El Show del Chiste
- Hola ¿hablo con la AMIA?
- Así es.
- ¿Esta Sharon?
Vamos a hacer una segunda sede de la AMIA, la primera fue todo un boom.
Pedro había esto bebiendo casi todo el día
en el boliche, cuando el mozo le dijo que ya era ora de cerrar, trató de
levantarse, pero se cayo de cara al suelo, probó nuevamente, pero el
resultado fue el mismo. Entonces decidió arrastrarse hasta la vereda,
respirar un poco de aire fresco, con la esperanza que después de unos minutos
se le pasara un poco la curda. Esperó un poco y trató de levantarse, esta
vez se dio un golpe bárbaro, entonces decide de arrastrarse hasta su casa,
que estaba solamente a unos doscientos metros del boliche, cuando llega a la
casa, completamente cansado, trata nuevamente de levantarse, pero el resultado
fue siempre el mismo, se volvió a caer de cara al suelo. Entra a la casa, se
arrastra hasta el dormitorio, y cuando llega al borde de la cama, trata por última
vez de levantarse, ésta vuelta consigue casi ponerse en pié, pero se cae de
cara en la cama y queda completamente dormido. A la mañana siguiente se
despierta con los gritos de la mujer, recriminándole que había estado
tomando nuevamente, a lo cual él pone una cara de inocente y le pregunta por
que piensa eso. Ella le responde:
- Porque llamaron del boliche diciendo que otra vez te olvidaste la silla de
ruedas!
Resulta que un barco naufraga, y se salvan
solamente ocho personas: Siete hombres y una mujer, quienes logran llegar a
una isla de esas que vienen a cuento en estos casos.
No les toma mucho tiempo recorrer la isla y descubrir que su subsistencia esta
asegurada. Hay muchos animalitos chiquititos que pueden comer, ningun
animalito grandote que se los pueda comer a ellos, y asi se instalan y van
viviendo de lo que la naturaleza les da.
Pasa el tiempo, y los ocho se van dando cuenta de que les falta algo. Despues
de buscar una solucion concluyen que lo mejor va a ser que los tipos se
acuesten con la mujer por turno, pasando una noche cada uno, de forma tal que
la mujer tiene sexo todos los dias, y los tipos una vez por semana. Muy
contentos con la solucion, siguen sus vidas, y asi pasa un mes, dos meses, un
año, dos, tres, cuatro años, hasta que un dia, repentinamente, la mujer se
muere.
Esto los apena mucho a los siete tipos, pero como son gente corajuda y que
habian podido sobrevivir a tantas desgracias, resuelven que la vida continua y
se toman las cosas con calma.
Asi pasa un mes. El segundo mes sienten que ya no es lo mismo que antes, pero
siguen adelante. Al tercer mes estan un poco mas inquietos y les cuesta actuar
como si nada hubiese pasado, pero son fieles a si mismos y enfrentan las cosas
con la misma determinacion que los mantuvo vivos. Al cuarto mes ya no aguantan
mas. Entonces, se ponen de acuerdo y deciden enterrarla.
Se encuentran dos hombres que hacia mucho
tiempo que no se veían, en eso uno le cuenta al otro:
- ¿Vos sabés que tengo un hijo en la universidad de medicina?
- ¿Si?... ¿en que año está?
- No, está en un frasco.
Llega una mamá con su hija ciega y le dice:
- Fui al doctor y me dio esta pomada para que te la ponga en tus ojitos y dice
que vas a volver a ver.
- Pónmela mamí, ya pónmela!
La mamá le pone la pomada mientras le dice:
- Te voy a vendar tus ojitos y despuès de cuatro horas te voy a quitar los
vendajes y tienes que abrir tus ojitos despacito, despacito... mi amorcito.
Mientras pasan las 4 horas la niña ya desesperada y con la ilusión de ver el
color de las flores, la televisión, etc., le dice a su mamá:
- Ya mamita, ya quitamenla!
- Si mi amor, como tu digas.
La mamá le quita el vendaje lentamente, la niña abre los ojos y...
- Mamá... snif... snif... no veo nada.
- Feliz día de los inocentes, cariño!
¿Qué hace un leproso tirandose por un barranco?... juega al tetris.
Tocan el timbre los chicos en la casa de
Carlitos, y los recibe la madre:
- Hola Sra.! Venimos a buscar a Carlitos para jugar al fútbol.
- Pero chicos! siempre la misma cantinela! Si ya saben que Carlitos no puede
jugar al fútbol porque le amputaron las dos piernas.
- Buuee... no importa! Que ataje!
- Ay, chicos! Carlitos no puede atajar. No saben que le amputaron los dos
bracitos.
- Uh! bueno, pero que venga y haga de referee!
- No, tampoco. Porque Carlitos no puede soplar el silbato desde que le afectó
la tuberculosis y perdió el 70% de los pulmones.
- Ufa! ¿Y a mirar?
- Chicos! carlitos es ciego! Disculpen!
- Bueno ya fue! Puta Madre... Muchachos, nos quedamos sin pelota.
Un niño en la plaza, todo babeado y con
las manos juntas como ocultando algo entre ellas, se acerca a un señor y le
dice:
- Engo!... engo!
El señor le responde:
- Un carrito.
El niño mueve la cabeza en forma negativa...
- Un yo-yo.
El niño vuelve a negarlo...
- ¿Una canica?
Y el niño lo niega de nuevo, hasta que el señor se desespera y le pregunta:
- Pero... ¿que mierda tienes!?
- Engo arálisis erebral.