LAS RADIOS COMUNITARIAS LUCHAN POR COEXISTIR.
Por NELSON GONZÁLEZ
Tomado de la revista PORTADA Nº 1
Abril/Mayo 2000.
En El Salvador
no sólo los políticos tienen que aprender a coexistir. Las radios
deben aprender también ante el surgimiento de un nuevo concepto de comunicación,
que contrapone a las emisoras conocidas como comerciales y a las llamadas comunitarias.
El dilema seria sencillo si no fuera porque ya existieron roces entre
ambos tipos de emisoras que se disputan el espacio disponible en el dial y tienen
visiones diferentes sobre el papel que deben jugar los medios de comunicación
en El Salvador.
Por un lado, están las radios comerciales aglutinadas en la Asociación
Salvadoreña de Radiodifusores (ASDER), y por el otro las comunitarias,
agremiadas en la Asociación de Radios y Programas Participativos de El
Salvador (ARPAS). El conflicto más notorio se dio en 1995. Once
emisoras comunitarias fueron cerradas por decisión de la entonces estatal
Administración Nacional de Telecomunicaciones (ANTEL). ASDER acuerpó
esa decisión, amparándose en la interferencia que generaban tales
radios. Al final, el problema se resolvió no sin amargas disputas
y laboriosas gestiones ante diferentes organismos, tanto nacionales como internacionales.
Hoy, aparentemente, las aguas han bajado su nivel, y están transmitiendo
30 emisoras comunitarias en diferentes partes del país.
"Se nos quiso vender como la contraparte de ASDER" y nosotros "nunca
hemos estado en contra de ASDER", dijo el presidente de ARPAS, Guido Flores
Arenivar. "Para nosotros son importantes las radios comunitarias, comerciales,
educativas". "Convivirán en el futuro", afirmó.
Sin embargo, las diferencias con las radios comerciales afloran. "Ellas
no cumplen la democratización, no apoyan el desarrollo del país.
El desarrollo no se logra por un aumento de los medios de comunicación
e "informo como me da la gana'", dijo Guido Flores.
En cambio, las radios comunitarias tienen como objetivo "trabajar por la
democratización de la palabra para de esa forma trascender a la democratización
de la sociedad", o en otras palabras, "al democratizar la propiedad,
se democratiza la palabra y se logra el desarrollo".
Desde la perspectiva de ARPAS,las radios comerciales usan el esquema emisor,
canal, receptor, con una retroalimentación que no satisface las necesidades
de la población. Ellos, en contraposición, comunican a partir
del emisor, canal, emisor (la comunidad es emisora también). Un
ejemplo de esa contradicción sería la cadena de ASDER que parte
de un centro emisor que las demás emisoras copian, y la red de ARPAS,
en la que cada emisora comunitaria informa desde su comunidad. "Las
radios comerciales plantean soluciones de soluciones", no resuelven los
problemas de la población. No basta con llevar agua a la comunidad,
es de garantizarles el abastecimiento permanente de agua potable, según
Guido Flores.
La visión de ARPAS es que la sociedad está siendo más exigente
y que ellos (ASDER) tienen que permitir espacio en sus medios para el desarrollo
de la sociedad. Y mientras ese entendimiento (coexistencia) llega "puede
haber ofensivas" contra las radios comunitarias" (pero) "hay
unidad granítica en ARPAS", concluyó Flores.