Un hijo nativo de Harlem, del este de la ciudad de Nueva York,
Al Pacino era el único hijo de Salvatore (vendedor de seguros) y de Rose Pacino.
Sus padres se divorciaron cuando el tenía dos años, y Al y su madre se fueron
a vivir con los padres de ella, a una vecindad pobre cerca del Zoo del Bronx.
El pequeño Alfredo era un niño algo sensible, y su abuelos eran tan protectores
que no se le permitió salir de casa hasta que no cumplió siete años.
El iba las tardes al teatro local con su madre a ver las películas.
Sus habilidades de improvisación contaron para su valentía en el patio escolar que
incluyó regalando a los otros niños con cosas que el había vivido en su pasado,
viviendo en Texas con sus diez perros (una realidad de la alternativa a los muchachos
de diez años que vivian en el Bronx en 1950). Alto-cuento-contundente, los deportes
le quitaron de la travesura callejera, cuando sus maestros empezaron a ver su talento
por el drama, le animaron para que realizara obras en la escuela, y para leer pasajes de
la Biblia durante las asambleas.
A las catorce años, Pacino asistió a una actuación de Chekhov, está era "La Gaviota"
en el Teatro de Elsmere en el Bronx Sur, después de lo cual él decidió ir a la escuela secundaria de
las Artes. Desgraciadamente, el inglés parecía ser lo único que no estaba suspendiendo continuamente
en la escuela, a los diecisiete años de edad, tomó la deliberación de tirar la toalla en lo referente
a los estudios. Pasó varios años de trabajo en trabajo, como recadista en las oficinas de la revista
del Comentario, mensajero, acomodador en un teatro, y como un superintendente del edificio. Pero su
vida no era todo grifos resquebrajados, durante este periodo, Pacino empezó tomando clases de apoyo
y apareciendo en pequeñas obras de poco renombre. Pago bastante dinero para poder entrar en el Herbert
Berghof Estudio, donde estuvo bajo la tutela de Charlie Laughton. De aprendiz, actuando, dirigiendo, y
escribiendo fuera de los teatros de Broadway, Pacino ganó aceptación en el "Actors Studio" en 1966,
donde él recibió entrenamiento sobre como actuar en la escuela de Lee Strasberg.
Este periodo de avance era marcado por su aparición con James Earl Jones en una
producción de John Wolfson en "The Pace Creeps" y una imitación que realiza en el Charles Playhouse en
Boston. Él volvió a Nueva York para aparecer en una producción fuera de-Broadway llamada "Las Necesidades
indias en el Bronx" en el que él actuó como Murph, uno de dos capuchas jóvenes que abordan y aterrorizan
brutalmente a un hombre americano Nativo en la calle. Los críticos no podrían decir cosas bastante buenas
sobre la situación de Pacino y su gran actuación, y al jóven actor se le otorgó un Obie como mejor Actor
de la temporada1967-68. Al año siguiente, Pacino caminó hacia delante para que Broadway le viera por primera
vez, en el papel de un toxicómano psicópata llamado Bickham. Aunque la producción cerró después de un treinta
y nueve actuaciones pobres, los críticos juzgaron su estrella "amenazando sensacionalmente," "espectacularmente
bueno," y "magnífico," y Pacino obtuvo su primer Premio "Tony".
Ahogándose en tantos aplausos, decidieron hacerle una oferta
para unas películas. Las primeras dos películas de Pacino, "Yo, Natalie" y
"Pánico en Needle Park", recicló su virtuosismo probado en el papel de toxicómano.
Prpeparandose para la última película, Pacino y Kitty Winn aprendieron los
comportamientos de los adictos a la heroína haciendo una investigación extensa
sobre el tratamiento con la metadona. En base a su actuación en la película,
a Pacino se le ofreció el papel de Michael Corleone en la película "El
Padrino" de Francis Ford Coppola. Apareciendo en la película como el vástago
de la Mafia que empujaron al negocio familiar, convirtio a Pacino en un estudioso
de la metamórfosis de Michael, de un héroe de guerra idealista a un jefe de
la trama mafiosa. Esto le llevo a una nominación para el Oscar como Mejor
Actor secundario. Él continuó con grandes actuaciones, en "Serpico" (en el
papel de un policía honrado que intenta destapar la corrupción en el Departamento
de Policia de Nueva York), "El Padrino, Parte II",
y "Dog Day Afternoon" (en el papel de un ladrón de bancos bisexual). Pacino
también tuvo unos pequeños deslices en el camino: "Bobby Deerfield" (1977),
"Cruising" (1980), y "Revolución" (1985) fueron recibidos como su pena de
muerte, pero él contrarresto sus desilusiones con éxitos como "Scarface" (1983),
"Sea of Love" (1989), y "Frankie y Johnny" (1991).
Pacino había sido desde el principio de su carrera un conmutador
entre Hollywood y Broadway. Su papel en "El Entrenamiento Básico" de Pavlo
Hummel le hizo ganar su segundo Tony en 1977, y giros memorables como Tony
en "Julio Cesar", y como Walter Cole en "American Buffalo" de David Mamet,
alivió cualquier fatiga de los fans, que podría ser el resultado de ser uno
de los más populares actores y el más nominado a los "Oscar" (un total de
siete nominaciones hasta la fecha). Se puso su hábito oscuro una vez más para
interpretar a Michael Corleone en "El Padrino, Parte
III" en 1990, como un vendedor de bienes raíces en 1992 con "Glengarry
Glen Ross"; en 1992 "Esencia de Mujer" en la que él emplea a Chris O'Donnell
como su ayudante; "Carlito's Way" en 1993, le dio la oportunidad para ensayar
otra caracterización étnica, esta vez como un puertorriqueño ex-contra; y
en 1995 con Robert De Niro en la película "Heat".
Pacino comentó en una entrevista sobre su doble faceta de actor y director en 1996 en
"Looking for Richard". Una carta de amor a Shakespeare y una declaración franca es la destreza que ha
capturado su imaginación durante un cuarto-siglo, la película es para que el público en general se
familiarizase con uno de los trabajos más densos y ricos de Shakespeare, a través de la reconstrucción
de escenas y entrevistas con estudiosos de Shakespeare, con actores prominentes como Sir John Gielgud,
Kevin Kline, Winona Ryder, y Kenneth Branagh, y con hombres y mujeres corrientes encontradas en la calle.
Cuando todos pensabamos que había limpiado su acto, volvió con un crimen urbano en la figura de "Donnie Brasco",
y retrató a un abogado de Mephistopheles en el "Abogado del Diablo" (ambas en 1997).
. . . And Justice for All (1979)