarado al último número del semanario Der Spiegel Norbert Spinrath, presidente del sindicato de la policía alemana, que acaba de regresar de un viaje a Kosovo.

Según Spinratk, de 42 años, el pueblo albanokosovar se mueve todavía por el ansia de venganza y "así el ELK se convierte en una organización similar a la Mafia, que participa en secuestros, robos, chantajes económicos, homicidios y asesinatos".

El dirigente sindical de los policías alemanes considera que, "para implantar en Kosovo una situación medianamente civilizada, se necesita el doble de policías de los 3.000 que ha solicitado la ONU. Además, la policía tendría que poder actuar por su cuenta. Hasta ahora, por ejemplo, para registrar un edificio del ELK se necesita una autorización de la Kfor [las fuerzas internacionales de paz para Kosovo]". "El ELK se ríe de nosotros", concluye. Advierte Spinrath de que todavía no se ha llegado a que el ELK ataque a los policías de la ONU, "pero se les impide llegar a los lugares donde se han cometido delitos, se borran las huellas y a los testigos se les somete a presión. Quien no se solidariza con el ELK, se convierte en víctima. Allí el asesinato es un instrumento para dirimir los conflictos".

A la vuelta de Kosovo, Spinrath calificó al ELK de "organización criminal", que intenta crear contra la Kfor y la policía internacional "una Administración en la sombra". El policía piensa que la Kfor no tuvo mucho cuidado en la elección de sus aliados cuando entraron en Kosovo y "ahora se ha perdido el control de la situación. El ELK ha quedado disuelto de forma oficial y desarmado, pero se ha cambiado el nombre por el de Cuerpo de Protección de Kosovo". Según Spinrath, el ELK no entregará sus estructuras sin lucha, "ya ahora sus policías ilegales intentan averiguar lo que hace cada policía internacional. Tal vez para castigarle más tarde".

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Jordi Ros