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Cuando Odisea Web inició su andadura allá por 1.997, el Plan de Empresa era algo esotérico con que, en España, los "asesores en creación de empresas" sorprendían a aquellos "emprendedores" (palabrita que también tenía, entonces, algo de novedoso y servía de eufemismo para denominar a los futuros empresarios) que se atrevían a aventurarse a crear su propia empresa. En Plan de Empresa era el requisito para obtener una de esas, también esotéricas, "subvenciones para crear una empresa".
Luego llegó Internet y, con ella, toda una "Nueva Economía" y sobretodo el canto de sirena del Nuevo Capital Riesgo. La propuesta era sencilla: "Te daremos millones y millones si tienes una buena idea para hacernos ricos en la nueva economía. Por cierto, ¿dónde tienes tu Plan de Empresa?" Ahora el Plan de Empresa, el business plan, era el requisito para obtener una de esas, también esotéricas, "inversiones de capital riesgo".
Sea como sea, existe una necesidad de preparar planes de empresa y existe también un cierto temor o desconocimiento sobre esta tarea por parte de los emprendedores, quienes lógicamente están más interesados en poner en marcha su proyecto que en sentarse delante de un pantalla de ordenador a escribir lo que ya tienen claro. (Y para acabarlo de complicar todo, sigue sin estar claro por parte de los expertos, que realizar un plan de empresa realmente sirva para algo o tenga una influencia positiva sobre el resultado del nuevo proyecto. )
Hay muchas razones por las que un emprendedor puede dedicarse a la pesada tarea de preparar un Plan de Empresa, sin embargo, remarcaremos, fundamentalmente, tres: primero, planificar un negocio; segundo, planificar un negocio, y tercero pero no menos importante, planificar un negocio. Después de todo lo titularemos así: Plan de Empresa, y no Solicitud de Financiación, por ejemplo.
Así que nuestro objetivo en todo este proceso será analizar y planificar un negocio. Lo analizaremos y planificaremos desde varias perspectivas y en eso consisten las distintas secciones o "subplanes" del Plan de Empresa. Finalmente, obtendremos un documento que podremos usar, entre otras cosas, para obtener esa financiación externa que nuestro proyecto puede necesitar (necesidad que trataremos de identificar en el Plan de Financiación)..
Sea cual sea la razón por la que se redacte un plan de empresa (y obtener financiación es un objetivo no sólo legítimo sino en algunos casos imprescindible) vamos a abordar el proceso de redactar desde cero un Plan de Empresa. Afortunadamente no partiremos realmente desde cero. La Guía de Redacción del Plan de Empresa disponible en la sección Herramientas nos servirá de base para empezar a trabajar hasta que nuestro plan de empresa tenga vida propia.
Alguien va a tener que ocuparse de la preparación del Plan de Empresa. Normalmente será el emprendedor quien vaya escribiendo sus ideas en el plan de empresa. En el caso de que haya más de un emprendedor en el equipo, pueden decidir redactarlo "todos a una" o delegar la tarea en uno de los miembros del equipo, o irse turnando, etc., etc. Mal empezaremos si nadie quiere ocuparse de la responsabilidad de la preparación del plan de empresa. Como mal augurio representará que todos estén convencidos que ellos son la única persona preparada para preparar el plan de empresa.
Y es que aquí ha empezado realmente a operar el importante proceso que acompaña a la preparación del plan de empresa. De hecho, decidir el quiénes, el cómo, el cuándo, etc., acerca del plan de empresa es el primer ejercicio de organización que debe afrontar el equipo emprendedor. Ni siquiera sabemos cuál es su idea de negocio, y cuánto podemos intuir sobre el futuro del proyecto!!. El método elegido por el o los emprendedores para abordar esta tarea ya refleja muchas de las virtudes y vicios del equipo emprendedor y por ende del futuro proyecto. Empezamos a obtener ya los beneficios de redactar el un plan de empresa. Y sin haber escrito aún una línea.
Dejaremos pues a la idiosincrasia del emprendedor o del equipo el método que use para preparar su plan de empresa. Sea un único emprendedor, el "líder" del equipo, al "pobre" que "le ha tocado" esa tarea, o sea un consultor externo quien lo prepare.. a buen entendedor, pocas palabras bastan.
Mucho podríamos discutir sobre la idea de negocio, y de hecho lo haremos, pues nuestro modelo de plan de empresa contempla un Análisis de la Idea de Negocio. Sin embargo hay un par de puntos que podemos abordar aquí.
En primer lugar estamos revisando los "elementos necesarios". Esto significa que es necesario que ya exista una idea de negocio. Imaginemos por contra al equipo emprendedor dedicando su tiempo y sus energías a "decidir" cual será su idea de negocio. Los más probable es que terminemos con tantas ideas como miembros del equipo (o incluso más).
Esto último requiere de otro tipo de proceso menos reflexivo que la redacción de un plan de empresa. Tertulias de sobremesa, sesiones de brainstorming, tomarse unas cervezas o despertarse a media noche (esperemos que cada uno en su casa) son el tipo de "procesos creativos" que sirven para generar una idea de negocio. Aquí nos ocuparemos de analizar y planificar una idea de negocio dada, que lógicamente iremos modelando en función de nuestros análisis y reflexiones.
En segundo lugar, hablamos de ideas de negocio, no sólo de ideas de "proyectos interesantes". Este pequeño detalle tiene una gran importancia pues el plan de empresa debe servir para eso: para crear una empresa o un negocio y además intentar que sea rentable. Con la llegada de Internet, es muy fácil tener "una idea para una web"; pero otra cosa muy distinta es convertir esa futura web en un negocio rentable.
Si tenemos una idea de negocio y alguien dispuesto a trabajar un plan de empresa para ella, sólo nos queda ponernos manos a la obra. Como quiera que el plan de empresa se plasma en un documento escrito, necesitaremos al menos un ordenador con un procesador de textos (sí, puedes usar la máquina de escribir, claro, pero no te extrañes si luego tienes dificultades en conseguir que otros pongan dinero en tu proyecto).
Existen en el mercado programas de ordenador que generan "automáticamente" Planes de Empresa. Independientemente de la bondad de estas utilidades, el resultado que produzcan nunca será mejor que la calidad de la información que se les suministre. Así que no conviene dejarse engañar pensando que esos programas suplirán nuestras carencias. En este último caso, lo correcto es acudir a un asesor externo que nos ayude a tratar cuestiones legales o financieras que se nos escapan.
Un último factor a tener en cuenta es el tiempo que va a requerir preparar un Plan de Empresa. Es fácil imaginar las horas que lleva "escribir" ese plan. Pues bien esas horas son el producto de muchas más de reflexión, lectura, discusión, y algún que otro desplazamiento. Redactar un plan de empresa lleva tiempo; bastante tiempo. En realidad nunca se termina de redactar el plan de empresa.
Efectivamente, si queremos que nuestro Plan de Empresa sea una herramienta de análisis y decisión real en nuestro negocio (futuro o actual), nunca lo tendremos terminado pues lo iremos actualizando y cambiando a medida que la realidad, y nuestra experiencia, nos lo indique. Esto se traduce en que deberemos disponer de ese tiempo para dedicarnos a trabajar en nuestro plan de empresa. Se entiende por tanto que si el objetivo es "terminar un documento" este proceso se terminará haciendo insoportable. Si por el contrario, el plan de empresa es el resultado que obtenemos al dedicarnos a "cuidar" nuestro negocio no tendremos la sensación de realizar una tarea pesada.
Seguiremos inicialmente el modelo de plan de empresa que encontraremos en la Guía de Redacción del Plan de Empresa. No se trata de un modelo mejor ni peor, simplemente nos permitirá empezar por algún sitio y poco a poco ir dando cuerpo a nuestro plan.
Para obtener "gratis" nuestra primera versión de plan de empresa podemos copiar la guía y aplicarle de inmediato unos pequeños cambios. En primer lugar le cambiamos la portada para personalizarla según nuestro proyecto. No sólo tendremos una bonita portada con el nombre de nuestro proyecto sino que psicológicamente empezaremos a "tocar" nuestro futuro plan de empresa. A continuación podemos borrar la Introducción (aunque no estaría de más leerla antes) y plantarnos en el Resumen del Proyecto.
El Resumen del Proyecto lo dejaremos para el final (o más concretamente para cuando debamos entregar el plan a un tercero), entre otras razones porque aún no hay nada que resumir. Así que si queremos también podemos eliminar esta página, dejarla en blanco sólo con el título, o mantenerla tal como está.
La Presentación de los Promotores es una sección que puede abordarse ya en estos momentos. Aquí incluiremos los curricula y otros detalles importantes acerca del equipo emprendedor. Cabe suponer que los miembros del equipo se conocen entre sí, así que esta sección también servirá para terceros y nos entretendremos mucho por el momento. Sin embargo, esto no tiene que ser necesariamente así. Se puede dar el caso de que un emprendedor "líder" esté creando un equipo de varias personas que no se conocen previamente. El plan de empresa jugará un papel muy importante entre ellos, y desde luego también la presentación de los miembros del equipo.
Dejaremos el resto de secciones tal como aparecen en la Guía de Redacción del Plan de Empresa.
En estos momentos, ya deberíamos tener un documento con una bonita portada y un esquema general de nuestro futuro plan de empresa. Este es el documento que iremos editando y cambiando a medida que nuestros análisis y planificaciones vayan tomando cuerpo. Es un buen momento para hacer una primera impresión en papel. No sólo nos servirá para ver como queda nuestro logo en papel, sino que ya podremos empezar a usar la herramienta más poderosa que jamás se ha inventado: el lápiz.
Estas hojas las podemos colocar en una carpeta de anillas de manera que las podamos reemplazar cuando convenga y también nos permita insertar hojas entre ellas. Podemos aprovechar ahora para insertar unas hojas en blanco tras cada sección para ir tomando las notas que se nos ocurran, o tomar esas notas en el reverso de las hojas impresas, o enganchar notas adhesivas, tanto da. En este sentido no hay que sentirse limitado en ningún aspecto. Si surge, espontáneamente, una duda acerca de algún aspecto de la futura empresa, independientemente de que sepamos la respuesta o de que hayamos "tocado" ya esa sección, nada nos impide apuntar ese tema en una hoja anexa a la sección correspondiente para cuando lleguemos a ella. Si cae un nuestras manos un artículo o un catálogo o lo que sea que creemos que nos será de interés lo podemos incorporar a nuestra carpeta para su análisis posterior (ya tendremos tiempo de quitarlo cuando sea oportuno).
Bueno, ya hemos visto como dar el primer paso en la preparación de nuestro nuevo Plan de Empresa y ya tenemos una carpeta llena de hojas dónde garabatear y tomar notas. Si el aspecto que presenta nuestro "plan de empresa" es anárquico y poco presentable, enhorabuena, estamos en el camino correcto.
El próximo paso será emprenderla (valga la expresión) con cada una de las distintas secciones del Plan de Empresa para analizar los diferentes aspectos de nuestro proyecto e ir planificando el desarrollo del mismo. Seguiremos para ello las indicaciones que aparecerán en la Guía (por eso hemos dejado las hojas con su contenido en lugar de borrarlo y dejar sólo los títulos de cada sección).
Lógicamente, como lo primero que nos interesará es validar la bondad de nuestra idea de negocio, la primera sección del plan que abordaremos será el Análisis de la Idea de Negocio. Pero eso será en un próximo artículo.
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