UN IMPERIO:   UN MUNDO  UNA CASA  UN SOLO PAÍS

  

Como dijo Alejandro en una ocasión, Él inició la guerra porque no le quedó otro remedio. Es bien cierto que de su padre heredó poco, unos cuantos enseres, deudas y una guerra empezada; pero también es cierto que heredó un ejército que le quería y que tuvo una gran educación que le preparó para afrontar el reto que él mismo se propuso. Quizás y con una gran probabilidad el propio Alejandro veía su futuro unido a la conquista de un Imperio; y si su padre hubiese llegado a 
conquistar Persia (plan que se truncó en su asesinato), Él hubiese seguido conquistando territorios ¿Europa? es probable que le gustase verla unificada. Pero realmente el destino le dio la oportunidad de ir a Persia: Alejandro lanzó a su ejército a conquistar Asia, y después: EL MUNDO.
En este afán de conquista Alejandro nunca abandonó un pensamiento, prefería ser recordado como hombre intelectual que como conquistador; en esto quizás no estaba lejos de la realidad, su talento como estratega y su particular visión del mundo obraron su deseo. Una gran formación junto a Aristóteles le preparó para afrontar los retos intelectuales pero no impidió que formase su propia idea del mundo, su forma de gobernar Persia acabó por zanjar su amistad con su maestro. Aristóteles y él dejaron de escribirse; aunque en esto también jugaron muchos otros factores.
En su Imperio abarcó múltiples culturas que él quiso considerar como una sola, sin diferencias, pasando por encima de los reparos griegos ante los "bárbaros", aunque también pronto los griegos abrirían los ojos a las virtudes de las culturas diferentes a ellos. Alejandría es una muestra de ello: fundada por él para acoger a personas de todas las partes del mundo sin diferencias, como un 
ciudadano más. "Mi ciudad será hecha a imagen de mi reino: estará habitada por griegos de Europa y Asia, por macedonios, cilicios, armenios, egipcios, fenicios, judíos, sirios, que tendrán sus propias casas y vivirán en paz unos con otros" Esto es recogido por Plutarco y se le atribuye al propio Alejandro, y es un ejemplo clarificador de qué quería él que fuese la capital de su Imperio. 

El término "kosmopolites" es atribuido como dicho por primera vez al filósofo cínico Diógenes : "Mi patria no tiene ni una sola torre ni un sólo tejado, pero es una ciudadela y una morada de todo el universo preparada por nosotros para vivir en ella" ; sin embargo quizás en una apreciación peyorativa que sólo indique que no consideraba como legítimos a sus gobernantes, si tenemos en 
cuenta el carácter de Diógenes y la línea general de su discurso. Pero estas apreciaciones ya nos ayudan a saber que este concepto empezaba a circular en el ámbito intelectual y también hasta qué punto Alejandro entendió el término 
"kosmopolités" con sus actuales connotaciones. Alejandro veía el mundo (no sólo o que él conquistó sino la totalidad del mundo) como una gran una unidad, un entero susceptible de vivir bajo un sólo gobierno, en un sólo y enorme país y como una gran aldea global. Alejandro podría decirse que fue un humanista avant la letre; o por lo menos eso deducimos de sus actos y palabras. Pero no todos lo que le rodearon compartían esta misma opinión; en el ámbito de los pensadores 
griegos hubo numerosos intentos de derrocar o asesinar al rey por el modo en que éste llevaba sus asuntos ( por ejemplo Demóstenes, Calístenes y un grupo de compañeros) dado el poder que delegaba en manos de bárbaros extranjeros o por la aversión de muchos griegos a permanecer bajo el dominio macedonio. Muchos de sus generales continuaron con al guerra por ambición, aunque no se puede decir que no le fueran fieles, pero también tenían una idea forjada de las riquezas que 
ganarían (como se demostró a la muerte de Alejandro al iniciarse las guerras para repartirse el territorio).Al contrario que la mayoría de los macedonios y griegos de la época, Hefestion fue, tal vez, el que mejor comprendió las intenciones de Alejandro. Era un hombre culto y cosmopolita, hablaba griego, el propio macedonio y probablemente persa. Fundó varias ciudad y fue nombrado Gran Visir de Asia. Suponemos que , al ser su mejor amigo también compartía su visión 
del mundo, ya que nunca el traicionó. Y no es a título de mejor amigo (como algunos lo han querido ver juzgando las decisiones que Alejandro tomaba bajo su propio baremo y acudiendo a la tradición de la dedocracia) bajo la cual obtuvo sus títulos (como ya explicamos en la vida de Hefestión tuvo que hacer méritos para conseguir su puesto de general); sino bajo la conciencia de que se encontraba ante un hombre capaz y de gran responsabilidad (véase el caso de 
Sidón).
Remitiéndonos a lo que Alejandro pensaba del mundo no podemos considerar que el Imperio que forjó Alejandro fuera fruto de ansias imperialistas ni tampoco fruto de una necesidad económica de buscar recursos en otros países, como pasaría en Roma posteriormente. Alejandro dispuso que se entrenase a los jóvenes persas con métodos macedonios, colocó en puestos importantes a nobles 
persas y nombró a los que antes habían sido parientes del rey Darío III sus parientes ... todo esto sumado a muchas más cosas hizo que los macedonios se sintieran casi celosos y desplazados llegando a provocar situaciones de indignación en un pueblo que se consideraban conquistadores y por ello debían dominar. Pero Alejandro era Rey de todos sus territorios por igual. 

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