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Thelma & Louise (1991) Director: Ridley Scott Susan Sarandon |
En una película que nos deja a los tíos a la altura del betún (tengamos un poco de auto-crítica; realmente existen tipos tan bordes como los que salen aquí), tengo que destacar el personaje interpretado por Harvey Keitel, un poli que hace lo que puede por salvar a las dos mujeres que persigue. Igualito que los polis de otras películas de acción como el comprensivo Tommy Lee Jones de El Fugitivo. A propósito, me gustaría comparar el final de otra película de Ridley Scott, Black Rain (o sea, Michael Douglas entregando al asesino de su compañero en la comisaría), con el disparo por la espalda, al final de L.A. Confidential (esa joya alabada por todos los Grandes Entendidos, en la que un asesino de negros se queda al final con la chica. ¡Kim Basinger nada menos!) A veces, una vulgar peli del subgénero de acción, puede dar lecciones de moral a una supuesta obra maestra.Bueno, a lo que iba, Harvey Keitel y Michael Madsen son los únicos personajes masculinos positivos de la película, por eso, si alguien dice que los encuentra inverosímiles, estaría insinuando que todos los hombres somos unos cerdos. ¡Pues no! ¡no señor! De eso nada, sí que existimos los tipos decentes, lo que pasa es que por alguna extraña razón ellas nunca nos eligen a nosotros. Siempre se enamoran de individuos que inspiran confianza, como Joaquín Cortés... snif... (me van a matar por haber dicho eso). Bueno... eh... dónde estaba. Vale, mis escenas preferidas de la película: 
La cara que se le queda al marido, al contemplar el vídeo del atraco perpetrado por su mujer. Por cierto, éste SÍ es un personaje inverosímil. Porque mira que estar casado con Geena Davis, ¡con Geena Davis! y no sólo no está todo el día besando el suelo por donde ella pisa, que es lo que haríamos todos, sino que encima el tío va y le es infiel! ¿¡!? O sea, es que... ¿pero cómo se puede ser tan inútil y desgraciado?Y luego va su marido en la vida real, el Renny Harlin ése, y hace lo mismo. ¿Pero es que estamos locos o qué? Otra escena, los polis están en la casa con el marido, esperando noticias, y viendo alguna tele-novela; a él se le ocurre cambiar distraídamente de canal, y poner un partido. ¡Los polis le dirigen una mirada acusadora, hasta que vuelve a poner la tele-novela!. Cuando Thelma y Louise obligan a una especie de Harry el Sucio a meterse en el maletero de su coche, y el pobre no deja de lloriquear, convencido de que se lo van a cargar. Y es que, cuando estamos taaaaan acostumbrados a ver en la tele, en el cine, (y en los periódicos) tantas mujeres víctimas de hombres, es guay ver, por una vez, a un hombre víctima de mujeres. ¿A que sí? |
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