En el cual
encontramos un rico sheick, casi muerto de hambre en el desierto. - la propuesta
que nos hizo sobre los ocho panes que teníamos y cómo se resolvió, de manera
imprevista, el pago con ocho monedas. - Las tres divisiones de Beremís: la
división simple, la división exacta y la división perfecta. - Elogio que un
ilustre visir dirigió al "Hombre que calculaba".
Tres
días después, nos aproximábamos a una pequeña aldea - llamada Lazakka -
cuando encontramos caído en el camino, a un pobre viajero herido.
Socorrímosle y
de sus labios oímos el relato de su aventura.
Llamábase Salem
Nasair, y era uno de los más ricos negociantes de Bagdad. Al regresar, pocos días
antes, de Bassora, con una gran caravana, fue atacado por una turba de persas, nómades
del desierto. La caravana fue saqueada, pereciendo casi todos sus componentes a
manos de los beduinos. Sólo se habla salvado él, que era el jefe, ocultándose
en la arena, entre los cadáveres de sus esclavos.
Al terminar el
relato de sus desgracias, nos preguntó con voz angustiosa:
-¿Tenéis, por
casualidad, musulmanes, alguna cosa para comer? ¡Estoy casi muriéndome de
hambre!
-Tengo solamente
-tres panes - respondí.
-Yo traígo,
cinco -afirmó a mi lado el “Hombre que calculaba”
Pues. bien
--sugirió el sheick (1)---; juntemos esos panes y hagamos una sociedad única.
Cuando lleguemos a Bagdad os prometo pagar con ocho monedas de oro el pan que
coma.
Así hicimos, y,
al día siguiente al caer la tarde, entramos en, la célebre ciudad de Bagdad,
la Perla de, Oriente. Al atravesar una hermosa plaza, nos enfrentamos con un
gran cortejo. Al frente marchaba, en brioso alazán, el poderoso Ibraim Maluf,
uno de los visires (2) del califa de Bagdad.
Al ver el visir
al sheick Salem Nasair en nuestra compañía, gritó, haciendo parar su poderosa
escolta, y le preguntó:
-¿Qué te ha
pasado, amigo mío? ¿Por qué te veo llegar a Bagdad sucio y harapiento, en
compañía de dos hombres que no conozco?
El desventurado
sheíck narró, minuciosamente, al poderoso ministro todo lo que le ocurriera en
el camino, haciendo los mayores elogios respecto de nosotros.
-Paga sin pérdida
de tiempo a- esos dos forasteros, ordenó el visir.
Y sacando de su
bolsa 8 monedas de oro las entregó a Salem Nasair, insistiendo:
-Quiero llevarte
ahora mismo al palacio, pues el Comendador de los Creyentes desea, con
seguridad, ser informado de esta nueva afrenta que los beduinos practicaran, al
matar a nuestros amigos saqueando caravanas dentro de nuestras fronteras.
(1)
Sheick - término respetuoso que se aplica, en general. a los sabios,
religiosos y personas respetables por la edad o posición social.
(2) Visir - ministro - Califa - soberano musulmán. Los Califas decíanse sucesores de Mahoma.
-Voy
a dejaros, amigos míos dijo Nasair --mas, antes deseo agradeceros el gran
servicio que, me habéis prestado. Y para cumplir la palabra, os pagaré el pan
que tan generosamente me dierais.
Y
dirigiéndose al " Hombre que calculaba " le dijo:
Por
tus cinco panes te daré cinco monedas.
Y
volviéndose hacia mí, concluyó:
Y
a tí, bagdalí te daré por los tres panes, tres monedas,
Con
gran sorpresa nuestra, el “Calculista” objetó, respetuosamente:
¡Perdón,
oh sheick! La
división hecha de ese modo será muy sencilla, mas no es matemáticamente
exacta. Si yo di 5 panes debo recibir 7 monedas; y mi compañero, el
"bagdali", que dio 3 panes, solamente debe recibir una moneda.
¡Por
el nombre de Mahoma! (3) -dijo el visir Ibraim, interesado vivamente por el caso--.
¿Cómo justificas, extranjero, tan disparatada forma de pagar 8 panes con 8
monedas? Si contribuiste con 5 panes, por qué exiges 7 monedas? Y si tu amigo
contribuyó con 3 panes, ¿por qué afirmas que debe recibir únicamente una
moneda?
El
"Hombre que calculaba” se aproximó al poderoso ministro y así le habló:
-Voy
a probaros que la división de las monedas, hecha en la forma propuesta por mí,
es más justa y más exacta. Cuando, durante el viaje, teníamos hambre, sacaba
un pan de la caja y lo partía en tres trozos, uno para cada uno de nosotros.
Todos los panes, que eran 8, fueron divididos,
pues, en la misma forma.
Es evidente, por
lo tanto, que si yo tenía 5 panes, di 15 pedazos; si mi compañero tenía 3
panes, dio 9 pedazos. Hubo, así, un total de 24 pedazos, de los cuales cada uno
de nosotros comió 8. Ahora bien; si de 15 pedazos comí 8, di, en realidad, 7;
y mi compañero, que tenía 9 pedazos, al comerse 8, sólo dio 1. Los 7 que di
yo y el que suministró el "bagdalí" formaron los 8 que comiera el
sheick Salem Nasair. Por consiguiente, es justo que yo reciba 7 monedas y mi
compañero 1.
El gran visir,
después de hacer-los mayores elogios al " Hombre que calculaba”, ordenó
que le fueran entregadas las 7 monedas, pues a mí sólo me tocaba,` por
derecho, 1. La demostración lógica y perfecta presentada por el matemático no
admitía duda.
-Esa división
-replicó entonces el "Calculista"- es matemáticamente exacta, pero a
los ojos de Dios no es perfecta.
Y tomando las
ocho monedas en la mano las dividió en dos partes iguales. Dióme una de ellas
y se guardó la otra.
-Ese hombre es
extraordinario -exclamó el visir---. No aceptó la división propuesta de las
ocho monedas en dos partes de 5 y 3, en la que salía favorecido; demostró
tener derecho a 7 y su compañero a 1, acabando por dividir las 8 monedas en dos
partes iguales, que repartió con su amigo.
Y añadió con
entusiasmo:
-¡Mac Alah! (4)
Ese joven, además de parecerme un sabio habilísimo en los cálculos de Aritmética,
es bueno como amigo y generoso como -compañero., Tómolo ahora mismo como
secretario mío.
-Poderoso visir
-le dijo el "Hombre que calculaba"-, veo que acabáis de hacer, con 29
palabras y un total de 145 letras el mayor elogio que oí en mi vida, y yo, para
agradecéroslo, me veo en la obligación de emplear 58 palabras en las cuales
figuran nada menos que 290 . letras, el doble de las vuestras (5), precisamente.
¡Que Alah os bendiga y proteja!
Con estas
palabras el "Hombre que calculaba” nos dejó a - todos- maravillados de
su argucia e invencible talento de calculista.
(3)
Mahoma nació en la meca, en el año 571 y allí murió, en el año 632.
Huérfano desde temprana edad fue criado primeramente por su abuelo Y luego por
un tío, ambos pobres; tuvo, pues, que emplearse como pastor, pasando a servir más
tarde como guía Para las caravanas, entrando, por fin, al servicio de una prima
viuda y rica, llamada Cadidja.
(4)
¡Mac Alah! (Poderoso es Díos). Exclamación usual entra musulmanes.
(5)
En la traducción, esta relación de
duplicidad -sólo se ha conservado aproximadamente.