ELENA VALIENTE. LA PRIMERA LOCUTORA.
Por DAVID RIVAS
Fotografía: LUIS GALDÁMEZ
Tomado de la revista PORTADA Nº 1
Abril/Mayo 2000.
Nacida en San Salvador,
el 13 de agosto de 1912, Elena Valiente es, además de la primera locutora
de radio de El Salvador, un verdadero libro en cuyas páginas se cuentan
innumerables historias del país. Durante más de una hora, bajo
la sombra de los árboles del Asilo Sara, esta octogenaria radioapasionada
recordó sus días de radio, cuando las mujeres salvadoreñas
no tenían derecho a votar.
¿Qué
edad tiene Doña Elena?
(Ríe)Tengo ya 87 años. Me ha dado mucha satisfacción haberlos
vivido, sentirlos. Porque no hay cosa más grande que tener una función
que a uno le agrada y que lo que uno hace le ayuda o le agrada al otro. Nací
en San Salvador, enfrente del Parque Centenario cuando entonces era "plazuela
de carretas". Mi papá tenia un taller donde arreglaba carretas y
yo trabajaba en la casa ayudándole a enllantar las carretas. Dicen que
cuando yo nací le reclamó a mi mamá porque le había
dado una hembra. El quería un varón.
¿Cómo era San Salvador cuando se hizo locutora?
Muy pequeño, había poca gente. Sólo habían dos emisoras
(la AQM y la YSF) cuando yo comencé en esto de la locución, en
1935. Ahora yo misma que estoy aquí encerrada cuando salgo me quedo confundida.
Hay grandes almacenes, buenos, edificios muy estilizados. San Salvador ha mejorado
y superado en todo.
¿Cómo eran los periódicos de los años treinta?
Delgaditos, de seis paginitas. Hoy no, hay días que vienen todavía
más dobles. Las radios, por ejemplo, uno sólo las prendía
a ciertas horas, a la hora del desayuno, a la hora del almuerzo y en la noche.
¡ Y las radios!, hay tantas. A mí me gusta saber que se está
superando nuestro pueblo.
¿Cómo ha sido su vida?
Muy alegre. Siempre me ha gustado tener para dar. Todos los que trabajamos en
los medios de comunicación tenemos sentimientos y cultura, aunque muchas
veces la gente dice cosas malas, nos tratan mal.
¿Cuándo fue que comenzó como locutora de radio?
Tenía como 23 años cuando comencé.
¿Qué cosas recuerda
de esos años?
Bueno, que hubo muchos muertos (se refería a los hechos de 1932), pero
en esos años yo no trabajaba en el periodismo sino en la locución.
Declamaba poemas en la YSP (la primera radio comercial del país) en 1935,
gracias a Alvayero Sosa (propietario). También había sido locutora
de la Radio Nacional donde me enseñaron a impostar la voz. A que la voz
no saliera gutural sino del diafragma. Después trabajé en la YSR.
Tengo diplomas como la primer locutora de mi país. Locuté también
en la YSO y la YSU. Recuerdo bien cuando los amigos periodistas me veían
llegar decían ahí viene "la Valiente" . Es que yo me
ponía bien pizpireta. Me iba con los amigos a los bares y salía
bien carona.
¿Qué hacía
Ud. cuando se fundó la primera radio en el país (1926)?
Yo me recuerdo cuando la inauguraron, pero no estaba todavía entusiasmada.
Yo me entusiasmé cuando vine de Guatemala donde me presentaron en una
radio y dijeron que tenía buena voz. Don Napoleón Viera Altamirano
(fundador de El Diario de Hoy) me dijo que me lanzara como locutora, que era
muy buena. Así fue. La gente decía todos los días, a las
siete y media o las ocho de la noche, oigamos a la Valiente. Ponía música
clásica en el programa de la mañana y en el segundo, más
tarde, ponía música de movimiento. Años después
leía noticias. Era muy popular entonces.
¿Cuál era la participación
de las mujeres en los medios de comunicación?
Era poca. No tenían (duda)... no sé. Sólo esperaban los
muchachos, el novio para casarse. Ahora no. Ahora hay muchachas que están
bien destacadas y eso a mí me encanta que El Salvador no solamente tiene
hombre valientes, de trabajo, sino que mujeres también. Y de una manera
tan formidable que yo me quedo chiquita. Ahora hay libertad para todos.
¿Ud. no se sintió
marginada por los hombres cuando era la única mujer locutora?
No, no, tuve esa dicha. Todos me querían. Yo me preocupaba por mi lectura,
hacía ejercicios, abría bien la boca para pronunciar, no como
algunos que por no abrir bien la boca no pueden locutar.
¿Qué más recuerda de esos años en la radio?
Entonces era la única mujer que trabajaba como locutora. Recuerdo que
una vez el general (Maximiliano Hernández) Martínez me mandó
a traer pensando que yo lo había ofendido. Pero no era yo sino que mi
prima Lidia Valiente, ella hacía propaganda política. Luego sus
asesores le dijeron que no era yo, pero ya me habían llevado a mí
donde el presidente. A mí nunca me gustó la política. Y
así fue. Siempre me gustó tener mis programas limpios. Yo había
hecho una revista radial, hablada a dos voces. Se llamaba "Revista popular
de Elena Valiente", ponía música, leía noticias, declamaba
y hasta cantaba. Se transmitió en la YSP. Luego la transmitía
en la YSR. También trabajé en la RadioVanguardia. Después
fui perdiendo la voz, la brillantez y agilidad que tenía cuando era joven.
¿Qué cosas le gustaban además de la radio, los poemas,
la música y todo eso que ha mencionado?
La bohemia. Me encantó la bohemia. Me di gusto. Amanecía a veces
con unas gomas que a la gran diabla. Pasaba hasta dos días mal, pero
siempre me reponía. Nunca me casé. En mi casa me regañaban
porque no me comprometía con nadie. Siempre preferí la libertad
y comenzar y terminar una relación cuando ya no había amor. En
mi casa yo les decía que no me regañaran porque mi vida es mi
vida. Qué voy hacer si estoy en las letras, en el periodismo, soy locutora,
soy sentimental, amo a la gente y tengo que estar con mi gente. Esa es la vida
de nosotros.
¿Recuerda cuánto
ganaban los locutores de esa época?
No, sinceramente. Pero ganaba lo suficiente para darme mis gustitos. Incluso
para compartir con mis amigos. En esos días los locutores ganaban bien
(algunos hicieron fortuna y ahora son prósperos empresarios). Ahora yo
sé que no, hoy está bien reñida la cosa entre los locutores
y los periodistas. ¿O no es así?
¿A qué locutores
recuerda Ud.?
¡Upa!, ya se murieron muchos. Había uno que le decían "el
pajarito cantor", un muchacho joven, estudiante, buen locutor pero que
cuando tomaba se le iba la onda y comenzaba a decir cosas de más. Había
veces que lo dejaban hablando fuera del aire porque le cerraban el micrófono.
Recuerdo a Omar González, un gran hombre y un buen locutor. Me lo saluda,
le dice que fue a ver a la "Nena Valiente". El les puede dar mejores
detalles de cómo me abrí paso yo como locutora. David
Calderón es otro que les puede hablar de mí. Díganle que
fueron a ver a Elena Valiente al Asilo y les dará una buena referencia
de ella.
¿Recuerda a don Fausto
Carbonero?
Con él nos pusimos unas grandes borracheras. El hacia guiones de algunas
de las novelas que transmitió la YSU (durante la época de oro
de la radio).
¿Trabajó en radionovelas?
No. A mí no me gustó la radionovela. Yo sólo tenía
mis programas. Tenía tanto auditorio que la gente después sólo
decía ya va ser la hora de la Valiente, para referirse a mis programas.
¿Conoció a Roque
Dalton?
Lo conocí, sí señor. Era un hombre diez, cabal y caballero.
Murió y en la mejor época. Yo a Roque lo sentí grandemente.
Sentí también a Ricardo Ramos, a Albertico Hernández. Albertico
era tremendo, tenía una creatividad tremenda. Ningún locutor ha
sido en El Salvador como
Albertico, fue un hombre muy humano también. Lástima que Uds.
no lo conocieron.
¿Y su familia Doña
Elena?
Estoy sola. Enterré a mi abuelo, a mi padre, a mi madre y a mi hermano.
Sólo he quedado yo, un medio hermano, una hermana natural y una sobrina.
Ayer vino ella (la sobrina) a verme. Estoy sólita, llegué a viejita,
me he dado gusto y ahora lo que tengo que hacer es aguantar los años
hasta que el Señor me llame. D.R