La muerte de De la Rúa

Estaba Fernando de la Rúa reunido con sus Ministros dándoles las instrucciones de como será repartido su cuerpo una vez que él muera.

Muy serio les dice:

Mi corazón lo entierran en Córdoba, porque allí está mi madre a quien amo profundamente.

Mi cerebro en los patios de la Universidad de Derecho porque, fue allí donde adquirí los conocimiento que me permitieron llegar hasta donde estoy.

Mis brazos en el jardín, donde cultivo mis flores.

La Secretaria interrumpe y dice: Presidente, entonces el culo se lo tendremos que rallar para regarlo por toda la Argentina, porque la cagada ha sido a nivel nacional.