CAPERUCITA
@ ARROBA
Había una vez una ciber niña llamada Caperucita arroba. Por supuesto éste no era su verdadero nombre, su abuelita le había regalado una computadora Pentium III con 32 Mb de Ram y disco 4.3 GB, se la pasaba mandando correos electrónicos a sus amigos y por eso le decían así. También chateaba con su abuelita periódicamente y a su vez la abuelita hacía las compras del supermercado on-line. Con tanta tecnología, ya no pisaban el bosque. Mientras tanto el Lobo, que no tenía accseso a los avances tecnológicos, se sentía marginado, caliente y famélico. |
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Un buen día tomó la decisión de cortar aquella situación, y se fué hasta lo de la abuelita. Golpeó la puerta, pero como la abuelita no esperaba aún su pedido del supermercado, no abrió. Entonces decidió irrumpir tirando la puerta abajo, la abuelita creyó que era el pequeño almacenero de la esquina, molesto porque ella se había conectado con las grandes cadenas supermercadistas, y se desmayó. El lobo vió entonces su oportunidad y munido de un manual para internet en capitulos, editado por algún periódico capitalino, le mandó un e-mail a Caperucita, haciéndose pasar por la abuelita pidiéndole que acudiera en su ayuda porque se encontraba enferma. Cuando Caperucita abrió su casilla de correos, se encontró con el e-mail de la abuelita, pero algo llamó poderosamente su atención y le mandó un mensaje que decía: -¡Abuelita, que tipografía más grande que usas! - a lo que el lobo le contestó - Es para verlas mejor - Caperucita siguió encontrando cosas raras -Pero abuelita, que faltas de ortografía más grandes tienes?- entonces el lobo, algo molesto, le respondió - Es porque no tengo un procesador de textos mejor -. Caperucita seguía intrigada - Pero abuelita, ¿por qué me llamaste a mi y no te comunicaste con tu mutualista? - El lobo ya fuera de sí, absolutamente recaliente, le mandó un poderoso virus que le destruiría todos sus archivos obligandola a salir. Al verlo, Caperucita lo denunció por hackear su procesador a lo que en breves momentos fué ubicado y detenido por la pesada de inteligencia y el FBI en un exitoso operativo. Fué así que Caperucita y su abuelita se transformaron en heroínas de la revista PC Users y obtuvieron como recompensa una muestra gratis del Windows 2001 de manos del propio Bill Gates (quien por las dudas no lo probó en público). El lobo, fué condenado a pagar 40 millones de dolares por daños al sistema. Y colorín colorado éste cuento será archivado en un disco duro. FIN
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