Se me rebela
el tiempo
acuciante
y enemigo
me castiga
insolente
a zarpazos
alejándote
de mi sino
Y lucho
día a día
con una
paciencia inaudita
que a mi
misma me sorprende
que hace
me sienta cautiva
de un amor
deseado
Sin tiempo
para contar
destrocé
los relojes
que me
hablaban de soledad
No estás
y estás conmigo
no te siento
y estás en mi piel
y bajo
una capa fina
de sentimientos
de miel,
se esconde
algo eterno
algo que
no sé definir
que me
embarga de lleno
que me
alimenta seguro
como un
maná sin fin.
Tras los
desesperados días
afincada
en tu recuerdo
sigo hablando
contigo
te siento,
y noto
tus suspiros
los momentos
de tu pecho
que me
hablan de tu vuelta
de tu amor
imperecedero.
Cuando
pienso en mi locura
y me veo
en el espejo
la razón
me habla de cordura
de que
olvide los lamentos
que la
intuición no me miente
que es
tu alma quien me habla
más
soy tan poca cosa
que me
disperso.
Mas sigo
firme en el camino
el sendero
que un día trazaste
garabatos
de colores
que en
mi futuro pintaste
Y la fuerza
me envuelve
la energía
se precipita
escribiéndote
versos
en el papel
de mi vida.
No estoy
loca, amor mío,
pues es
tan grande mi fuerza interior
que sé
que no debo olvidarte
y que el
fulgor que un día explotaste
regresará
tarde o temprano
con todo
tu esplendor
aunque
tú ya no me ames.